Un primo como para sentirse orgulloso
POR D. PÉREZMADRID. José Javier Brey Abalo es un científico de prestigio. Catedrático e investigador de la Universidad de Sevilla en el Área de la Física Teórica, especializado en Mecánica
POR D. PÉREZ
MADRID. José Javier Brey Abalo es un científico de prestigio. Catedrático e investigador de la Universidad de Sevilla en el Área de la Física Teórica, especializado en Mecánica Estadística, con 154 publicaciones en su haber, 1.870 citas y un índice «H» de 23, que no es poco.
Esto del índice «H» puede sonar a película de espionaje, pero es el baremo que se usa para conocer la calidad de un investigador. Fue ideado por Jorge Hirsch, de ahí la H, de la Universidad de California, y se basa en la cantidad de citas que recibe un artículo científico en el mundo. Un 23 es una cifra alta para la media española -Bernat Soria, por ejemplo, llega a 28- y normal para la media estadounidense o británica.
Brey es, además, primo hermano de Mariano Rajoy. La madre del líder del PP, Olga Brey, es hermana de Raúl, militar y padre del renombrado físico. José Javier y Mariano se suelen encontrar en verano en su Galicia natal. Nadie sabe sobre qué conversan en las horas muertas del estío, pero la utilización por parte del político de unas palabras del científico han hecho a éste último inesperadamente famoso.
José Javier Brey declinó realizar ninguna declaración sobre la polémica. En el meollo de la misma se encuentran unas declaraciones suyas en una entrevista de septiembre. Le cuestionaron sobre el materialismo científico y señaló: «Es un ejemplo moderno de la manipulación de la ciencia, de su utilización para justificar algo, para darle valor a las cosas o quitárselo. Se invoca a la ciencia para decir si Dios existe, que no existe, para el cambio climático... Traes a los cien mejores científicos del mundo y no te pueden asegurar al cien por cien si pasado mañana va a llover en Sevilla. Y hay seudocientíficos que saben lo que va a ocurrir dentro de 300 años con el cambio climático...».
Esta coletilla final, recordada hace un par de días por su primo Mariano, es la que activó la caja de los truenos. Los ecologistas se alarmaron. Los alarmistas se desgañitaron y los adversarios políticos de Rajoy cazaron al vuelo la oportunidad y se dieron prisa en enchufar los amplificadores. De repente, Brey carecía de autoridad para opinar sobre el cambio climático. Cierto es que no es su área habitual de estudio, aunque un físico adscrito al Instituto Nacional de Metereología señaló a ABC que «la Mecánica Estadística, su gran especialidad, sí que tiene algo que ver con el cambio climático, porque hasta que se demuestre lo contrario, la climatología es una ciencia estadística».
Pero Brey no piensa perder el tiempo en aclarar conceptos, ni en dar explicaciones a una frase sacada de contexto, porque el suyo ha sido siempre el de la Ciencia. Espacio en el que dirige actualmente un proyecto sobre «Flujos granulares: correlaciones, fluctuaciones y efectos de densidad finita», que debe ser entregado a finales de 2008. Además, en sus palabras no se ponía en duda el cambio climático, sino a los que vaticinan lo que pasará dentro de cientos de años.
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