Sevilla FC

Un punto de oro que vale la Champions (1-1)

En-Nesyri se desquita de una aciaga temporada con el tanto del empate en el Wanda Metropolitano, que certificó la tercera clasificación consecutiva del Sevilla para la Liga de Campeones

Lopetegui: «Esto es historia del club y hay que darle el valor que tiene»

Monchi: «Si quieren ir contra este club y este director deportivo, no van a poder»

En-Nesyri, en la jugada del gol en el Wanda Metropolitano AFP / JOSÉ JORDÁN

Con sufrimiento y sudando sangre hasta el último segundo, como ha sido prácticamente toda su temporada, cerró el Sevilla su tercera clasificación consecutiva para la Liga de Campeones. Con un remate inapelable de cabeza de En-Nesyri que supo a gloria y redime al ... delantero africano , que las ha pasado canutas esta campaña. Cómo necesitaba ese gol el marroquí. Seguro que el pasado verano no se imaginaba, tras el atracón de tantos que se pegó en la 20-21, lo dificultoso que sería el curso que ya echa el telón. El tercer billete seguido para la Champions a través de LaLiga es un logro de muchísimo mérito que jamás antes en su historia había logrado la entidad de Nervión.

Lo ata con una jornada de antelación y con evidencias palpables de que el equipo, que sólo ha sumado cinco victorias en la segunda vuelta , está agotado física y mentalmente. Le cuesta mucho todo, pero jamás se rinde. Doblegarlo es francamente complicado y ahí están las escasas cuatro derrotas que acumula a falta de un partido para que culmine la temporada. Aún tiene incluso opciones de atacar el tercer puesto, pero lo prioritario, el billete para la próxima Champions, ya está a buen recaudo tras lograr el punto que precisaba , un puntazo, en el Wanda Metropolitano. Lo atrapó tras otro partido irregular, lejos de su mejor versión, como lleva el Sevilla desde hace varios meses. No es cuestión de insistir en lo mismo porque son muchos los jugadores que aparentan estar en las antípodas de sus picos de forma, pero la ausencia de Fernando , que da tanta solidez como equilibrio, ayudas y serenidad, amén de jerarquía, la nota muchísimo el equipo.

En la primera parte le costó liberarse de la presión alta del Atlético, que se aproximó dos veces con mucho peligro en los primeros minutos, y luego generar peligro. Ni el escalonamiento de Delaney y Rakitic funcionó, tampoco la banda derecha (Montiel-Ocampos) abría horizontes y que Papu Gómez partiera desde la izquierda no favorecía la fluidez del fútbol sevillista. Acuña, con varios centros con veneno, fue quién más lo intentó, pero como el equipo no cargaba el área de rematadores, todo resultaba demasiado inofensivo. Delaney, habilitando en un pase en profundidad a En-Nesyri, citó al marroquí con el gol ante Oblak, pero el africano se precipitó en la resolución. La falta de confianza.

El Sevilla se asentó con la pelota desde el minuto quince, pero su control era infructuoso y fue el Atlético el que acertó, justo a la media hora, con un cabezazo de Giménez a la salida de un córner botado por Carrasco que dejó en evidencia a la defensa en zona nervionense en los balones parados. Lopetegui movió ficha y por partida doble al descanso. Navas y Tecatito a escena en lugar de Montiel, tarjeteado y superado por Carrasco, y Ocampos . Papu Gómez se desplazó al centro, se supone que para entrar más en contacto con el balón, pero como no hubo reacción del equipo, el vasco apenas aguantó diez minutos para otro doble cambio: Óliver Torres y Rafa Mir por Rakitic y el argentino.

Dos delanteros, una fórmula pocas veces utilizada por este Sevilla, salvo en situaciones de emergencia. Y ésta lo era porque, con el Betis ganando su partido ante el Granada, había que empatar para evitar una última jornada de infarto . Lopetegui hizo modificaciones tácticas para dar con la receta adecuada que le aportara ese plus que necesitaba su equipo, falto de mordiente. El Atlético se acercó al gol por dos veces, a través de De Paul (tirazo que repelió Bono a saque de esquina) y Savic, pero el Sevilla fue mejorando con ese 4-4-2 y dos veces se arrimó En-Nesyri, que no paraba de correr y hasta se fajaba en defensa, al empate . Primero tras un centro de Navas que mandó al lateral de la red, y luego, en un cabezazo que repelió el travesaño tras asistencia de Óliver Torres.

Era la antesala del gol. Sin una mejora extraordinaria de sus prestaciones, el equipo fue elevando su tono y Torres la puso en el minuto 85 de manera exquisita para que En-Nesyri, entrando en el área con determinación, la picara abajo, imposible para Oblak . Era el gol que lo redimía y el tanto que expulsaba todos los fantasmas del final de temporada del Sevilla, que de nuevo aparca en zona Champions.

Artículo solo para suscriptores
Únete a la pasión por el Sevilla FC
Mensual
4 meses por
Anual
1 año por

Renovación automática | Cancela cuando quieras

Ver comentarios