El PSOE ignora la despolitización del CGPJ que pide la UE
El programa defiende el actual sistema, que Bruselas pide cambiar para mejorar su independencia
Sánchez defendió en su día un sistema de «concurso público» para los órganos constitucionales
Transcurridas casi las primeras veinticuatro horas de la campaña, el PSOE presentó en la tarde de ayer su programa electoral, el último de las cuatro grandes formaciones que concurren a las elecciones generales del próximo 23 de julio –además del Partido Popular (PP), Vox ... y Sumar– que se conoce. En casi trescientas páginas, adelantadas en parte en un acto celebrado horas antes en Madrid por el propio Pedro Sánchez, los socialistas reivindican su acción de Gobierno desde la llegada al mismo en 2018, tras la moción de censura que derrocó a Mariano Rajoy, primero en solitario y a partir de 2020 con Unidas Podemos en la mesa del Consejo de Ministros. Y no ahorran críticas a los partidos del centro-derecha, a los que se refieren en la primera página del documento: «Por primera vez desde la recuperación de nuestras libertades democráticas, el Partido Popular ha abierto la puerta de instituciones y gobiernos a la ultraderecha. Y con esos gobiernos de ultraderecha ha llegado una agenda reaccionaria ya aplicada allá donde gobiernan PP y Vox».
En el Bloque VI de dicho programa, el partido ahora en La Moncloa ignora la despolitización del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que viene reclamando la Comisión Europea, sin ir más lejos en el informe presentado esta misma semana por el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, en el que se reclama la renovación del CGPJ, en la prórroga de su mandato desde hace cinco años al no haber logrado un acuerdo el PSOE y el Partido Popular (PP), entre acusaciones mutuas de incumplimiento. Ese texto del Ejecutivo comunitario vuelve a insistir en que además de esa renovación se produzca, con carácter inmediato, el cambio en el sistema de elección para que sean los propios jueces quienes elijan a los vocales judiciales.
En España el PP defiende que de los veinte vocales del órgano de gobierno de los jueces, los doce que deben ser jueces o magistrados sean elegidos por esos mismos profesionales de la judicatura, reservando la elección por las Cortes Generales únicamente a los ocho restantes, que no tienen por qué ser jueces de carrera. Sin embargo, el PSOE fija ahora negro sobre blanco y en un lugar tan solemne como su programa, el principal compromiso de un partido con los ciudadanos, hace una cerrada defensa del modelo vigente, en el que todos los vocales del CGPJ son designados finalmente por el Parlamento. Así, los socialistas se comprometen a «defender el modelo de elección del Poder Judicial avalado por el Tribunal Constitucional y consagrado por un pacto de Estado».
La «fuente de legitimidad»
En esa línea, y de cara a la futura legislatura, anuncian que «seguiremos exigiendo la inmediata renovación del Consejo General del Poder Judicial con el sistema actual de doble legitimación en su elección, conectando el gobierno de los jueces con la única fuente de legitimidad, ya que como señala el artículo 1.2 de la Constitución Española, todos los poderes del Estado emanan de la soberanía nacional que reside en el pueblo español».
Lejos queda el Sánchez que en 2016, cuando se sometió por primera vez a un debate de investidura –a la postre fallido al no tener más apoyos que el Ciudadanos (CS) de Albert Rivera, con el que firmó un acuerdo de gobierno– defendió desde la tribuna del Congreso un «concurso público» para seleccionar tanto a los miembros del CGPJ como a los de otros órganos constitucionales o altas instituciones del Estado. Sánchez afirmó entonces, incluso, que se trataba de una «revolución». Rajoy le miraba escéptico en su escaño, mientras Rivera asentía en el suyo. Eran otros tiempos.
Por lo demás, el programa socialista está cargado de promesas y compromisos centrados en los jóvenes y el sistema sanitario o el de pensiones. Fueron los que Sánchez se reservó para esbozar en el acto en Madrid con los ministros de la parte socialista. Entre ellos la gratuidad de los estudios universitarios y de Formación Profesional (FP) para los jóvenes que «vayan aprobando las asignaturas a la primera», algo que se articularía con un sistema de créditos, detalle que el candidato socialista omitió en su explicación. Además, el programa también promete transporte público sin coste para niños y jóvenes estudiantes de hasta 24 años.
En cuanto a la Sanidad y el problema de las listas de espera, el PSOE asegura poder establecer, si sigue en el Gobierno, unos tiempos máximos. De 120 días para intervenciones quirúrgicas, de 60 para consultas a especialistas, de 30 para pruebas y de 15 para asistencia psicológica.
En materia de pensiones, el compromiso del actual presidente es blindar en la Constitución «el poder adquisitivo de las pensiones» para que «en cualquier circunstancia» se haga, explica el programa, «con arreglo al IPC». Y en materia de vivienda los socialistas abogan ahora tanto por extender siete años las hipotecas para aliviar a las familias con esa carga, como por crear cuentas de ahorro para primera vivienda en la que los más jóvenes puedan acumular hasta 30.000 euros exentos de tributar.
Sánchez y sus ministras Nadia Calviño y María Jesús Montero prometieron ayer llevar todas estas medidas «al BOE». El mismo que lleva cinco años en su mano.
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