Julio a todo jazz

Todo comenzó hace tiempo con la afortunada cita que el jazz tiene cada verano en tres de las localidades más emblemáticas del País Vasco: Guecho, Vitoria y San Sebastián. Ése es el orden en el que, cronológicamente, se desarrollan estos festivales, que no es precisamente equivalente -ahora que el encuentro alavés está bastante devaluado respecto de las ediciones de hace cuatro o cinco años- al que informa de la valía de sus carteles. Pese a ello, urge decir que, entre los tres, generan una de las concentraciones más asombrosas que los espectáculos de música en vivo son capaces de producir en España.
En los últimos años, cabe añadir nuevos emplazamientos para la divulgación del jazz en vivo en España. Ejemplo: las madrileñas localidades de Villalba o Galapagar, junto a otras como la murciana de San Javier o la de Ibiza, han venido permitiendo que el género afroamericano adquiera en las programaciones estivales una presencia más acentuada que ningún otro estilo de la música popular. La cuenta atrás terminó hace escasos días en otro de estos nuevos espacios, Alcalatin Jazz, por cuyo escenario pasó el guitarrista más omnipresente del planeta jazzístico: Pat Metheny. Aún queda, sin embargo, la visita mañana a Alcalá de Henares de otro músico de características análogas: el bajista Marcus Miller, un intérprete que, tras Stan Clarke y Jaco Pastorius, y como consecuencia de ellos, ha protagonizado la última revolución del bajo eléctrico.
País Vasco, un clásico
En el País Vasco, la cita de Guecho (1-5 de julio) es la primera en alborotar sus escenarios con un modelo de jazz que siempre ha querido ocuparse de los artistas que viven y trabajan, preferentemente, en Europa. Apuesta, pues, muy sólida por los contenidos más avanzados en el concierto del trío del acordeonista francés Richard Galliano y algo más simples en el del grupo de la cantante portuguesa Maria Joao. La presentación que realiza el cuarteto del guitarrista estadounidense John Scofield es la excepción a la referida regla del ámbito continental que, en los últimos años, se permiten los programas de esta muestra.
El festival de Vitoria (10-16 de julio) era hasta hace poco tiempo el de mayor aparato y el de más definido carácter turístico, si bien, desde 2003, San Sebastián (22-27 de julio) ha decidido seguirle los pasos con presentaciones de estrellas de análogas características. Robert Cray y US3, para el primero, y Roberta Flack, Eric Burdon, Djavan y Joe Cocker, para el segundo, serán las apuestas más comerciales de ambos eventos.
Y, como telón de fondo, visitas de un fuste envidiable por parte de Vitoria en los conciertos de Chick Corea, Cassandra Wilson, Charlie Haden y Koko Taylor y, por parte de San Sebastián, en los del trío de Keith Jarrett, Phil Woods, Blind Boys of Alabama y Kenny Barron. Y también hay nombres que repiten: Joe Lovano y Taj Mahal, en el espacio vitoriano, y novedades atractivas como la mirada que San Sebastián llevará a cabo escenificando el legado de Charles Mingus con la Mingus Big Band, y abriéndole ventanas a la revolucionaria música hippy del trío Medeski, Martín and Wood.
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