Érase otra vez en Eindhoven

Érase otra vez en Eindhoven, que por más que la UEFA organice este partido de máxima rivalidad continental ubicando a los de Mendilibar en el vestuario de visitante, el Sevilla siempre jugará de local en el PSV Stadion, otrora Philips cuando en él se juegan torneos nacionales. Un coliseo que vio cómo Luis Fabiano, Maresca por partida doble y Kanouté derrotaron al Middlesbrough un 10 de mayo de 2006. Justo donde y cuando comenzó todo. Este martes, al ser un partido decisivo, porque todos en Champions lo son, vuelve la épica de las grandes noches coloradas, y ante un rival de enjundia como es el PSV de De Jong, héroe indisociable de la sexta, que copa la clasificación de la Eredivisie sin haber cedido ni un sólo punto tras siete fechas, porque ha ganado sus siete partidos, y lo que es más respetable aún: con 23 goles en su cuenta y tan sólo habiendo encajado dos. No es menos verdad que el Arsenal le endosó cuatro en el Emirates Stadium hace dos miércoles, pero esa goleada es tan real como el empate agridulce que el Sevilla cuajó en Nervión ante el Lens. Si el equipo sevillista no quiere ver cómo el Arsenal se escapa por arriba en caso de que gane a la tropa francesa, deberá superar al cuadro neerlandés, que cierra el grupo con cero puntos a falta de que arranque esta segunda jornada.

Muchas son las dudas que se ciernen sobre el once por el que apostará Mendilibar en su habitual plan del 4-2-3-1. La falta de tiempo de preparación es una realidad y no es justo ignorarla, dado que han pasado muy pocas horas desde que el Sevilla aterrizó en el aeropuerto de San Pablo desde Barcelona y puso rumbo a Países Bajos en el día de ayer para vivir la víspera del partido y contará con cuatro días para planificar el del Rayo Vallecano. Y se puede decir casi que ha preparado el encuentro continental más en suelo extranjero que en la propia capital de Andalucía, dado que Mendilibar priorizó que su plantilla descansara antes de que se ejercitara el pasado domingo después de que el sábado se viera reincorporarse, como anunciara el técnico, a Óliver Torres, no así a En-Nesyri. El punta marroquí forma parte de la lista de convocados pero habrá que estar pendientes de su situación física, por lo que el vasco podría optar por volver a emplear al referente Lukebakio o, en su defecto, siempre que el belga vuelva al extremo, decidir que Rafa Mir sea quien gobierne el frente de ataque.

Fueron buenos los análisis que el Sevilla hizo de su defensa pese a perder por un error fortuito de Sergio Ramos (1-0), con lo cual Mendilibar podría repetir la nómina de los cuatro hombres que sostuvieron al Barcelona durante buena parte del partido: con un Juanlu que rayó a buen nivel, y que jugó ante el Lens, la pareja en la zaga conformada por Ramos y Badé, siempre y cuando no vuelva Gudelj, que puede ser una variante a tener en cuenta, y Pedrosa en el perfil zurdo en el que viene convenciendo. Más dudas se abren en el doble pivote tras la débil actuación de Joan Jordán y un tímido Sow, al que podría acompañar Fernando, que bien podría fijar las amenazas neerlandesas que representan Saibari y Veerman en la pizarra ofensiva de Peter Bosz. Al igual que a Rakitic le ha sentado muy bien adelantar su posición, Ocampos apunta a ser fijo en el costado zurdo, ya que Mendilibar sabe que no podrá contar con Lamela, que es la baja más novedosa de este compromiso, al estar el argentino aquejado de una lesión en el cuádriceps, por lo que o bien Lukebakio regresa a la mediapunta, dándole galones arriba a Rafa Mir, o el belga sale de nuevo como tanque de guerra y la banda contraria, la diestra, la ocupa un perfil como el de Suso. Una combinación similar a la que tan buenos resultados dio ante el Almería.

A ningún sevillista se le escapa que tan sólo fue hace unos meses cuando los de Nervión también viajaron a Eindhoven con el objetivo de pasar de los octavos de final de la Europa League en una ronda previa de play off. En el choque de ida celebrado en el Ramón Sánchez-Pizjuán fueron los sevillistas guiados por Jorge Sampaoli quienes impusieron su ley con goles de En-Nesyri, Ocampos y Gudelj (3-0), y en la ciudad neerlandesa aguantó su ventaja y el PSV quedó eliminado pese a los intrascendentes tantos de De Jong y Fabio Silva (2-0). Quede escrito que Daniele Orsato, que es quien pitó aquella última contienda, volverá a ser quien dirija hoy un PSV - Sevilla que ahora se viste de Champions. Un secreto para escépticos y amantes del dato: cada vez que el referí italiano ha impartido justicia con el Sevilla en Europa, los de Nervión siempre han terminado levantando el trofeo.