«Comando Otazua»
Zapiain, ya en prisión junto con los otros tres detenidos, confiesa catorce atentados
Es el sistema que utilizaron con Eduardo Puelles, con un escolta en Bilbao y con un policía nacional de Zorroza con quien falló el mecanismo
Frente al Patronato Militar de Santoña (Cantabria), donde murió el brigada Luis Conde y frente a la casa cuartel de Burgos (más de 60 heridos)
Contra juzgados, oficinas del Inem o antenas-repetidores. Tenían información sobre jueces, fiscales, empresarios, ertzainas y cuarteles
No es habitual que los etarras detenidos que confiesan en sede policial hagan lo mismo cuando pasan a disposición judicial, pero el miembro del «comando Otazua» Iñigo Zapiain rompió ayer esa máxima y reconoció ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska su participación hasta en 14 atentados. Entre ellos se encuentran los asesinatos del brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz, el 22 de septiembre de 2008 en Santoña (Cantabria), y el del inspector de Policía Eduardo Puelles, el 19 de junio de 2009 en Arrigorriaga. También la bomba-lapa situada en los bajos del vehículo de un escolta en Bilbao que resultó herido (9 de octubre de 2007) y el atentado contra la casa cuartel de Burgos que se cobró más de 60 heridos el 29 de julio de 2009, un día antes de que fueran asesinados en Mallorca dos guardias civiles, las últimas víctimas de ETA hasta el momento.
Como ya hizo el día anterior con el jefe del «comando», Daniel Pastor, cuya comparecencia tuvo que adelantar después de que el etarra se autolesionara en dos ocasiones, Grande-Marlaska dictó ayer prisión para los otros tres etarras (el propio Zapiain, Beatriz Echevarria y Lorena López) por los delitos de integración en organización terrorista, tenencia de armas y explosivos y falsificación de documentos oficiales. En el mismo auto de prisión, el juez deduce testimonio de los atestados y declaraciones policiales y judiciales de los terroristas para que los juzgados correspondientes (los seis de instrucción de la Audiencia Nacional) los incorporen a las causas que instruyen.
El instructor sitúa a los cuatro terroristas en el «comando Otazua» (que operaba en la provincia de Vizcaya y otras limítrofes, como Cantabria y Burgos) al menos desde el año 2006, cuando habrían sido captados por la etarra Saioa Sánchez Iturregi, detenida en Francia un año después.
«Carteles-trampa»
Además de la confesión de Zapiain en sede policial y judicial y la policial de Beatriz Echevarria, Marlaska atribuye al «comando» la autoría de estos atentados por los efectos intervenidos en sus domicilios, como los más de 200 kilos de explosivo en el de Pastor o los carteles que avisaban de la existencia de explosivos en la vivienda de Zapiain y Echevarria. Sobre este punto, el juez señala que estos carteles, que utilizaron sobre todo en antenas-repetidores, «no obedecen desde luego a ningún intento de alertar a posibles víctimas, puesto que contrariamente» en dos de ellos se llevó a cabo el «trampeado» de los artefactos «con el ánimo evidente de causar víctimas entre los agentes encargados de su desactivación».
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