«Abu Dahdah» reitera que no existe ninguna célula y que «todo es un invento»
El periodista de Al Yazira Taysir Alony responde al fiscal que este proceso ya ha sido un «castigo ejemplar» para todos los musulmanes, que ya no se atreven ni a hablar
El juicio contra la célula española de Al Qaida, en el que el fiscal acusa a 24 presuntos terroristas de haber prestado apoyo logístico y financiero a la red de Bin Laden -y en algunos casos a los autores materiales de los atentados de Nueva York-, quedó ayer visto para sentencia después de que ocho procesados, entre ellos el presunto jefe de la célula, «Abu Dahdah», hicieran uso de la última palabra que la ley les concede para reiterar su inocencia.
Barakat Yarkas, quien se enfrenta a una petición fiscal de 74.340 años de cárcel por los 2.973 asesinatos del 11 de septiembre, aseguró que no existe ninguna célula terrorista, que «todo es un invento» y, en este sentido, mostró su esperanza de que la Sala «revise» el contenido del sumario antes de dictar sentencia. Al igual que hizo durante su declaración, «Abu Dahdah» justificó su relación con los procesados en que su profesión de comerciante le lleva «a hablar con mucha gente», todos «amigos y compañeros paisanos con los que comparto costumbres y cultura», dijo. Además, aprovechó la oportunidad para condenar los atentados del 11-S y «los de Madrid», algo que también hizo el único español procesado en esta causa, «Yusuf» Galán, quien, ante el asombro de todos, proclamó también «la autodeterminación de Euskal Herria».
Entrevista con Bin Laden
El alegato más duro vino de la mano del periodista de Al Yazira Taysir Alony, quien aseguró que este juicio ya ha supuesto un «castigo ejemplar» para la comunidad musulmana, que ya no se atreve «ni a hablar por teléfono». «Han cortado todas las relaciones sociales», sentenció Alony, quien apeló, además, al criterio de todos los periodistas extranjeros que han valorado su entrevista con Bin Laden -y las circunstancias que la envolvieron- como meramente «profesional».
Este macrojuicio contra el terrorismo islamista, que empezó el 2 de abril y se ha desarrollado en 53 sesiones repartidas en una veintena de días, es el primero que se celebra en el mundo después de los atentados del 11-S en Nueva York y de los del 11-M en Madrid. De ahí que esta circunstancia vaya a convertir a España en pionera no sólo a la hora de enjuiciar a algunos de los presuntos responsables de aquellos hechos, sino también cuando la Sección Tercera de la Audiencia Nacional dicte sentencia, previsiblemente a mediados de septiembre, cuatro años después de los ataques contra las Torres Gemelas.
De los 24 procesados a los que el fiscal acusa de haber prestado apoyo logístico y financiero a la red terrorista de Al Qaida sólo tres tienen relación directa con los atentados de Nueva York: «Abu Dahdah», presunto líder de la célula española; Driss Chebli, imputado también en el sumario del 11-M, y Basel Al Abrash Ghalyoun, quien, según el Ministerio Público, hizo llegar a Al Qaida vídeos con imágenes de Nueva York que pudieron servir de base al comando que estrelló los aviones contra las Torres Gemelas.
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