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entrevista

«Hay una obsesión por buscar la decadencia de las economías emergentes»

Allan Conway, responsable de renta variable emergente de Schroders, cree que Europa continuará en crisis: «La duda es cuál será el siguiente foco: Grecia, España...o Francia»

«Hay una obsesión por buscar la decadencia de las economías emergentes» isabel permuy

javier tahiri

Frente al estancamiento y el frío fiscal europeo, desde las economías emergentes la crisis se observa de otra manera. Y las perspectivas para el inversor parecen cálidas. Responsable de renta variable emergente de la entidad de inversión Schroders, Allan Conway dirige un departamento que mueve 26.900 millones de dólares. Respecto a las alarmas de burbujas inmobiliarias en China alerta que el peligro permanece al otro lado de la frontera, más cerca: «La burbuja está en el mercado de bonos por la actitud inflacionista de los bancos centrales».

—¿Va a ser 2013 un buen año para los emergentes?

—Si el mundo estuviera formado solo por los países emergentes sería una excelente noticia. Este año veremos rentabilidades del 30% en renta variable emergente: sus fundamentales son fantásticos y no tienen ninguno de los problemas del mundo desarrollado.

—Pero su desaceleración podría agravarse ante la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de Europa y EE.UU. para este año...

—Aún así su comportamiento va a ser muy positivo: si Europa y EE.UU. continúan estables, los emergentes lo harán muy bien. Si, como sospecho, hay un deterioro de la situación en Europa o una crisis política en Estados Unidos, afectará a los emergentes pero seguirán dando buenas noticias. Aunque hayamos visto un rally en las bolsas de Europa y EE.UU. en los últimos seis meses, no nos convence, ya que viene motivado por el alivio de tres peligros estructurales: el cambio de actitud de los mercados hacia Europa, ya nadie cree en el fin del euro ni en la salida de Grecia; la resolución parcial del abismo fiscal de EE.UU.; y el aterrizaje brusco de la economía china, que nunca se produjo. Lo que vemos ahora es un rally alcista en los índices que tiene toda la pinta de que se va a perder. ¿Por qué? Porque en Europa si solo se arroja liquidez al problema, como se ha hecho, no se resuelve el problema. El respaldo del BCE, es como un analgésico: alivia el dolor pero no cura la enfermedad. Los problemas fundamentales de Europa continúan sin resolver: unión bancaria, integración fiscal, fondo común de depósitos europeo, eurobonos...Hasta que esto no cambie, Europa seguirá recayendo. La duda es cuál será el siguiente foco: Grecia, España...o Francia.

—¿Y China? ¿Qué hay de las dudas sobre la sostenibilidad de su crecimiento? ¿Hay una burbuja inmobiliaria?

—Nunca he creído en el aterrizaje brusco de Pekín. Lo absurdo es que muchos inversores tienen una obsesión por buscar la decadencia de los emergentes y de China: ni su inflación es un problema ni hay ninguna burbuja inmobiliaria. Se suele olvidar que la subida de precios solo se ha dado entre los edificios más caros de Shangai y Pekín. Si tomamos el precio del parque inmobiliario de las setenta mayores ciudades chinas, en 2012 descendió. Ahora también hay dudas sobre el riesgo del «shadow banking» —operaciones financieras fuera del alcance de las entidades de regulación nacionales, como los hedge funds— sobre el sistema bancario chino. No niego que haya problemas, que se deba aumentar el control y la monitorización. Pero no que la situación sea tan crítica como muchos apuntan. La burbuja está en el mercado de bonos por la actitud inflacionista de los bancos centrales, que están bombeando liquidez como si no hubiese consecuencias. La Fed, el Banco de Inglaterra y el BCE están priorizando el crecimiento a la inflación. Esto se produce porque es difícil recortar el gasto público cuando hay elecciones y porque relajar la inflación reduce el peso de tu deuda. Esto repercutirá en los bonos tarde o temprano.

—Ante este panorama, ¿puede haber una fuga de inversores desde Europa y EE.UU. a los emergentes?

—No habrá una fuga de capitales, pero sí una revalorización de las inversiones en los emergentes. A pesar de que hay fuertes flujos hacia estos países, de momento pasa todo lo contrario: continúan infravalorados. Hay razones que explican esto: el comportamiento de las bolsas emergentes no se ha correspondido con el enorme crecimiento de sus economías. Pese a que los países emergentes representan del 65% al 75% de la tasa de crecimiento global, en la actualidad solo un 32% del total de activos cotizados procede de estos mercados mientras que el 68% continúa siendo de Japón, Europa y EE.UU. Es el momento de tomar posiciones: nuestras previsiones estiman que para 2030 el 73% de las acciones bursátiles del mundo vendrán de los emergentes. Y hay que estar preparado para el cambio.

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