TAMAÑO
Un anuncio de Kentucky Fried Chicken ha sido prohibido en el Reino Unido. Los consumidores se habían quejado por el tamaño del producto (más grande en el anuncio). En la televisión española se deja ver un vistoso spot de Coca-Cola light en el que la botella de cristal es enorme con respecto a las que se venden aquí. Existen, pero en los restaurantes franceses, no en los patrios. Las botellas de cristal del refresco en nuestro país tienen la cualidad de menguar con los años. Un día de estos acaban como las de vodka del minibar. Si nos ponemos tan puntillosos con la realidad y la ficción comercial, eso es publicidad engañosa. Y tampoco queda muy claro qué demonios se está anunciando. Si el refresco o el musical de Nacho Cano (el letrero final de «Hoy no me puedo levantar» es bastante elocuente). Pero no nos quejamos. Cualquiera sabe que las patatas fritas que rebosan de las bolsas no existen, por mucho que las veamos en los anuncios. Las bolsas de verdad son más huecas, para poder meter la mano. También sabemos que aunque las televisiones rieguen Roma, Mónaco o el castillo de Windsor (toquemos madera) de enviados especiales no por ello vamos a estar mejor informados. Sólo más hartos. Ayer, Àngels Barceló puso a sus espaldas el Castel Sant'Angelo. «Hemos cambiado de fondo para no aburrirles», dijo. Demasiado tarde.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete