Corazón puro
Un lustro después de su muerte, la casa Nirmal Hriday (Corazón puro), en Calcuta, continúa oficiando de lenitivo para el furgón de cola de la pobreza, para hombres y mujeres moribundos que abandonarán la Tierra sin haber dispuesto de una sola oportunidad de mejorar su suerte. Cinco años después, el recuerdo de la figura de la Madre Teresa -enjuta, silente y, sin embargo, tan enorme- sigue animando a millones de personas a no perder del todo la esperanza.
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