Revolución Martial
La plantilla recibe con agrado al francés, preparado para debutar; el jugador está gratamente sorprendido por el recibimiento y la calidad del equipo
Martial, con Rakitic, Rekik, Augustinsson, y Gudelj
Después de conocer a sus compañeros el jueves, en una pequeña sesión de trabajo, y volver ayer a ejercitarse con el Sevilla, ya en una jornada de trabajo más larga e intensa, Martial dio muestras ante sus compañeros de la mejor de las ... actitudes para tratar de recobrar su mejor nivel: máximo esfuerzo, compañerismo y reflexiones en abierto para reconocer la sorpresa que le había generado el buen ambiente del vestuario. Martial, acostumbrado a un equipo con un comportamiento menos cercano entre los futbolistas, se congratuló por el cambio y consideró en las primeras horas que lo tiene todo para poder volver a disfrutar. La temporada en el Manchester United, y tras jugar tan sólo 275 minutos, ha sido muy sufrida para Martial, incomprendido por todo lo vivido y contrariado por la reacción de Ralf Rangnick tras coger el cargo como entrenador y dejarlo siempre en un segundo plano.
El futbolista francés, por todo ello, está viviendo en el Sevilla con una ilusión desmedida, siempre con el cariño del director deportivo, Monchi; el entrenador, Lopetegui, y el resto de jugadores. Los futbolistas de la plantilla del Sevilla, sobre todo, los que hablan inglés y francés, han estado muy encima de Martial, y le han hecho ver que el vestuario del Sevilla es lo más parecido a una familia. Rakitic, como capitán, ya le ha explicado algunas de las pautas diarias, y también otros futbolistas, como Gudelj y Rekik, han ejercido de anfitriones. También Fernando, que conoce a Martial de haberse medido en la Premier en los derbis de Manchester, está ayudando a Martial en el inicio. Aunque el delantero está más tiempo con su compatriota Koundé, prácticamente todos los jugadores de la plantilla le han hecho ver al francés que pueden contar con ellos. El Sevilla lleva muchos años cuidando todos estos detalles, y, cada vez que llega un futbolista nuevo, el grupo intercede para hacerle más fácil los primeros días de adaptación. El futbolista le ha reconocido a sus más allegados que está feliz por la decisión tomada, y ha reconocido que le ha sorprendido el recibimiento, además de la alta calidad en la plantilla.
Para Monchi, esta es una de las claves del éxito del Sevilla que nunca se rinde. El calor humano, y el cariño entre los propios jugadores se desprende luego en la solidaridad en los esfuerzos en determinados partidos de fútbol, casi siempre, cuando todo está en contra. También las buenas relaciones entre los jugadores conforman el germen adecuado para que la plantilla sepa lidiar con las crisis. El equipo, ya unido de por sí, se une aún más cuando hace falta afrontar los problemas que pueden llegar en la temporada. En las explicaciones del de San Fernando a la hora de analizar las distintas etapas de éxito del Sevilla siempre aparecen términos como «buen grupo» o «grupo solidario». Monchi, considerado para muchos uno de los mejores directores deportivos del panorama internacional por su capacidad para encontrar grandes refuerzos, siempre ha entendido que la mejor forma de encontrar el rendimiento de sus fichajes pasa por darle la estima y confianza adecuada al jugador, sin olvidar que antes que futbolistas son personas.
Ayer, Monchi, siguió entablando distintas conversaciones con sus jugadores, motivado, al igual que Lopetegui, por la vuelta a la competición y la recuperación de varios futbolistas. El preparador sevillista podrá contar para Osasuna con jugadores como Bono, Munir y En-Nesyri, además de Fernando, Koundé y Diego Carlos, que pese a no entrenarse ayer los dos últimos, en el Sevilla son optimistas teniendo en cuenta que aún quedan cuatro días para el partido de Navarra. También los argentinos podrán llegar. En el caso del Papu, las últimas informaciones apuntan que los problemas en el tobillo han remitido y que su mejora es evidente. Al Sevilla le ha venido de perlas el parón liguero. Sólo hay que recordar que en el último partido, Lopetegui llegó a tener hasta 11 bajas, lo que hizo que tuviera que tirar del filial.
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