Un desvío de casi 30 millones de euros por la eliminación europea

Ya fue caliente la propia vuelta del equipo de Lens. Nada más aterrizar en el aeropuerto de Sevilla, la expedición se cruzó de nuevo con algunos aficionados descontentos que mostraron su indignación a gritos y entre algún que otro insulto. La atmósfera es complicadísima. Es evidente que el club tiene un serio problema deportivo a corto plazo, pero la cadena de resultados desfavorables en la que anda inmerso también compromete peligrosamente su futuro en todas las áreas. La eliminación de Europa tras la derrota en Lens el pasado martes (2-1) supone un torpedo a la línea de flotación de la ya de por sí maltrecha economía de un club incapaz de sacar adelante sus cuentas en la asamblea anual y que en el último trienio acumula unas pérdidas de en torno a 85 millones de euros (41 millones en 2021, 24 millones en 2022 y más de 19 en 2023).

El Sevilla FC anda en tiempos de ajustes, como la reducción de costes que la entidad ya viene aplicando desde hace meses en su primera plantilla. Pero las apreturas no sólo consisten en contener o recortar gastos, sino también en cumplir mínimamente con los ingresos presupuestados. En este sentido, la horrenda participación que ha firmado el Sevilla FC en esta edición de la Champions League le va a pasar una factura compleja, más que delicada, que obligará a buen seguro a reestructurar ciertas partidas financieras de la entidad de Nervión.

Hablamos de un 'batacazo' de casi 30 'kilos'. En la junta de accionistas celebrada a comienzos de mes, José María Cruz, director general del Sevilla FC, expuso un presupuesto para el presente ejercicio 2023-2024 de 238 millones de euros, resultante de añadir a la cifra de negocios un total de 35 millones de euros por traspasos y de dos millones por otros conceptos. Desglosados, y aquí viene el quid de la cuestión, los ingresos presupuestados por competiciones son de 80 millones de euros, cinco menos de los ingresados en la campaña 2022-2023. ¿Qué quiere decir esto? Pues sencillamente que el Sevilla FC se va a quedar lejos de obtener esos 80 millones de euros que esperaba ganar este curso con su participación en las competiciones europeas, con lo que tendrá que ingeniar ahora la manera de obtener otras vías de ingresos para evitar un nuevo ejercicio con pérdidas el año que viene. Por ejemplo, vender jugadores por encima de los 35 millones previstos por traspasos. Aunque en este último caso surge otro interrogante: ¿Tiene activos el Sevilla FC en su vestuario como para poder alcanzar esos niveles de ingresos extraordinarios en el mercado?

La brecha económica que supone para los sevillistas el quedarse fuera de Europa tan pronto es tremenda. Las cuentas son claras. El Sevilla FC ha percibido por su participación en la fase de grupos de la Champions League alrededor de 16 millones de euros. Además, el organismo europeo paga a cada club 930.000 euros por punto obtenido en la liguilla. Ocurre que los sevillistas, en su pobre papel en el máximo torneo continental, sólo han sido capaces de firmar dos empates y cuatro derrotas (ninguna victoria), con lo que el abono por puntuación se queda en la exigua cifra de 1,86 millones de euros. A esas cantidades hay que sumar los 3,5 millones por disputar la Supercopa de Europa ante el Manchester City.

Además, la UEFA también reserva cerca de 600 millones para repartir por el coeficiente de cada equipo, teniendo en cuenta la trayectoria de los últimos 10 años. El de menor coeficiente recibirá 1,1 millones y el de mayor, 36,38. El coeficiente UEFA del Sevilla FC por los rendimientos deportivos de la temporada pasada es de 21.000 y la cantidad prevista a ingresar puede rondar los 25-30 millones de euros.

En total, los ingresos por competiciones esta temporada superarían los 50 millones de euros, una cantidad que en cualquier caso se encuentra bastante lejos de los 80 millones presupuestados por el club. El descuadre ronda los 30 millones de euros, sólo en esta partida.