José María Del Nido Benavente: «Mi hijo nos ha matado por dinero y poder, y ha arruinado al Sevilla FC»

-¿Qué le dice su corazón sevillista?

-Emplear el corazón sin hacer uso de la mente sería muy difícil y no sería objetivo. Estoy tremendamente preocupado. La situación de la entidad es de auténtica bancarrota en todos los sentidos y, además, de esa gravísima situación económica que tenemos, con un déficit que vengo denunciando desde hace cuatro temporadas, a una situación de deuda que no se sabe si se va a poder asumir y a una debilitación del primer plantel que hace que estemos todos tremendamente preocupados, sobre todo aquellos que pensamos que lo importante no es el primer equipo, que lo es, sino que lo importante de la entidad y la subsistencia misma de la entidad.

-¿Cómo se ha llegado a esta situación económica?

-Con una mala gestión, con una incapacidad en el ejercicio de la misma y con no querer oír aquello que llevamos años denunciando en una junta general, que esto iba a ocurrir porque se veía el camino que seguíamos.

-¿Hay malos gestores o no se ha sabido ver lo que se les venía encima?

-No, no son malos gestores, son incapaces gestores. No tienen capacidad para gobernar una sociedad de estas características. Ni potencial, ni por capacidad, ni por liderazgo. La prueba evidente es que siguen perdiendo dinero y siguen al frente de la entidad. Existe una deuda reconocida de más de 300 millones de euros, con un presupuesto de 160 y un límite salarial de 500.000 euros, el más bajo del fútbol profesional. Eso te lo define, ¿no? Y si a eso le añades el acicate de que todos los días nos levantamos con un sobresalto, de que de cada diez cosas que se hacen, once están mal hechas y de que somos el hazmerreír del ámbito futbolístico nacional porque cometemos un error detrás de otro, pues ahí estamos.

-¿Cómo o por qué avala la junta de accionistas esta gestión?

-Yo no alcanzo a comprender cómo los que están apoyando a este consejo con sus acciones, los Castro, Guijarro, Alés, familia Carrión, Antonio Lappí, por citar a los cinco máximos accionistas que los apoyan, no han dado un regate en los últimos años en la gestión viendo la deriva que se avecinaba. Esto no ha sido un tropiezo en el camino, no, esto han sido cuatro años de tropiezos continuos. Y ya este año el colofón en el que radio macuto, porque no lo sabemos a ciencia cierta por la oscuridad con la que se lleva la gestión, habla de que el déficit de esta temporada estará entre 50 y 60 millones de euros, aproximadamente un tercio de lo que gasta la entidad. Acredita la incapacidad de los gestores y la falta de previsión en la gestión.

-Con este panorama que usted describe, ¿el Sevilla tiene solución?

-Lo sensato es decir que con los actuales números el Sevilla no tiene solución. De hecho, lo he denunciado en la última junta general. El auditor independiente dudaba de la viabilidad de la empresa como tal. Eso lo dice un técnico independiente y que no tiene que ver con este lío. ¿El Sevilla tiene solución? Pues mire, yo no lo sé. Pero una entidad que está en causa de disolución, que tiene la posibilidad de salir de activos para enjugar los pasivos que vienen acumulando... Es que aparte de incapaces son ineptos.

-¿Piensa que el apoyo de los accionistas al consejo es más por preferirlos a ellos o por estar contra usted?

-No existe otra explicación que más que a favor de, son en contra de Del Nido Benavente. Pero no son en contra de Del Nido solo, sino son en contra de ellos mismos. Patrimonialmente ellos saben y son conscientes que hace cuatro años teníamos una oferta escrita por acciones del Sevilla Fútbol Club dos veces y media más que la que hay hoy, si es que hay alguna.

-¿Cuál es el valor actual del Sevilla?

-El valor al menos contablemente es negativo porque está en fondos propios negativos. El valor que tenga es el que le quiera uno dar a lo que es la marca y los bienes que posee, sabiendo que a eso hay que restarle el pasivo que acumula.

-¿Qué piensa del famoso pacto?

-Primero el pacto, una vez firmado, que lo firma José María del Nido Carrasco, no José María del Nido Benavente, lo denuncié a los tres meses porque le asignaron un salario a Carolina Alés de 150.000 euros y otro a Francisco Guijarro hijo de 150.000, y se subieron el sueldo José Castro Carmona y José María del Nido Carrasco, pese a lo que ponía el pacto que no se podía hacer. Pero en cualquier caso, los pactos se hacen, los pactos parasociales, como dijo la Audiencia que era éste, es decir, al margen de la sociedad porque no lo firman todos los accionistas de la compañía. Los pactos se hacen para engrandecer la compañía, cuando se ve que la compañía va a bancarrota el pacto no hay que cumplirlo. Eso es el cuento chino que echan: 'No me puedo ir porque el pacto me lo prohíbe'. Yo renuncio a esa cláusula del pacto si usted es capaz de marcharse, por el bien de Sevilla y ahora por el bien suyo, que no puede ni pasear por la calle.

-Si todos se sentaran y quisieran romperlo, ¿se puede?

-Esta denunciado para romperlo ¡Pero si el pacto es la ruina! Los dos gestores interpretan a su antojo el pacto para cobrar el doble.

-Si el presidente actual renunciara, usted sería presidente.

-Sí lo sería en ejecución del pacto, pero no significa que la única solución que hay es que yo acometa la nave sevillista. Yo le puse en bandeja a la familia Carrión en la última junta general que ellos dirigieran el club y pusieran el consejo de administración que quisieran. En un acto de generosidad, incluso accionarial si quiere, porque tengo más acciones que ellos. Sin embargo, no quisieron.

-Esa es la gran pregunta, la vuelvo a repetir: ¿Por qué lo mantienen?

-Pues yo tampoco lo entiendo. Yo les he ofrecido cualquier tipo de posibilidad que conlleve el que salgan los actuales gestores del club. Lo último ya es que después del desastre de la pasada campaña, que nos salvamos por un punto, que hemos perdido 50 o 60 millones de euros según se habla, que hemos sido durante toda la temporada un desastre de gestión en todos los segmentos de la sociedad, dejen que otro planifique la próxima campaña. No sé si que quieren que por pantalones nos vayamos al hoyo de Segunda.

-¿Se arrepiente del pacto?

-Sí, me arrepiento, claro que sí. Pero en cualquier caso, le vuelvo a repetir: la justificación del pacto es mentira. Cualquiera de los que está ahí, si quiere la familia Carrión ser presidente del Sevilla hoy, tiene mi apoyo hoy. Antes mejor que los dos que la gobiernan.

-Si hubiese esperado hasta 2023, habría entrado como presidente, ¿no?

-No me habrían dejado y los hechos lo acreditan. Esa es una realidad. Ellos la habrían impedido a toda costa.

-¿Cuándo le dio su hijo José María la espalda?

-José María pidió al principio de firmarse el pacto, cuando yo le hice ver la deriva de Pepe Castro, una salida honrosa, se le dio; pidió perdón por lo que estaba diciendo, se le dio; y después el dinero y el poder lo han matado. Ha traicionado a la familia, ha arruinado al Sevilla Fútbol Club, lo ha llevado a la miseria y ha destruido un 70% del patrimonio familiar.

-¿Qué piensa como padre?

-Me lo guardo. Es un problema mío.

-En la última junta se quedó en fuera de juego, ¿lo sigue estando?

-Sí, las tengo todas para no estar. La prueba evidente es que, pese a todos los intentos que hago, nunca consigo llegar al poder. Si lo hubiera hecho hace cuatro años, yo no sé que estaríamos disputando. Me da hasta miedo decirlo. Yo no tengo que demostrar mi capacidad, yo la he demostrado. Yo cogí un club en la ruina, con 7 mil millones de las antiguas pesetas de deuda y 2.300.000 de ingreso y lo convertí en un club campeón de Europa, lo que no había sido nunca. Y dejé un proyecto hecho para que navegara solo. Tan es así que a los 100 días se levantó otra Copa de Europa. Ahora mismo al sevillista tú le dices: '¿con qué te conformas para el año que viene?' '¿Yo? Con quedar el 12'. Lo firmo y me voy corriendo de aquí a Burgos sin parar; y si me asegura alguien que vamos a quedar décimos el año que viene, ya no voy a Burgos, ya voy a París; y si me dice que vamos a jugar la UEFA, me voy a Oslo y vengo cuatro veces. Pero lo lógico y lo natural es que el año que viene, como en las dos últimas campañas, luchemos por no descender. Y Dios quiera que el equipo sea una mijita, una mijita nada más, mejor que esta y no nos salvemos la última jornada.

-¿Del Nido Benavente descarta definitivamente ser presidente del Sevilla algún día?

-Yo no lo desdeño, pero sí es una realidad, para ser objetivo, que hay que verla lejana, porque así llevo peleando cuatro años. La deriva que ha devenido en la que yo vengo anunciando y desgraciadamente yo no consigo nunca tocar el poder. Con lo cual es una cuestión que ya cada vez la veo más lejana.

-Si le dijeran que el Sevilla se soluciona mágicamente dando un paso al lado... 

-Yo doy un paso al lado y me tiro al arco que está en el camino de al lado. Pero hace falta tener gestores.

-¿Cómo está la situación con sus antiguos socios los americanos?

-Los primeros que nos sorprendimos fuimos nosotros. La prueba evidente es que denunciamos el incumplimiento del pacto. El día 20 de junio tenemos una solicitud de medidas cautelares en la que les reclamamos 15 millones de euros por el incumplimiento tres veces del pacto y les hicimos ver que no sólo incumplían el pacto, sino que se estaban aliando con los destructores materiales del Sevilla Fútbol Club, incluso en perjuicio del propio capital que representaban.

-¿Que cerca estuvo la venta 2018 o quién la frenó cuando estaba todo acordado?

-Bueno, eso fue lo que motivó el que nosotros hiciéramos el pacto. Introducir o meter un caballo de Troya en el consejo para boicotearlo. Lo que pasa es que el caballo de Troya se volvió y nos mordió a nosotros.

-Su hijo, entiendo

-Evidentemente. Nosotros firmamos el pacto y ahí hay un una relación de correos electrónicos, de cientos de correos electrónicos, que tenemos con Sevillistas Unidos 2020. De hecho, sin perjuicio del cumplimiento del pacto, el juzgado de primera instancia número 10 me dio a mí libertad de voto en la junta general, que me lo tuvieron sistemáticamente privado. Y cuando ya no me lo privan es cuando tienen la seguridad de que los americanos van a votar con ellos. Primero me quitaron 3000, después me quitaron 4000 y después me quitaron 5000. Siempre bien previendo que vaya a ser que Sevillistas Unidos nos dé un regate y nos vaya a quitar del poder, sea una realidad. Es aferrarse al poder a través de la irregularidades mercantiles. Las sentencias las hemos ganado todas. Lo que ocurre es que no nos daban las medidas cautelares.

-¿Y esta situación se va a eternizar hasta que termine el pacto en 2027? 

-Esta situación solo la pueden solventar los accionistas mayoritarios de la entidad. Yo lo he dicho, que si hay otro accionista mayoritario de la entidad, con acciones de verdad, que quiera dirigirla, yo hoy lo apoyo, no mañana.

-La única salida parece ser la venta. 

-Sí, eso es evidente. Pero Alberto, para que haya una venta grande del club, para vender, lo primero que tiene que haber alguien que quiera comprar y que quiera pagar aquello que los que quieren y pueden vender piden por sus títulos, porque es muy fácil decir que están pidiendo mucho. Yo le ofrezco a Amancio Ortega comprarle Zara por 10 euros. Me parece que no lo va a vender. El que es dueño de la cosa le pone precio a la cosa, y que ofrezcan.

-¿Qué riesgos corre el Sevilla?

-Tenemos concedido un crédito participativo, que si en el 27 no se paga, se convierte en acciones. Y esa sociedad que ha prestado dinero se convierte en la dueña del 99,9% del capital social del Sevilla. La gente no se da cuenta porque no le interesa. Y oye, vamos a taparlo. Pero esa es una realidad. Hemos perdido 100, 110 o 115 millones de euros de préstamo participativo, convertible en acciones del Sevilla Fútbol Club.

-Eso quiere decir que, si no se devuelve a Goldman Sachs, se quedan con el Sevilla.

-Con el accionariado del Sevilla. Un peligro que hay y del que son responsables los actuales gestores. Porque no olviden los gestores que la ley mercantil prevé la acción de responsabilidad contra los que mal gestionan una sociedad. No se debe olvidar.

-Por variar de tema, ¿qué le parece la fractura social con el sevillismo? 

-Una sociedad se puede gobernar contra alguno, aunque sea una frase hecha, pero no se puede gobernar contra todos. Yo creo que ahora mismo si se hiciera un silencio en el Ramón Sánchez-Pizjuán y se dijera: 'Señores, los que estén a favor de este consejo, que aplaudan', ni siquiera la mitad del palco aplaudiría. En el último partido me abrazaba gente invitada en el palco 'vuelve, por Dios, que vamos a la ruina. Vuelve por Dios que desaparecemos'. Pero si te ha invitado Pepe Castro, díselo a él, respondía yo. No conozco ningún club de fútbol en el globo donde la afición más fiel, que es la peñista, declare persona non grata al consejo de administración. Yo no sé si llegarían, si la actitud de la afición se pone cada vez más enrarecida, a no ir ni al fútbol, que ya se lo han planteado.

-La afición no tiene un pase más.

-Yo he dicho muchas veces, cuando fui presidente del Sevilla, que el Sevilla siempre sería lo que su afición quisiera y exigiera que fuera. Ahora mismo es el alma máter de la entidad, lo que la sostiene y lo que la mantiene, lo que la hace estar viva es su afición y sus seguidores. Esos son los únicos que no pueden desfallecer. Habrá gente que diga: '¿y por qué nos echa a nosotros la responsabilidad?' No, no, yo me lo echo también. Soy el socio 74 y yo no desfallezco. Lo que sí es verdad es que no tengo la misma fuerza y el convencimiento de llegar a la cúspide, porque veo que los hechos y los acontecimientos me lo impiden. Pero yo, como sevillista, siempre voy a estar empujando para que el Sevilla vuelvo a hacer lo que fue y no era.

-Aquella famosa frase suya de lo mejor está por llegar, ¿todavía se puede pensar en aquello, aunque tarde más tiempo en llegar? 

-Yo creo que sí. Mire, si yo tuviera la oportunidad de hacerme cargo de la entidad hoy a las 17:00 de la tarde, a los 100 días tendría un millón de sevillista bailando en la palma de la mano. Por ese convencimiento de que las cosas se saben hacer. Yo estoy convencido de que de cada 100 cosas, 110 haría bien. Igual que estoy convencido que de cada 100 cosas que haga el dúo sacapuntas, 110 la hacen mal. Pero no lo digo yo, lo dicen los acontecimientos. Yo he llegado a codearme con Madrid y Barcelona y pelearle y ganarle títulos. Le hablo de un Madrid, un Barcelona no bueno, por supuesto, 10.000 veces mejor. Mire si éste Barcelona de ahora es bueno. Al que nos enfrentamos en Mónaco sólo tenía a un tal Piqué, Puyol, Iniesta, Xavi, Deco, Ronaldinho, Eto'o y Messi. Llegó un momento en que no sabía la gente si el Sevilla estaba jugando solo. Eso era un Sevilla casi invencible. Yo te digo que a los 100 días hay un millón de tíos bailando en la palma de la mano. Como no me caben aquí (se señala la palma), pues entre las dos manos.