Dos turistas occidentales mueren en un atentado con bomba en El Cairo
Una francesa y un norteamericano fallecen en el primer ataque contra turistas en la capital egipcia en los últimos 7 años, tras la violenta campaña de los 90

EL CAIRO. Una turista francesa y un norteamericano murieron ayer a consecuencia de un atentado terrorista realizado desde una motocicleta contra un grupo organizado de turistas en el principal bazar de El Cairo, en una acción en la que resultaron heridas otras diecinueve personas: diez egipcios, dos norteamericanos, dos turcos, dos italianos, dos franceses y un británico. Al menos uno de los turistas se encuentra en situación muy grave.
Se trata del primer ataque perpetrado contra turistas en la capital egipcia en los últimos siete años, después de que el Gobierno acabase con la violenta campaña de atentados llevada a cabo por los integristas en la década de los noventa, en la que el turismo se convirtió en el principal objetivo del terror.
El ataque fue perpetrado contra un grupo organizado de turistas en el bazar de Al Moski, formado por un laberinto de callejuelas en el que proliferan las joyerías y tiendas de antiguedades y recuerdos junto al famoso mercado de Al Jalili.
La Embajada francesa confirmó que la ciudadana gala muerta era una turista. Un portavoz de la legación norteamericana señaló que no podía dar detalles sobre el particular.
Según testigos del ataque, el terrorista hizo estallar una bomba lanzándola desde una motocicleta que fue hallada después junto al lugar del atentado. Una egipcia que se encontraba en una tienda de las inmediaciones relató que primero escuchó una enorme explosión, «un sonido horrible, ensordecedor... Después todo el mundo se puso a correr, y entonces vi cómo una cabeza decapitada volaba por el aire».
Dudas de la Policía
Pese a la circunstancia de que junto a la motocicleta vista por los testigos se encontraron también varios clavos que debieron de formar parte de la bomba, la Policía egipcia insistía ayer en que todavía estaba intentando esclarecer si la explosión fue de verdad debida a un atentado terrorista o a un accidente.
Tres funcionarios de la Embajada norteamericana intentaban abrirse paso hasta el lugar del atentado en mitad del caos y la confusión que reinaban en la zona, ya de por sí una de las más populosas de El Cairo. Al mismo tiempo, cientos de policías sellaron de inmediato el área, a la que sólo accedían las ambulancias. No obstante, numerosos turistas permanecían tras el atentado en el cercano mercado de Al Jalili. El bazar en el que se llevó a cabo el ataque es el más famoso de todos los pequeños mercados que rodean la gran mezquita de Al Azhar, principal centro religioso egipcio y uno de los más importantes de todo el mundo islámico.
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