¿Arrastrará Griñán a Rubalcaba?
El adiós del presidente andaluz deja al líder del PSOE como superviviente de una generación en retirada. Las presiones para su relevo se endurecerán. Díaz fue el gran apoyo de Chacón

Alfredo Pérez Rubalcaba selló ayer el pacto con el Gobierno más importante de lo que va de legislatura , pero hoy tendrá que hacer frente a continuas preguntas sobre un asunto ajeno y de índole fundamentalmente interna: el significado de la decisión de José Antonio Griñán y de qué forma va a afectar a su propio futuro. A pesar de que Manuel Chaves se mostraba esta mañana confiado de que el paso que dé el actual presidente andaluz no va a condicionar «la agenda» del PSOE , lo cierto es que desde este miércoles la formación socialista está ante un terremoto de dimensiones desconocidas que trasciende a Andalucía, su federación más poderosa en lo orgánico y como poder institucional. Estas son algunas de las claves:
1. Cambio generacional. Griñán (67 años) es otro de los veteranos del PSOE que deja paso al siguiente, como antes lo han hecho muchísimos nombres que, como él, arrancaron su carrera política en la década de los 80, coincidiendo con el inicio de los mandatos de Felipe González. La federación andaluza es muy compleja, está dividida, pero de momento todo apunta a que su sucesora será Susana Díaz . Un relevo de estas características deja muy expuesto a Alfredo Pérez Rubalcaba, (a punto de cumplir 62), que queda como uno de los pocos supervivientes de una vieja guardia en retirada, que ha ido pasando a otro plano. Quienes piden su relevo tienen con este paso adelante de Griñán una razón más para presionar.
2. El apoyo más firme de Rubalcaba. Está por ver si Griñán va a renunciar sólo a ser candidato o también prepara el abandono anticipado de la Junta y/o de su cargo como Presidente del PSOE. En cualquier caso, él se había convertido en el principal puntal estabilizador del liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba desde que decidió dejar de respaldar las aspiraciones de Carme Chacón. Con Susana Díaz, el juego de respaldos puede dar un nuevo vuelco puesto que ella nunca ocultó su apoyo a la candidatura de la exministra de Defensa, con quien mantiene una excelente relación.
3. Bicefalia . Si la renuncia de Griñán a volver a ser candidato se confirma, el PSOE-A celebrará primarias para elegir quién va a desempeñar ese papel, lo que tarde o temprano produciría una bicefalia en el socialismo andaluz. Los preparativos de ese proceso intensificarán en el PSOE federal las voces que piden también primarias en el PSOE.
4. Pato cojo para largo. Para muchos, Griñán va a desvelar que no se presentará a más elecciones autonómicas demasiado pronto, cuando faltan casi tres años para agotar la legislatura. En esta etapa, el presidente de Andalucía ya no tendrá que tomar decisiones políticas bajo el criterio de procurar su propia renovación en las urnas, lo que tradicionalmente ha dado lugar a mandatos en los que el protagonista busca, sobre todo, pasar a la historia antes de abandonar el poder.
5. Asuntos internos . La convulsión que provoca el adiós de Griñán, sea cual sea su alcance, va a obligar al PSOE a centrarse más si cabe hacia sus problemas internos, lo que empeora la percepción del partido a ojos de los españoles. El flanco andaluz se suma así al catalán como fuente de distorsión de la agenda que pretende imponer Alfredo Pérez Rubalcaba, una agenda centrada en transmitir la imagen de un PSOE preocupado por lo mismo que se preocupan los españoles.
Noticias relacionadas
- El PSOE-A inicia los trámites para elegir al sucesor de Griñán
- Chaves pide que no se interprete la decisión «en clave interna»
- Susana Díaz, la favorita para la «sucesión»
- Un tiempo nuevo para la política andaluza
- Los hitos del gobierno de Griñán
- Mario Jiménez sostiene que la decisión de Griñán sitúa a Andalucía en «vanguardia»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete