Bodega El Picadero, a la conquista de la calle Asunción

¿Quién gestiona el espacio? Actualmente la segunda y tercera generación llevan las riendas del grupo, que mantiene la imagen de marca y el concepto aunque se reparten la gestión de los locales de manera individual.

Francisco García Montero, nieto del fundador, será quien se encargue del espacio que acaba de abrir en Los Remedios. Junto a su hermano y su padre, es responsable de las bodegas El Picadero que hay en Esperanza de Triana y Pagés del Corro.

¿Qué puede encontrar el público? En esta bodega son maestros del desayuno, que es una de sus apuestas más fuertes. También del tapeo tradicional que incluye conservas, ibéricos, montaditos, ensaladilla y caracoles, entre otros.

¿Cómo son sus desayunos? Comienzan a las ocho de la mañana y presumen de ser tardíos, ya que los sirven hasta pasadas las 12.30. Ofrecen surtido de panes procedentes de Alcalá de Guadaíra: bollo, mollete, integral, semillas y artesano.

¿Qué se puede picar? Desde frutos secos a aceitunas y gildas. Hay quesos como payoyo, viejo, trufado y de romero, chacinas, tostas y tablas. Hay patatas fritas sevillanas de La papa que llevas.

¿Qué más tienen? Hay tapas frías como tomate con melva, ensaladilla, salmorejo o mejillones en escabeche. Los caracoles se los sirven diariamente desde El Cateto.

¿De qué son los montaditos? Son el plato fuerte de la carta y tienen casi 20 variedades. El protagonista es el «Picaderito», una receta que tienen desde los orígenes del grupo y que presume de contundencia: panceta, chorizo picante y morcilla de hígado. Otros montaditos son: de mechada, de pringá o de lomo al whiski.

¿Qué tienen de especial? La Bodega El Picadero de la calle Asunción llega con la intención de convertirse en punto de encuentro para la gente del barrio. Un amplio horario de apertura (desde las 8 a las 00) y carta para cada momento del día: por las tardes sirven cafés, bollería y copas.

¿Con qué maridan sus tapas? Hay Cruzcampo de barril que sirven en vaso cortado y caña, botellines de Amstel, Heineken y sin gluten. En cuanto a los vinos, dan importancia a los de Villanueva del Ariscal, localidad a la que pertenece la familia fundadora del grupo.

¿Cómo es el local? Ocupa una esquina llena de ventanales que lo convierten en una extensión de la calle Asunción, donde se puede contemplar el trajín de esta vía desde dentro.

Barra y contrabarra invitan a consumir en bancos altos, al igual que las mesas del exterior. En cuanto a la decoración, han apostado por elementos clásicos que han acompañado a las bodegas El Picadero desde sus inicios: falso pozo, cartelería antigua y fotos cofrades y taurinas. No falta un boceto de la diseñadora flamenca Lina, abuela materna de Francisco García, ni un retrato de su abuelo, el torero Curro Montero.