Atlético – Sevilla: De cabeza a la Champions (1-1)

Sacó un once con varios cambios Lopetegui, como la entrada de Montiel, Delaney o En-Nesyri. Sin embargo, los primeros diez minutos no fueron muy halagüeños. El Sevilla perdía balones en zonas complejas, lo que propiciaba un remate de Luis Suárez cerca del palo o un cabezazo de Reinildo algo desviado pero peligroso. No era alentador el arranque de los sevillistas, aunque fue recuperándose poco a poco, al menos pasando su mitad del terreno de juego y pasando a controlar el juego.

Eso sí, controlar el juego no era sinónimo de tener mucha frescura de ideas en el último tercio. Sólo la encontró en un pase picado de Delaney a la carrera de En-Nesyri que el marroquí cruzó en exceso. Fue el único acercamiento del primer tiempo. A la media hora de juego llegó el 1-0 para los de Simeone. José María Giménez remataba de cabeza un saque de esquina de Carrasco adelantándose a cinco jugadores sevillistas para sobrepasar a Bono. Tal y como estaba el partido, el gol sólo podía llegar a balón parado, una de las rémoras de este Sevilla.

La amarilla a Montiel por barrer a Carrasco escenificaba la impotencia de un equipo al que le tocaba ahora tomar la inciativa del gol, con lo que eso le está costando en toda la segunda vuelta. El tiempo de descanso sería un buen momento para madurar cómo meterle mano a un rival tan cómodo jugando replegado. Y más con el resultado que llegaba desde el Villamarín, que tampoco permitía a los de Lopetegui celebrar la clasificación.

En el descanso se quedaban en el banquillo Montiel y Ocampos, cuyo rendimiento estaba siendo muy deficiente, con riesgo de expulsión en el caso del lateral. Entraron Jesús Navas y Tecatito Corona. El Atlético arrancó amenazando con el segundo, pero abortó una acción clave de Carrasco un atento Gudelj. Respondió con un tiro tímido y centrado Acuña. Suárez, que buscaba su gol de despedida en el Wanda, lo merodeó en un cabezazo que no supo dirigir entre los tres palos. Volvió a responder, con algo más de picardía Papu Gómez, pero detuvo Oblak.

Lopetegui hacía un doble cambio en el 56, dando entrada a Rafa Mir y Óliver Torres por Papu Gómez y Rakitic. Dos delanteros en el campo, había que buscar el punto, pero la salida del Papu, si no era por estado físico deficiente, era inentendible. Bono mantenía al Sevilla en el partido con una gran parada a remate de Rodrigo de Paul. Las múltiples faltas cerca del área propiciaban más acciones de peligro, como una que tuvo Savic que se marchó cerca del poste.

El último cambio de Lopetegui fue dar entrada a Rekik por el amonestado Gudelj. Tampoco ayudaba ni un poco la fortuna, ya que En-Nesyri estrellaba un balón en el larguero. El Sevilla apretaba en los últimos minutos, al menos acechaba con más temor. Hasta que llegó el momento deseado, ansiado. Un centro de Óliver Torres encontraba la cabeza de un En-Nesyri que, esta vez sí, acertaba a batir a Oblak y metía al Sevilla en Champions de forma matemática. El pitido final confirmaba el suspiro de alivio y permitía ya pensar en el proyecto de la próxima campaña.