Sevilla FC
Una última opción de buscar la tercera plaza y de posibles despedidas
El Sevilla quiere cerrar la campaña con un triunfo a la espera de un pinchazo del Atlético para subir un puesto
Ante el Athletic se despedirán jugadores clave cuya venta ayudará a cuadrar cuentas y equilibrar costes
Koundé, sobre el césped, en el partido ante el Elche
Con el objetivo vital de la temporada alcanzado en el encuentro del pasado fin de semana ante el Atlético , el Sevilla piensa, fiel a su estilo, en acabar la temporada por lo alto con un triunfo ante un Athletic ... que se juega sus opciones de clasificarse para la Conference League. En los sevillistas la opción que está en juego es la de ser terceros y, por ende, acabar en el podio de LaLiga, el mismo que ha ocupado en 30 de las 37 jornadas de esta campaña, la mayoría de ellas como segundo clasificado. Es una cuestión de orgullo en un vestuario que lo ha pasado mal en una segunda vuelta en la que llegaron a temer por la consecución del billete para la Liga de Campeones. Además, esa tercera plaza siempre repercute en mayores ingresos económicos por derechos televisivos, que tienen en cuenta las posiciones en la tabla de los clubes. Tras los malos resultados en su feudo en las últimas jornadas disputadas en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el decir adiós con un triunfo es importante para los jugadores, que saben que sus aficionados han sufrido más de lo deseado en la segunda vuelta y en las competiciones europeas y la Copa del Rey.
Pero no será el único punto de interés del partido ante el Athletic. Como cada jornada 38, será el momento de que algunos jugadores disputen el que seguramente sea su último partido con la camiseta del Sevilla . Alguno está más o menos cantado, otros serán imprevisibles a día de hoy. Lo que parece evidente es que una de las parejas de centrales más eficiente de Europa podría jugar su último partido juntos. Koundé y Diego Carlos son dos de los jugadores con más mercado de un conjunto sevillista que necesita hacer caja para sofocar el gasto generado por no haber logrado los objetivos presupuestados en la Liga de Campeones y, también, por la apuesta de no ceder en mercados anteriores a las suculentas ofertas que llegaron por jugadores como los citados. De hecho, a los 50 millones llegaron por Koundé y casi a la misma cifra llegaron por el brasileño, pero el Sevilla decidió aguantar en busca del reto de pelear un título de LaLiga que acabó desvaneciéndose en una segunda vuelta regular.
El que tiene más opciones de jugar su último encuentro en Nervión es Koundé. Es el más llamativo y el que más pretendientes tiene en el Viejo Continente. El Chelsea , club que ya ofertó por él, es más que probable que vuelva a la carga tras ver como este verano se marchan de su plantilla Christensen y Rudiger . Cuando se concrete la venta del club seguro que volverán a llamar a la puerta del Sevilla. También le tiene en su agenda un Manchester United que quiere reverdecer viejos laureles tras una temporada mediocre.
El presidente del Sevilla, José Castro, dejaba claro que las salidas serán inevitable, por salud financiera de un club que ya funciona por encima de sus ingresos ordinarios, y que necesita que los extraordinarios vuelvan a cuadrar balances. «A nadie le escapa que en los últimos veranos no hemos vendido. Para soportar las fichas de este equipo necesita hacer alguna venta , los últimos mercados no lo hicimos, y no solo vendimos sino que volvimos a comprar ( Tecatito y Martial ). Haremos lo más conveniente para la entidad, y cuando haya salidas habrá también entradas de nuevos valores que nos den rendimiento deportivo y económico. Siempre tenemos mejor plantilla, por qué no va a ser la próxima igual. Al final tendremos una plantilla homogénea, con capacidad para seguir creciendo. Es lo que estamos buscando», aseguraba Castro.
Evidentemente, si el Sevilla quiere cuadrar ese déficit de ingresos que asumió para dar un paso más en un ambición para esta temporada que ya va acabando, la salida tiene que ser la de un activo que reporte una gran plusvalía, y eso se logra con un jugador vendido en precios muy elevados o con varios que, juntos, alcancen traspasos por valor de unos 50-60 millones de euros.
Sea como fuere, Monchi ya advertía también de que «va a ser un verano muy estratégico, habrá que tener paciencia porque además el club no está boyante, no es momento de dispendios por lo que habrá que planificar bien de donde sacar esos ingresos. La plantilla es muy buena y puede mejorarse seguro». Todo ello bajo la tutela y la conversación conjunta pendiente con un Julen Lopetegui que también puede vivir una especie de plebiscito en Nervión. Nada hace pensar que el entrenador, sobre todo, si gana el partido ante el Athletic, reciba el aplauso de una grada cuya parte se cuestiona su estilo, no tanto sus resultados, pero que sabe valorar lo logrado bajo su mando: tres clasificaciones consecutivas a la Liga de Campeones y, quién sabe, un posible tercer puesto. Será un duelo para retos y para despedidas.
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