Depikofino: «La década del gastrobar»
En la carta observamos una oferta heterodoxa, todos los platos llevan un toque personal, en los que se arriesga
Álvaro Salinero
Sevilla
En esta ocasión vuelvo a un restaurante que en su día estuvo muy de moda, en una buena zona de la capital sevillana como es La Buhaira y que se llama Depikofino. Un establecimiento que arrancó en el año 2002 capitaneado en ... cocina por Daniel Reche y que vivió el boom del gastrobar en nuestra ciudad.
Cumple a rajatabla el estereotipo de ese tipo de negocios, un híbrido entre la informalidad y el ambiente relajado de un bar con una oferta gastronómica más creativa inspirada en una cocina de autor. Cuenta con una amplia terraza, muy agradable para las noches que entran ahora y un comedor interior moderno. En la carta observamos una oferta heterodoxa, todos los platos llevan un toque personal, en los que se arriesga algo más de lo que comúnmente veo.
Comenzamos con su ensaladilla de melva canuteray una emulsión de pimiento semidulce que se hace protagonista de la mezcla, pero en este caso de una manera positiva ya que, aunque ese dulzor es algo extraño en esta elaboración, es agradable y aporta un pequeño contraste a la misma.
Seguimos con el pani puri, este bocado de origen indio que es una masa esférica que cuando se fríe sufla, en Depikofino lo rellenan con un salmorejo de espárragos y coronan con salmón ahumado. Curiosa europeización de éste ya que uno está acostumbrado a encontrar toda una explosión de sabores que caracterizan más a la gastronomía del subcontinente asiático, en cambio aquí encuentras más finura y suavidad.
Otra tapa que llamó mi atención fue su perrito de gambones con salsa de mostaza, miel, eneldo y queso parmesano. En un formato pequeño este bocadillo también se me hizo muy interesante, no abusa del pan que es uno de los defectos que me suelo encontrar y tiene un buen relleno.
Algo más tosco fue el plato de alitas bravas asadas que nos recomendaron, que traían patatas y kétchup especiado. Un conjunto sencillo pero que recuerda más a un plato de un bar universitario que de un restaurante.
Terminamos con su tapa estrella, que ganó el premio a mejor tapa innovadora. Se llama 'el último baño', una codorniz asada a baja temperatura y que viene en un plato en forma de bañera con una espuma a su alrededor. Excesivamente seca, el acompañamiento que llevaba tampoco le ayudaba.
Interesante la comida en Depikofino, llevaba mucho tiempo sin volver y aunque la carta ha variado poco, sus platos siguen siendo originales. El servicio fue agradable, aunque estaba bastante perdido.
- Terraza
- Barra para tapear
- Cruzcampo
- Abierto los domingos
- Tiene barril de cruzcampo
- Tapear en mesa
- Antes de coger el ave
Comida
3/5Servicio
3/5Ambiente
3/5- Creativa
- Cocina de temporada
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