Este rincón de tapeo, ubicado originalmente en la calle Antillano Campos, se ha convertido en todo un referente de la cocina tradicional sevillana, con recetas sin adornos pero llenas de sabor. Su fama ha sido tal que el negocio familiar ha tenido que crecer con los años, abriendo un segundo local en Pagés del Corro y preparando la apertura de una nueva sede en pleno centro de Sevilla, en la antigua Casa El Portón, en la calle General Polavieja.
Un templo del tapeo en Triana
Las Golondrinas es uno de esos bares en los que se nota el cariño de generaciones. La carta no pretende reinventar la rueda, pero sí bordar lo que ya funciona. Las puntas de solomillo, los aliños, los chipirones a la plancha o los pinchitos son solo algunas de sus tapas más pedidas, aunque hay una que ha acabado convertida en su santo y seña: el champiñón a la plancha con alioli verde, tan sencillo como adictivo. Un bocado que ha sabido ganarse incluso a quienes no son fan del hongo.
El grupo Las Golondrinas, además, ha conseguido trasladar su esencia a cada uno de sus locales, sin perder ese ambiente familiar, ni el compromiso con la materia prima. Próximamente, sumará un nuevo espacio en el centro, donde también se podrá disfrutar de desayunos —una novedad en su carta—, pero sin renunciar a sus clásicos de siempre.
En definitiva, si alguien busca entender por qué este es el bar favorito de Roberto Leal en Sevilla, basta con cruzar el puente y sentarse a la mesa. Allí no solo sirven tapas: sirven recuerdos, costumbre y ese tipo de cocina que no pasa de moda.
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