Suscribete a
ABC Premium

Trágico error en Pakistán

LA caza y captura de los cabecillas de Al Qaida se está convirtiendo en un rosario de chascos y fracasos para Estados Unidos. Mal está que así sea -por lo que denota de fallos en las tareas de información e inteligencia referida al fenómeno terrorista-, pero peor que, paralelamente, las operaciones terminen con la muerte de civiles inocentes. El último episodio ha tenido lugar en Pakistán, donde un avión «Predator» teledirigido por la CIA desde Afganistán lanzó al menos diez misiles sobre Damadola, una aldea del área tribal paquistaní cercana a la frontera afgana, en busca del egipcio Al Zawahiri, «número dos» de Osama bin Laden. Islamabad descartaba horas después que este peligroso sujeto hubiera caído en el ataque, pero sí informaba de la muerte de dieciocho civiles en el bombardeo. Naturalmente, el Gobierno local convocó inmediatamente al embajador estadounidense y afirmó que no volverá a permitir que ocurra un incidente similar. El alcance de este episodio puede tener, ya en el terreno geopolítico, otros efectos secundarios, pues Pakistán es un aliado preferente de la Casa Blanca en Asia, donde, al parecer, se esconde buena parte de la dirección del entramado criminal que dirige Bin Laden.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación