«Un, dos, tres» y Peter Pan

TVE ha despedido 2003 con los peores datos de audiencia de su historia. De los resultados económicos mejor no hablar. En los dos últimos años, la cadena se ha dejado por el camino dos puntos de «share», lo que en lides de espectadores es como perder la bandera y casi el oremus. Teniendo en cuenta que cada punto representa unos 24 millones de euros en el mercado publicitario es normal que Montoro se suba por las paredes.

Con 7.000 millones de euros de deuda, la Comisión Europea tocándote las subvenciones y las privadas subidas a la chepa, en Prado del Rey han entrado en barrena. Ya hasta «OT» hace agua y cualquier día los Alcántara fichan por Canal +. Cualquier tiempo pasado fue mejor, debió de pensar algún gerifalte televisivo y, así, en plena depre, se encendió la bombilla: ¡que vuelva el «Un, dos, tres». Y aquí está, con su calabaza y sus azafatas de cuando desde la primera línea de playa en Torrevieja se divisaba el mar y todo. TVE se cita a sí misma y, en plena fiebre de telerrealidad, ha puesto en marcha un experimento sociológico que ríanse de «GH»: ha enviado una sonda a los confines de la memoria y todas las fotografías que llegan son en blanco y negro, documentos de la edad de oro de un medio perdido para siempre por un contumaz síndrome de Peter Pan.