Bares de Sevilla con los que acertar si tienes invitados de fuera

El Rinconcillo

El bar más antiguo de Sevilla tenía que coronar esta ruta de sitios imprescindibles para llevar a las visitas. Ubicado en pleno centro, El Rinconcillo es un establecimiento con solera que lleva desde 1670 despachando cervezas y viandas a locales y visitantes.

Un espacio que conserva el sabor de la Sevilla de antaño donde disfrutar de recetas populares de cuna hispalense, como espinacas con garbanzos, pavías de bacalao, carrillada ibérica en salsa o un plato de jamón ibérico.

La Flor de Toranzo (Casa Trifón)

No tiene cocina, pero tampoco le hace falta para ser uno de los sitios predilectos. Con latas, montaditos y papelones, la histórica barra de La Flor de Toranzo ha conquistado los paladares y corazones de medio mundo, y se ha convertido en uno de los rincones más característicos del tapeo sevillano para mostrar la gastronomía local a los visitantes.

Desde su icónico montadito de anchoas y leche condensada, al de lomo con manzana, la conocida como Casa Trifón, es una barra con solera donde disfrutar de una Cruzcampo helada con alguna de sus chacinas y viandas, y saborear la Sevilla de siempre.

Bodegas Antonio Romero

Situadas en el centro de Sevilla, las bodeguitas Antonio Romero son perfectas para reponer fuerzas tras un paseo por el entorno de la Real Maestranza y el barrio del Arenal.

Además de sus conocidos montaditos Piripi, marca de la casa, cuentan con grandes clásicos de su carta, como montadito de pringá, tortilla de patatas, carrillada o choco en su tinta.

Bodeguita Casablanca

Enclavado en la avenida de la Constitución, junto a puntos de interés turístico, como la Catedral y el Archivo de Indias, Bodeguita Casablanca es una parada perfecta para agasajar el estómago tras un tour por el casco histórico.

De ambiente cofrade y taurino, está regentado por Antonio y Tomás Casablanca, dos primos hermanos que cuentan con un amplio bagaje en la hostelería sevillana.

En materia gastronómica ofrecen cocina tradicional de la región andaluza donde son imperdibles las papas aliñás que te ponen con la primera cerveza, su tortilla al whisky o la carrillada al vino tinto. También su guiso del día, espinacas con garbanzos o potaje de chícharos de toda la vida.

Se puede tapear siempre en la barra (en los veladores de la terraza exterior, de lunes a jueves) o bien comer a base de raciones en el salón interior.

Casa Morales

También a la vera del conjunto monumental de la Catedral, Casa Morales es uno de los establecimientos imprescindibles para enseñar a tus allegados cuando vengan a Sevilla.

Fundado en 1850, comenzó su andadura como tienda y bodega en la que se despachaban vinos de Valdepeñas. En la actualidad es una de las tabernas tradicionales de referencia en Sevilla para disfrutar del tapeo sevillano.

En su carta encontramos platos típicos del recetario andaluz, como carrillada ibérica, albóndigas de carne o de chocos, ensaladilla, montaditos o pavías de bacalao. También son famosos sus guisos, como el potaje de garbanzos, el cocido de tagarninas o el menudo, así como sus conservas, salazones y ahumados.

Taberna de Manolo Cateca

La barra que defiende Manolo Rodríguez, más conocido como Manolo Cateca, es un icono de la Sevilla de siempre a pesar de tener poco más de diez años de recorrido.

Instalada en la antigua tasca La Goleta, esta taberna situada junto a La Campana, destila autenticidad por los cuatro costados y una de las cartas de vinos generosos del Marco de Jerez más nutridas de la ciudad, que se despachan entre azulejos y se acompañan de montaditos, conservas, chacinas, algunos guisos, salazones y ahumados.

No abre por la noche y se llena con facilidad, por lo que hay que apresurarse antes de la hora punta del mediodía para disfrutar de un buen aperitivo con comodidad, ya sea acodado en la barra o en las mesas de la terraza.

Becerrita

Becerrita es uno de los clásicos de Sevilla que, desde que abriera sus puertas, ha acumulado una clientela devota de muchas de sus tapas, como la ensaladilla de gambas, por citar la más destacada.

Situado en la calle Recaredo, en un llamativo edificio del arquitecto sevillano José Espiau, ofrece una carta de base tradicional cargada de opciones, donde no faltan recetas clásicas como las croquetas de rabo de toro o sus buñuelitos de tortilla de patatas, que conviven con otras recetas más actuales como la torrija con morcilla de arroz y miel.

Casa Moreno

Peculiar donde los haya, éste es uno de los establecimientos con más encanto del centro de Sevilla para sorprender a invitados de fuera. Antiguo punto de encuentro de toreros, es la trastienda de un ultramarinos que conserva todo su sabor.

Con la familia Moreno y su incondicional Emilio Vara tras la barra, el visitante podrá deleitarse con un botellín bien frío y algunas de las viandas que sirven en papel de estraza así como sus emparedados.

Las Golondrinas

Desde sus míticos rabanitos aliñados hasta las tiernas -tiernísimas- puntas de solomillo de cerdo o los champiñones a la plancha rellenos de alioli. Las Golondrinas es uno de los referentes del tapeo en Triana desde que abriera sus puertas en la década de los sesenta.

En la actualidad cuentan con dos locales, el tradicional de la calle Antillano Campos que conserva la esencia de siempre con sus famosas sillas verdes de feria o los azulejos, y el último que abrieron en la calle Pagés del Corro que comparte la carta, pero en unas instalaciones más amplias y con terraza.

Donald

Enclavada en la calle Canalejas, muy cerca a la plaza de la Magdalena, la embajada de Mariano García es toda una institución en la hostelería sevillana. Un establecimiento que en los cincuenta años de recorrido ha conseguido mantener el sabor de su cocina tradicional y resistirse a las modas a pesar del turismo imparable.

Además de su célebre ensaladilla o sus huevos rellenos, ofrecen otros clásicos relevantes como menudo con garbanzos, riñones al jerez, pavías de bacalao, marisco, albóndigas o pechugas villaroy.