Cuando Monchi llevaba bolígrafo y libreta
Hace 20 años, el hoy prestigioso director deportivo del Sevilla hizo su primer viaje internacional: llegó a ver un partido en Argentina y estuvo «acompañado» de sólo 15 aficionados
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Iniciar sesiónCasi todo se conoce de Monchi, figura internacional al que muchos medios de enjundia han coronado como el «rey Midas» o el «hombre de los milagros» por su alta gestión para hacer un Sevilla grande en el siglo XXI , pero muy poco se ... sabe de sus comienzos. ¿Qué intrahistorias esconden sus primeros fichajes para reforzar al equipo para la Primera división? ¿Cuándo hizo su primer viaje lejos de España para ver jugadores? ¿Qué partidos vio? Hace justo 20 años de ello... La aventura del año 2001 para Monchi comenzó con un viaje esperpéntico a Argentina después de que lograra convencer al entonces presidente, Roberto Alés, de que merecía la pena viajar hasta Sudamérica para conocer qué futbolistas podrían ser prometedores.
El agente Alejandro Caamaño, de la empresa Boss, llevaba un tiempo llamando al de San Fernando para advertirle que debía ver y analizar otro mercado que no fuera el español. Pero Monchi, consciente de la situación económica del club, siempre le dijo que no. Prefería coger el coche o el tren y pasear por la península ibérica. Hasta que hizo números (haciendo milagros) y supo que como mucho se gastaría 1.800 euros (300.000 pesetas) entre vuelos, hoteles, etc. Le dieron el ok en el club y viajó. Sin embargo, su deseo por amortizar el viaje terminó por convertir su experiencia en Argentina en una auténtica odisea. No quería parar, y sólo ver partidos. Los representantes de la agencia Boss no lograban entender la ansiedad de Monchi por ir de un estadio a otro. Apenas tenía tiempo para comer, y menos para asistir a restaurantes lejanos. El de San Fernando sólo preguntaba por los horarios de los encuentros.
En apenas diez días vio doce partidos y quince equipos distintos, incluido un encuentro de la Primera B en el estadio del Ferrocarril Oeste y en el que sólo había unos 15 aficionados. Con una libreta en la mano, Monchi no paró de tomar apuntes con algunos detalles que le llamaban la atención, siempre consciente de que la situación económica del Sevilla le prohibiría hacer alguna propuesta. Monchi vio jugadores como Forlán y Maxi Rodríguez, imposibles para él. Entabló algunas conversaciones con distintos agentes de futbolistas argentinos, pero no concretó nada con ninguno, más allá de que le sirviera para aumentar su agenda de contactos para años posteriores.
El de San Fernando volvió a España con la idea de seguir reforzando al equipo, al igual que el año anterior, con el mercado nacional, pero con la ilusión de que algún día volvería a Sudamérica a encontrar futbolistas válidos para el Sevilla. A su llegada a España presentó a Luis Gil, al que tenía atado desde enero (lo firmó en Murcia aprovechando que fue junto con Alés a un acto de la Federación Murciana de Fútbol). Después tocaría Javi Navarro, a la postre leyenda del Sevilla. Al valenciano lo observaron en más de diez partidos cuando jugaba en el Elche. Otros futbolistas que llegaron con la carta de libertad fueron Juanmi, del Recreativo; Tomás Hervás, del Celta; Alfonso, del Osasuna, y Mario Cotelo, del Sporting.
A posteriori, y tras no poder fichar a David Cortés, por el que el Extremadura pedía 600.000 euros, demasiado para las arcas del Sevilla, Monchi se marcharía hasta Madrid para pedirle a Gil Marín la cesión de Njegus. Lo conseguiría, pero no sin antes vivir una experiencia que aún no ha podido olvidar: nada más entrar en el despacho de Gil Marín se le rompió la maleta que llevaba y cayó al suelo. Futre, que también había asistido, miró sorprendido, y sin la mínima idea de que se encontraba delante del que en unos años sería nombrado para muchos uno de los mejores directores deportivos del mundo.
Los últimos movimientos de Monchi en materia de refuerzos aquel verano de 2001 fueron para firmar a Toedli, del Salamanca, y a Moisés, del Villarreal. Veinte años de un sueño. Veinte años de una realidad... con Monchi al frente.
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