Con el título de una canción compuesta por los maestros Quintero/León/Quiroga y popularizada por Gracia Montes y también el mismísimo Manolo Escobar, ‘Maruja Limón’ toma el nombre de aquella popular rumba y especifica más tarde ‘taberna moderna’, para aclarar un contraste entre tradición en innovación con una rima propia de coplilla.
Era una rosa morena/Con los labios de coral/Y un hombre, al verla con pena/Cantaba y cantaba por la madrugá/. No hay penas que valgan sin embargo en ‘Maruja Limón, taberna moderna’ que empezó su andadura hace dos años, en el 2019, en la Plaza de Colón, y en un local de sobra conocido por los cordobeses. Por allí han pasado establecimientos que tuvieron enorme acogida durante años, como Paco Cerezo y después la cervecería La Merced.
Por la parte de Maruja, esta taberna ofrece una carta clásica, en la que no faltan los grandes éxitos de la cocina cordobesa, como el salmorejo, el flamenquín, los cogollos, el tomate, las berenjenas con miel o el rabo de toro. Pero tampoco otras estrellas del tapeo andaluz y español, véase el cochifrito, las patatas bravas, al pelotón, croquetas, japutas, ensaladilla rusa, boquerones en vinagre o lagrimitas de pollo, entre un surtido donde no faltan guisos como carrillada o callos, tampoco carnes: solomillo, chuletón y presa.
El local cuenta también con opciones para los más pequeños, como macarrones, hamburguesa, huevos fritos, tortilla francesa o arroz a la cubana.
Y si esa es la parte Maruja Limón más tradicional, la taberna moderna tiene dos vertientes. Por un lado el horario extendido, desde las 8:00 hasta el cierre, y además con cocina desde el principio, lo que supone una amplia variedad de desayunos. Y no solo de tostadas vive el hombre, sino también de toda la posibilidad que dan los proteicos desayunos con huevos.
Y también de moderna está la decoración y estética, que combina la claridad con luz exterior, los tonos blancos y una ambientación minimalista que contrasta con los cuadros de famosas folklóricas colgados en la pared. Entre ellas se encuentran los rostros a tamaño XL de Sara Montiel, Lola Flores o Carmen Sevilla.
En ‘Maruja Limón, taberna moderna’ además se pone una tapa con cada consumición. El local, su situación y la oferta, han conseguido que cuenta con una amplia clientela de todas las edades, y no es extraño ver compartir la terraza a veinteañeros y personas muy mayores en torno a un medio, posiblemente los antiguos clientes cuando eran jóvenes de aquel Paco Cerezo.
Y así ‘Maruja Limón’ es paradójicamente el lugar adecuado para olvidar las penas de amores que entristecían a la protagonista de la famosa canción.
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