El Sevilla FC resucita antes de visitar Montjuic

La transformación es palpable, no sólo comparando al equipo con las primeras tres jornadas de LaLiga, sino que también hay un cambio sustancioso entre el Sevilla de esta semana con el de hace un año. Los fichajes de verano han tenido mucho que ver. Y es que Pedrosa, Sow, Lukebakio y Ramos han elevado el nivel en sus líneas. Una gran noticia para todos los escépticos que se echaron las manos a la cabeza con la marcha de Monchi del Sevilla FC. Y eso que los refuerzos se hicieron esperar en Nervión, pero más vale tarde que nunca. El objetivo principal marcado por el consejo del club era rebajar el superávit de jugadores de la plantilla y disminuir el gasto del club destinado a la plantilla. Una vez cumplido esto, era el turno de los malabarismos para reforzar el equipo con solvencia económica, pero también deportiva. Pedrosa, Nyland y Sow llegaron en tiempo y forma, pero el resto -Lukebakio, Mariano, Soumaré y Ramos- arribaron sobre la bocina o, en el caso del camero, con el mercado ya cerrado. Los problemas derivados de la nula sincronización entre inicio de competiciones y el final del mercado de fichajes se siguen sufriendo dentro de los clubes: pérdidas de piezas esenciales, incorporaciones muy verdes en lo físico, falta de adaptación...

El Sevilla FC ha protagonizado una reconversión este verano, que seguirá su curso el año que viene, hasta que establezca unas bases nuevas a las de ahora. Rekik, Montiel, Telles, Bryan Gil, Pape Gueye, Bono, Tecatito Corona y Papu Gómez son los nombres propios de las salidas que más se han notado. Mendilibar ya advirtió que era difícil gestionar una plantilla plagada de jugadores que desconocían cómo y dónde sería su futuro inmediato. Y parece que la mejoría del rendimiento de los sevillistas desde que cerró el mercado le está dando la razón al de Zaldívar.

Y no sólo porque ya no exista tal preocupación, sino porque además los nuevos fichajes empiezan a funcionar. El Sevilla FC ha conseguido no perder ni un partido tras el parón de selecciones, una mejoría palpable con respecto a las primeras tres jornadas en las que se cosecharon cero de nueve puntos. «No hemos cambiado nada de la temporada pasada y quiero que los nuevos lo hagan también. Hemos cambiado muchos jugadores en estos últimos partidos y han sido dos victorias y dos empates. Eso significa que los jugadores se están adaptando a lo que queremos», explicaba el técnico sevillista tras el partido ante el Almería en rueda de prensa.

El caso más llamativo de adaptación ha sido el de Lukebakio. El belga ha revolucionado el ataque blanquirrojo con su velocidad y gran regate. Se estrenó ante Las Palmas con un gol, pero terminó por consolidarse en los dos últimos duelos ligueros. En El Sadar fue, junto a Ocampos, el mejor del encuentro aunque no consiguiera marcar. Ante el Almería, copó todos los titulares posibles con su zancada, calidad en espacios pequeños y su habilidad con las dos piernas. Coronó su gran actuación con un gol para enmarcar y otro anulado de forma muy estricta. Hasta el exigente Mendilibar valoró tras el encuentro su rendimiento y, aunque le gustaría que trabajara más en otros planos, admite que mientras ayude de esta forma en el ataque «se liberará un poco de los demás».

Con menos fuegos artificiales, pero no con menos calidad, Adrià Pedrosa ha sabido sacar jugo a la lesión de Marcos Acuña en el lateral izquierdo. El catalán, de 25 años, gana duelos con su gran velocidad y cuelga buenos balones. Como asignatura pendiente tiene aún mejorar en el plano defensivo un punto más, pero es innegable que el ex del Espanyol es un digno competidor para Acuña. Una motivación extra que el argentino no tenía antes con Álex Telles.

Por último, otra gran elección de Víctor Orta de este verano fue la de Djibril Sow. Su conexión con Fernando en la medular fue esencial para para compactar el juego del equipo ante los de Vicente Moreno. Muy dinámico, con buen olfato para el ataque cuando está cubierto atrás y conduce bien el balón. Un poco de alma y físico para la demarcación más necesitada del equipo.