Dónde comer bien en Córdoba cerca de los patios del Festival Flora 2021

Además de un vino en el tradicional y conocidísimo bar Puerto Rico, muy cerquita está Maruja Limón Taberna Moderna , en el local que durante los 80 ocupase Paco Cerezo y más tarde mucho tiempo La Merced. Se trata de un lugar dedicado a la comida tradicional. No faltan el salmorejo, el flamenquín, los cogollos, el tomate, las berenjenas con miel o el rabo de toro. Pero tampoco otras estrellas del tapeo andaluz y español

Hacia el otro lado, en el conocido pasaje de Rumasa, el comensal cuenta con dos opciones diferenciadas. Por un lado el Bar de Paco Morales , apuesta del responsable de Noor por un tipo de cocina más informal pero que mantenga una indudable calidad. No hay que perderse su salmorejo de naranja, las ostras o el exitoso bocatín de calamares, además del surtido de croquetas.

Y al lado una de las referencias indispensables de la comida tradicional de Córdoba, Pic-Nic , fundado en los años 80 por Antonio Canals y que desde su muerte lleva su hija, Marta Canals. Es uno de los clásicos de la ciudad. Puede presumir de una cocina de mercado, cuyo éxito radica en la bondad de sus materias primas.

Si se continúa el comensal entre en Gran Capitán y calles adyacentes con toda su oferta, en una zona llena de ellas, desde la Taberna de Almodóvar en un extremo a Campos de Mar en el otro. Entre medias La Cueva de 1900, Volapié o el Lindero. Cruzando el flamante premio Gurmé La Cuchara de Tony Montes. Los amantes de la hamburguesa tienen a Goiko , y los del japonés a Sibuya .

Si se juzga mejor andar hacia la Puerta del Rincón están las opciones de La Sastrería , pero poco antes la de Arbequina , del Hotel Hospes Bailío.

Hablar de Viana y gastronomía cerquita es hablar de taberneo. Ya en la propia plaza de la puerta principal está la pequeña taberna Viana, que sin embargo al contar con terraza en dicha plaza tiene un inusitado éxito.

Justo en la puerta de acceso del patio de las columnas está la placita en la que se encuentra Las Beatillas, taberna con solera, patio cordobés, ambiente taurino y una carta tradicional donde no falta una receta de las que no deben faltar. Cuenta además con guisos, platos de casquería y es de los pocos, quizá el único lugar de Córdoba que pone ancas de rana.

Siguiendo hasta la iglesia de Santa Marina nos encontramos con la taberna del mismo nombre , completamente remozada desde hace unos años y lista para servir su comida muchas más décadas, pues hay que recordar que es de las más antiguas de Córdoba. Cuenta con terraza en una de las caras de la Iglesia, una carta tradicional pero numerosas sugerencias en su pizarra, algunas de ellas se salen de lo acostumbrado.

Hacia el otro lado nos encontramos con el restaurante italiano El Patrón, pionero de Córdoba en esta gastronomía. Desde hace lustros es uno de los lugares más concurridos de Córdoba. Su fuerte son las pizzas y además de varias salas cuenta con un bonito patio abajo. Para acompañar no hay que perderse sus sangrías.

Desde Viana y a solamente ocho minutitos andando, se se llega a la zona de San Lorenzo. Allí esperan al comensal tres opciones, Casa Luis y Tu Momento , ambos volcados con la comida tradicional aunque distintos en su estética (más taberna de toda la vida Casa Luis y un bar más moderno Tu Momento) pero perfectamente compatibles para tomarse unos vinos y cervezas con algunas ración en uno y otro. Y luego La Cuchara de San Lorenzo flamante Premio Gurmé por parte del jurado y reciente Sol Repsol.

Cerca de la Posada del Potro se agolpan las posibilidades gastronómicas en muy diversos estilos. Basta con cruzar la calle Lucano para encontrarse con la Taberna el Potro y al lado La Siesta y Sojo Fusión , o lo que es lo mismo, tradición, una mezcla entre tradición y vanguardia, y vanguardia a secas. Y todo en tan sólo unos metros con la guinda de la Taberna del Río y su carta informal, con la posibilidad de coctelería en su azotea.

A cinco minutos están Bodegas Campos , o lo que es lo mismo, uno de los restaurantes tradicionales más importantes de Córdoba. Y en la Ribera otro completamente diferente, Cocina 33 , volcado con las recetas más soprendentes.

En la muy cercana también Cruz del Rastro, está Bodegas Mezquita , pero también la opción singular de La Bicicleta , el paraíso de las totas y los zubatas (zumos con licores). Incluso algo más arriba y sin andar demasiado se llega a La Boca y su peculiar primo hermano que convive en su patio y cuenta con una notable carta de street food: El Perro Andaluz.

Patio de los Naranjos de la Mezquita (Artista: Shane Connolly)

Hablar de comer en torno al Patio de los Naranjos es ya una enumeración gigantesca, puesto que se concentran múltiples bares restaurantes y tabernas. A un lado de la Mezquita la Casa Palacio Bandolero y su conocido patio. Justo al otro la (relativa) frugalidad de la tortilla del Santos , famosa por su grosor y poder tomarla en la calle.

Junto a la calleja del Pañuelo Doble de Cepa , donde además hay actuaciones flamencas, bien queda la opción de seguir andando un poco a Gastrotaberna Macsura , que fue también premio Gurmé del ABC Córdoba, o hacia la Ribera a degustar la creatividad del restaurante Regadera (otro premio Gurmé). También es en esa zona de la Ribera muy recomendable La Furgo u otro de los establecimientos de Bodegas Mezquita . Entre medias, a 50 metros de la Mezquita, el comensal puede optar por la mezcla de cocina argentina y española de la Tranquera, un asador con lo mejor de ambos países, y en el caso de España fundamentalmente los clásicos cordobeses.

En la calle Deanes más opciones, la tradición de Rafaé , o la comida más contemporánea que se basa en ella de Patio Romano . En la calle Romero dos superclásicos, El Churrasco y Casa Pepe . Entre ambos la Taberna n º 10 . El Rincón de Carmen siempre luce lleno por algo, y ahora cuenta con magníficas críticas el restaurante árabe Damasco .

No olvidemos que un poquito antes de Romero, en la calle Almanzor, está El Choto , experto en carnes y arroces.

Saliendo hacia campo de los Mártires, muchas más posibilidades. Las dos primeras peculiares por la singularidad de ambos establecimientos. Hablamos de La Chiquita de Quini , que también tiene actuaciones, y algo después La Fragua . Y ya en Campo Santo de los Mártires no puede faltar Almudaina , otro de los grandes restaurantes tradicionales de Córdoba.

Patio del Museo Arqueológico (Artistas: Inés Urquijo y Nuria Mora)

Cuenta la ventaja de la visita a esta instalación no sólo con la obra del artista y el propio Museo Arqueológico, sino con poder degustar buenos platos gracias a La Cavea en la plaza de los Páez de Castillejo. Y es que dicha plaza es uno de los rincones más bonitos y recoletos de la ciudad. Y la comida de La Cavea un seguro de calidad.

Y a la vuelta de la esquina, como quien dice, está la Taberna Séneca , en la plaza del mismo nombre, una de las tabernas de la Sociedad de Plateros y de las más antiguas de Córdoba.

Pero volvamos a la plaza. En uno de sus lados está la cuesta de Pero Mato, otra peculiaridad de Córdoba. Además de que la escalinata, de peldaños amplios y enormes que obligan a un esfuerzo de alpinista (exageramos un poco a la andaluza) está dedicada a un médico…que asesinó a su esposa precisamente al serle infiel con un Páez de Castillejo . Eran otros tiempos algo más…toscos.

Pero vamos a lo que vamos. Si se sube la escalinata se llega por Alta de Santa Ana a Ángel de Saavedra. Allá cerca está la opción tabernícola de El Picoteo de El Gallo, y mue cerca la peruana y japonesa de La Conchinchina. También las pizzas de Gino`s o el tapeo con cervezas artesanas de Cepa.

Si se prefiere evitar la cuesta, y pasando la mencionada Plaza de Séneca, se llega a la Compañía con El Patio de la Compañía, del antiguo responsable de Carrasquín, y luego a la Plaza de las Tendillas ya con un sinfín de opciones, desde el Gran Bar o Tendillas 5 al propio Carrasquín o el Tollín . O yendo hacia San Miguel con La Montillana , El Coto o El Pisto.

Buen provecho y a disfrutar de Flora.