Sevilla - Betis: Un derbi en las alturas en un año de récord

Las alturas pueden dar vértigo pero no parece el caso en Sevilla y Betis. Los de Nervión están sosteniendo el pulso sin dejar irse del todo al Madrid mientras siguen vivos en la Liga Europa con una defensa sólida como la mejor de sus características, sólo 17 goles encajados y con Bono distanciado en la carrera por el Zamora. Nadie ha ganado en el Sánchez-Pizjuán en LaLiga, sólo lo hizo el Lille en la Champions. Fiabilidad en casa.

Y el Betis sigue ahí en lo alto, pasando de sorpresa a confirmación. Tercero, vivo en la Liga Europa y con un pie en la final de la Copa del Rey. Atender a tantos frentes no está siendo un problema por la amplia rotación del chileno. Ha celebrado 47 goles, 25 de ellos fuera de casa, donde iguala los puntos logrados en el Villamarín. Lleva casi cuatro meses marcando en todos sus partidos lejos de su estadio. Un ejemplo de trabajo bien hecho, de maduración de equipo. Compaginar Europa, Copa y LaLiga era una asignatura pendiente en la historia verdiblanca y la está sacando con nota Pellegrini, un generador de ilusión con la realidad palpable del éxito de la campaña actual en Heliópolis.

En la temporada 2004-05 ya hubo un derbi en la jornada 35ª que medía al Sevilla, quinto, contra el Betis, sexto. Ganaron los verdiblancos con el gol de Ricardo Oliveira por 1-0 y acabaron cuartos, por delante del eterno rival. Es el precedente más parecido en ubicación clasificatoria al que encontraremos mañana. Pero nunca estuvieron tan alto cuando quedaban tan pocos puntos por jugarse. Aspiraciones que han ido equiparándose aunque el Sevilla siempre ha estado por delante del Betis en todo lo que llevamos de temporada.

La felicidad del fútbol sevillano se mide por muchas cuestiones. Obviamente ver a ambos en puestos de Liga de Campeones es algo histórico, sobre todo si se concreta al final del curso, algo que nunca antes pasó y que en España sólo han conseguido, en la misma ciudad, Real Madrid y Atlético. Además de eso están entre los dieciséis elegidos en la ronda aún vigente de la Liga Europa. Y hay otros ejemplos claros: en el último partido oficial de la selección argentina, ahí es nada, fueron titulares cuatro sevillistas (Montiel, Acuña, Ocampos y Papu) y dos béticos (Guido Rodríguez y Pezzella).

La regularidad del Sevilla en este curso ha sido su seña de identidad. Sólo ha salido de los puestos de Liga de Campeones en una jornada, la sexta, sobre todo porque se aplazó su partido con el Barcelona. Desde la duodécima jornada se mantiene firme en el segundo puesto, con distancias flexibles con el Madrid, que ahora tiene a seis puntos. Su peor momento fue cuando enlazó tres empates consecutivos ante Valencia, Celta y Osasuna, que unió a la eliminación copera precisamente ante el Betis.

Los verdiblancos ya pasaron un bache en noviembre que coincidió con el derbi de la primera vuelta. Entonces sumaron derrotas consecutivas ante Atlético (3-0) y Sevilla (0-2), que emparedaron la goleada recibida ante el Bayer Leverkusen (4-0). De aquello se levantaron de tal forma que han ido sumando puntos y recortando distancias hasta empadronarse en el tercer puesto desde la jornada decimosexta, después del triunfo en el Camp Nou (0-1). Le ha recortado seis puntos en las cinco últimas jornadas al Sevilla y de ahí que haya pasado el vestuario de Pellegrini de estar pendiente sólo de los cualificados perseguidores (Barcelona, Atlético de Madrid, Villarreal) a ampliar las miras para ver si dan caza al Sevilla, a sólo cinco puntos que serían dos si dan la campanada mañana en Nervión. Si vence el Sevilla, esa carrera quedará aparcada.

Hay varias circunstancias concretas que ponen en cuestión los números que ambos presentan en las previas de este encuentro. Y es que al Betis le faltará, por sanción, Juanmi, quien se ha erigido en su mejor goleador. Dieciséis dianas acumula el malagueño, en la mejor temporada de su carrera. Pero en el Sevilla tendrá una defensa de circunstancias. No estará Koundé, sancionado, mientras que Diego Carlos y Rekik están lesionados. La planificación queda en cuestión por contar con sólo con tres centrales puros en una campaña tan exigente. Ahora Loptegui deberá reorganizar su zaga y readaptar a futbolistas de otras posiciones, como sucede con Fernando y Gudelj. Un problema para mantener su solvencia y sobre todo ante uno de los equipos de mayor pegada de LaLiga.

Pero será el campo el que dé las respuestas a estas interrogantes y el que confirme o no las tendencias que ambos marcan. Un choque de altos vuelos, como cualquiera hubiera soñado en el fútbol sevillano. Lejos los tiempos de las distancias siderales y bienvenidas las disputas por objetivos similares mirándole a la cara a los presupuestos muchos más elevados. En esa tabla todavía supera el Sevilla al Betis por muchos millones pero lo cierto es que han dejado atrás a mastodontes como Atlético y Barcelona para disfrutar desde el podio de una rivalidad sevillana que persigue que se hable más de fútbol que de otras cuestiones adyacentes. Tanto por presumir en el nivel de los dos conjuntos que las polémicas anteriores quedan aparcadas cuando Del Cerro Grande pite el inicio mañana por la tarde en el Sánchez-Pizjuán. El desafío de la racha goleadora contra la portería menos perforada, Nervión inmaculado contra los viajes exitosos y tanto en juego que en esta semana corta ya se habló suficiente y en las siguientes, mucho más.