Betis - Sevilla: Otro palo

Los primeros (últimos) 5 minutos de la primera mitad transcurrieron como se esperaba. En un recreo de colegio se pegan menos patadas. Muchas imprecisiones por ambos equipos y un gol anulado a Juanmi. Menos mal porque, de haber subido al marcador, le habrían compuesto una canción, una obra de teatro y un musical.

Se iba el miniencuentro al descanso. Los jugadores, en vez de bebidas isotónicas, se tomaban un cafelito pa espabilarse. La megafonía verdiblanca también tuvo que beberse varias latas de Monster porque, a ratos, sonaba como si tocaran los Iron Maiden.

En una jugada dividida lucharon por el balón Acuña y Carvalho. Llegó antes el argentino que se llevó un plantillazo en la tibia que le dejó la pierna como si se hubiera saltao una tapia. A los pocos minutos iba a hacer un doble cambio Lopetegui. El técnico vasco metía a Gudelj al terreno de juego y hacía debutar al Tecatito Corona, dejando a Lucas Ocampos como falso 9.

Todos los balones eran divididos. En la pugna por un balonazo por alto, Fekir y Diego Carlos iban a disputar la pelota en un salto. El jugador verdiblanco se levantaba del lance como al que le ha caído una lluvia de balones medicinales.

Pasado el minuto 70, Canales iba a recibir un balón en el pico del área y de un disparo centrado iba a batir a Alfonso Pastor, que pudo hacer un poquito más. ¿Dónde está el del palo cuando se le necesita? Me quedé esperando unos minutos a que alguien tirara, yo que sé, unas espinilleras al campo.

Salía Iván Romero al terreno de juego. Las esperanzas sevillonas se ponían en el ímpetu de un canterano. Pero el peligro lo llevó Koundé a balón parado. El central francés remató un balonazo al larguero que dejó temblando el travesaño y las ilusiones de los sevillistas a penas unos instantes.

El colegiado debía de tener escacharrao el pinganillo que le comunicaba con Medina Cantalejo porque entendió que diera 3 minutos de alargue en vez de 30. El partido se iba a acabar con una falta a favor del Betis en la frontal del área que iba a mandar Tello fuera por poco. Sin duda está mucho más certero lanzando faltas que tuiteando. Preocupante que gran parte de la sociedad cuestione y ridiculice al agredido, en vez de denunciar al agresor. Falta mucha, pero mucha educación.

Fin de un derbi que no venía a cuento, que terminó siendo exagerado e interminable. Afortunadamente el tema no pasó a mayores y los únicos damnificados fueron Jordán, en casa recuperándose de una agresión, Bellerín, doliéndose de un chocazo con Diego Carlos, y el Sevilla, que salió apeado de esta Copa del Rey que le ha resultado más difícil que pasarle la ITV a un monopatín.

dlifjd