De Madre reconoce que el texto es mejorable y pide la implicación del Congreso

La vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, afirmó hoy que "la nación catalana no niega a la española", sino que la "enriquece", pues "España es una nación de naciones", al tiempo que apoyó la necesidad de un nuevo Estatut en su deseo de "superar la lógica de un Estado, una nación". "No somos una nación sin Estado, somos una nación que ya tiene un Estado, el español, que es también el nuestro", agregó. Durante su intervención en el Congreso de los Diputados en el debate de toma en consideración del proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña, De Madre se preguntó "dónde está el problema, dónde la amenaza, la ruptura y la insolidaridad" en su planteamiento, y recalcó que hasta ahora ha habido "demasiadas descalificaciones sin rigor alguno, demasiadas alarmas sin fundamento, demasiados intentos de boicot". En este sentido, recalcó que "hay quien se empeña" en ser "tan cretino como ruin, pero ni las infamias ni las mentiras podrán nunca contra la fuerza democrática de la razón". Por tanto, destacó que Cataluña y todos los españoles se merecen el "respeto de la verdad, con razones y juego limpio". De Madre, que no fue aplaudida por los diputados del PP, CC y PNV, insistió en que el proyecto de Estatut "no rompe nada, ni España, ni la caja única de la Seguridad Social, ni la unidad de mercado, ni la unidad jurisdiccional, ni el PSOE, no en nombre de Cataluña". "Valoramos tanto lo que ha costado establecer estas uniones que no sólo nos oponemos a romperlas sino que tampoco queremos debilitarlas", aseguró. Asimismo, señaló que quieren el reconocimiento "aún mayor" de la "pluralidad dentro de la unidad, porque eso es federalismo, unión y libertad", al tiempo que subrayó que "sólo en las mentes de los profetas del desastre y de los que especulan con el odio y el enfrentamiento, existen las infamias y las mentiras". Así, afirmó que ha llegado el momento del debate "sereno, documentado, contrastado, el tiempo de la política democrática" y añadió que "lo contrario no es política, sino manipulación". De Madre recalcó que la reforma del Estatut "era y es necesaria e inaplazable", por lo que explicó que la delegación catalana ha llegado a Madrid con "firmeza y respeto" para presentar su propuesta "con la mano tendida para llegar a un acuerdo". En este sentido, apuntó que es "bueno y conveniente" que los catalanes, "diversos en su procedencia y plurales en su pensamiento" hayan expresado de manera "unitaria" lo que quieren para Cataluña". Asimismo, reconoció que "quizá" sea una propuesta "todavía mejorable", que pueda ser precisada y adecuada entre todas las fuerzas políticas para alcanzar "más amplios consensos", pero puntualizó que Cataluña y las fuerzas políticas que lo apoyaron saben que "no habrá mejor momento político que el actual" para aprobarlo. demás, añadió que no sólo piden su aceptación, sino la implicación "responsable" de todos los parlamentarios "para que el Estatut sea también de todos los españoles". La vicepresidenta del PSC recordó que la España franquista la echó de su tierra, algo que hizo que tanto ella como "miles de niños" no pudieran crecer en su tierra y se vieran obligados a emigrar contra su voluntad en busca de un "futuro y oportunidades" negadas en Andalucía. Así, apuntó que en Cataluña descubrió otro paisaje y otra lengua y se enriqueció con ambos. "Sentí que la emoción de mi fandango era de la misma intensidad que las parábolas de amor de Serrat", afirmó. Asimismo, reconoció que gritó "libertad, amnistía y Estatut de autonomía, para ganar una Constitución para todos y de todos", algo que no puede decir todo el mundo. Por ello, subrayó que a ella "nadie" la echa de España, porque ya la echaron una vez de su tierra, y añadió que ni la echarán de España por defender a Cataluña ni de Cataluña por defender la "unidad de España". Además, recordó que ella es socialista y que "nadie puede apropiarse de la patria y los sentimientos". En esta misma línea, aseguró que desde Cataluña se quiere "lo mejor para España", porque lo que es bueno para unos, lo es para otros. Así, manifestó su confianza en la "capacidad negociadora y de comprensión" de los diputados y les pidió que acepten su "mano abierta" para entrelazarla y trabajar para "fortalecer" el sistema político y la unidad de los demócratas, y que no "la desprecien, como algunos están deseando y jaleando". Finalmente, expresó la conveniencia de hablar claro para "no alimentar el victimismo, la incomprensión o el desinterés", al tiempo que afirmó que Cataluña llega al Congreso para "escuchar, dialogar, negociar y cambiar si es preciso" el contenido del proyecto. Además, indicó que "la mayoría" de los catalanes quiere Estatut, pero no como un "mal menor", sino como "estación central de acuerdo y cooperación" entre todos los catalanes y españoles a través de "dialogo, respeto y pacto".