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«Los jóvenes no dejan 'colgados' a sus amigos en una charla digital por el impacto emocional que supone»

Un estudio de la FAD y SM aseguran que las redes sociales, «lejos de promover el aislamiento en adolescentes se revela como un espacio donde expresarse y compartir preocupaciones»

Así eligen tus hijos sus amigos, según la edad que tengan

La amistad es uno de los pilares fundamentales en la jerarquía de valores de los jóvenes ABC
Laura Peraita

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Cierto es que los primeros indicios de relaciones sociales se dan en la infancia para dar lugar a lazos de amistad que suelen ser especialmente fuertes e importantes a partir de la adolescencia. Es entonces cuando los jóvenes se sienten más autónomos de sus padres y 'más mayores', lo que invita a vivir y compartir nuevas experiencias a la espera de sentirse comprendidos por el grupo de iguales.

Teresa Saiz, de 16 años, es muy consciente de que «no es lo mismo un amigo que un conocido». «Un amigo es una persona con la que tienes confianza, con la que hablas de verdad y con la que, en cierto modo, puedes ser tú mismo. Un conocido, sin embargo, es alguien que conoces, pero sin tener tanto vínculo como con un amigo».

En la misma línea se manifiesta Jaime Erhardt, un joven de 16 años, quien considera que «se puede considerar a un amigo a aquel en el que puedes confiar, contarle tus problemas y con el que hay una conexión. Los amigos cercanos no deberían ser muchos, luego están aquellos con los que puedes hablar, pero no de manera tan próxima».

Por su parte, Irene Losada, de 17 años, hace su propia clasificación de la amistad: «Por un lado tengo a los amigos cercanos que son en los que confío del todo; después tengo amigos que son unos cinco, más o menos; y el resto son el extrarradio, porque están ahí y son amigos de mi amigos, pero no son muy amigos míos, los tengo más como conocidos. Es decir, que amigos tengo muy pocos».

Con independencia del número, lo que parece claro es que la amistad sigue siendo uno de los pilares fundamentales en la jerarquía de valores juveniles y entre los aspectos que los adolescentes consideran más importantes como referente esencial fuera de la familia. Al menos así lo matizan las conclusiones del estudio «El valor de la amistad en la adolescencia y la juventud 2023» realizado por FAD Juventud y Fundación SM.

El informe destaca que la amistad proporciona a la juventud la sensación de ser valorados, ofreciéndoles un espacio donde alguien les entiende, escucha y respeta, percibiendo que «importan», lo que les da seguridad generando sensaciones esenciales para su desarrollo social y personal tales como la integración, la empatía, la lealtad, la confianza o el respeto. Además las amistades les ayuda a mejorar.

Respecto al uso de pantallas y de las redes sociales señalan que pueden favorecer que los adolescentes desarrollen los lazos de amistad. Sin embargo, no todos logran crear esa red de seguridad, enfrentando riesgos de desequilibrios personales. Esto -tal y como se señala en la investigación- no solo afecta a la formación de su identidad personal, sino que también influye en sus acciones: las rutinas, los hábitos y la forma en que abordan las actividades y la vida en general.

Según datos de la investigación, en la que participaron 40 jóvenes -y que incluyó la realización de grupos de discusión, grupos triangulares y el análisis de diarios personales-, los amigos actúan como espejos, reflejando y validando su propia personalidad, lo que les ayuda a consolidar su sentido de identidad y pertenencia en un mundo a menudo percibido como fragmentado y volátil.

Además, reafirman la importancia de la confianza, sinceridad y reciprocidad como pilares esenciales en la formación de relaciones duraderas. Estos principios no solo son clave para fomentar conexiones profundas y significativas, sino que también actúan como cimientos de amistades que resisten los retos, tanto personales como tecnológicos.

La pandemia del Covid-19 puso a prueba la resiliencia de estas relaciones. En momentos de interacción limitada, la investigación demuestra que las herramientas digitales fueron esenciales para mantener y fortalecer las amistades. Lejos de promover el aislamiento, las redes sociales se revelan como espacios vitales donde adolescentes y jóvenes no solo se expresan y comparten preocupaciones, sino también gestionan su intimidad con madurez. Estas plataformas digitales, criticadas a menudo por superficializar las relaciones, en realidad tienden a fortalecer los lazos de amistad y facilitan una comprensión mutua profunda, destaca este estudio.

A través de las redes sociales y comunicaciones digitales, los jóvenes han aprendido a apreciar la soledad sin sentirse solos, un equilibrio esencial para el autocuidado personal. Por tanto, la investigación menciona que las tecnologías, lejos de ser un vehículo de desconexión, les han permitido a los jóvenes establecer límites y fomentar el autoconocimiento.

Jaime Erhardt, de 16 años, reconoce que ha conocido a otras personas a través no solo de las redes sociales, sino de algunos videojuegos «que no se pueden considerar amigos, para nada. Cuando uno conoce una persona a través de un videojuego, en una partida que tiene una duración de 20-30, se puede hablar del juego, pero nada más… Puede ser una persona de un país u otro país con gustos comunes, pero que no lo podría considerar un amigo. Es decir, vamos aprendiendo que las amistades, lo que se considera amistad de verdad, se refiere a las personas que, por ejemplo, son amigos del colegio que vemos todos los días, lo que une un montón. De hecho, en verano se echa de menos el no poder estar todos los días con ellos y hablar de todo. Entonces en redes sociales es una persona que puedes hablar de vez en cuando con ella, pero es que no conoces de nada, no la ves, es muy difícil crear un vínculo así».

Para Teresa Saiz resulta más importante, no obstante, estar con sus amigas físicamente. «Cualquier conversación en persona es mucho mejor que la que vayas a tener por cualquier red social. Las risas no se oyen por whatsApp y no se escucha el tono de los chistes. Es verdad que cuando no tengo la oportunidad de estar con ellas me encanta llamarlas por videollamada y tener ese sentimiento de cercanía. Lo que no me gusta es mantener una conversación seria o más profunda por whatsApp porque pierde toda la gracia».

Señala el informe que la juventud muestra una notable responsabilidad en la comunicación mediada por la tecnología. Están perfectamente sensibilizados de no dejar a sus amistades 'colgadas' en las conversaciones digitales, conscientes del impacto emocional que pueden tener sus acciones. Esta actitud cuidadosa refleja un compromiso serio con la empatía y la consideración hacia los demás.

Para muchos jóvenes, los amigos se convierten en una «familia elegida», un testimonio de cómo la línea entre las relaciones familiares y de amistad se está desdibujando. Este fenómeno resalta cómo la juventud valora y prioriza las relaciones basadas en la confianza, el respeto mutuo y la afinidad emocional.

Del mismo modo, señalan que las TRICO (Tecnologías de la Relación, Información, Comunicación y Ocio) han revolucionado la manera en que la juventud interactúa y mantiene sus amistades, presentando tanto desafíos como oportunidades para la conexión interpersonal. No solo enfrentan estos retos con resiliencia, sino que también han desarrollado estrategias efectivas para fortalecer sus lazos sociales a través de la tecnología.

Ansiedad ante el tiempo de respuesta

Uno de los principales desafíos que enfrenta la juventud en el contexto digital es la gestión del tiempo de respuesta. Ante la presión por responder de forma inmediata, muchos jóvenes están estableciendo límites claros y aprendiendo a priorizar interacciones significativas sobre la rapidez, reduciendo así la ansiedad asociada a una comunicación constante.

Otro desafío importante es la sensación de saturación y sobreexposición digital. Para combatir la fatiga digital, optan por períodos de desconexión, enfocándose en actividades fuera de la esfera digital. Esta práctica no sólo preserva la intimidad, sino que también fomenta relaciones más profundas y auténticas cara a cara.

La comunicación emocional efectiva es otro aspecto que plantea desafíos en el entorno digital. En respuesta a la ausencia de señales no verbales en la comunicación digital, los jóvenes utilizan emojis, GIFs y otros elementos visuales para añadir una dimensión emocional a sus conversaciones, lo que ayuda a prevenir malentendidos y enriquecer la interacción.

Desconexión voluntaria

La desconexión voluntaria se está convirtiendo en una declaración de autonomía y salud mental. Elegir cuándo y cómo desconectarse está siendo reconocido como una habilidad esencial para mantener relaciones saludables y duraderas, fomentando así la independencia personal y el respeto mutuo entre amistades.

Por otra parte, el estudio, que ha sido presentado por la directora General de la Fundación SM, Mayte Ortiz; la directora general de Fad Juventud, Beatriz Martín Padura; la coordinadora de Investigación y Evaluación Educativa de la Fundación SM, Ariana Pérez Coutado; la directora del Centro Reina Sofía de Fad Juventud, Anna Sanmartín; y el investigador y autor del estudio, Ignacio Megías, ha analizado también cómo se manifiestan los discursos de género en las amistades, revelando que los estereotipos tradicionales aún influyen en cómo jóvenes de diferentes géneros experimentan y gestionan sus relaciones:

• Expectativas de comunicación y apoyo emocional: tradicionalmente, se espera que las mujeres proporcionen apoyo emocional, mientras que de los hombres se espera acción. Sin embargo, los jóvenes están desafiando estas normas sociales buscando equilibrio y profundidad en sus interacciones, con independencia del género.

 • Actividades y formas de relacionarse: mientras que los hombres suelen enfocarse en actividades grupales y comunicación basada en el humor, las mujeres priorizan el contacto emocional y físico en sus amistades. No obstante, hay una tendencia creciente entre jóvenes de ambos géneros a fusionar estos estilos para formar relaciones más completas y satisfactorias.

 • Deconstrucción de los roles de género: gran parte de la juventud está abogando por una mayor apertura emocional y comunicativa, especialmente entre los hombres, y buscan relaciones que trasciendan los prejuicios y expectativas tradicionales.

Estas tendencias indican un cambio progresivo hacia relaciones más inclusivas y equitativas, donde los roles de género están siendo revisados y reformulados para reflejar una sociedad más consciente y adaptada a las realidades de la juventud actual.

Respecto a la posibilidad de que se rompa una amistad, el estudio señala que resulta evidente que para muchas personas genera experiencias traumáticas. Apuntan que se percibe una tendencia a transformar la resignación (la amistad se termina) en aprendizaje, por la vía de blindarse rebajando las expectativas. Pero por el camino de la resignación y la reducción de expectativas (¿y de ilusiones?) no se neutralizan o manejan adecuadamente algunas emociones y sentimientos, como la posible sensación de culpabilidad por no haber sabido conservar algo que teóricamente era ideal, y que es uno de los escasos bastiones que existen.

Pérdida de la amistad

Pero hay otro aspecto que, según los autores del estudio, tal vez es más relevante, y es que los testimonios que oscilan entre la resignación y la amargura no ocultan algo que parece evidente: socialmente no se educa para la pérdida de la amistad, ni para afrontar el duelo correspondiente. Porque, por ejemplo, de la pérdida de una relación de pareja, y de todas las emociones asociadas a ese proceso, se habla públicamente, se abordan (entre los amigos y las amigas), se ofrecen estrategias de aceptación y superación, etc. Algo que no parece ocurrir respecto a la amistad, circunstancia que revela la urgencia de mejorar la educación sentimental asociada a las relaciones de amistad.

En relación al valor de la amistad en la actualidad en relación a generaciones pasadas, Jaime Erhardt considera que se ha mantenido siempre igual a lo largo de la historia. «Decía Cicerón en un tratado sobre la amistad que se valora como un pilar fundamental que te forja la personalidad y los valores que tienes. Yo creo que elegir los amigos de forma sabia es imprescindible para tu vida. El mundo va cambiando según vamos creciendo y de generación en generación, pero la amistad es algo que se ha valorado en todas las generaciones».

Sin embargo a Irene Losada sí le parece que se vive la amistad de forma diferente que en otras generaciones. «Ahora hay mucha gente que tiene grupos de amigos de 20 personas, y no se conocen tanto entre ellas, y, por ejemplo, mi abuelo siempre me habla de su mismo amigo, no tenía más. Algo ha cambiado a lo largo de las generaciones».

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