García Pimienta se queda sin el deseado lateral para el Sevilla
Había reclamado públicamente un esfuerzo al club, aunque la fuerte inversión en el ataque ha provocado que no se realicen más movimientos
Con la rescisión de Suso como asunto pendiente
Víctor Orta mira a su segundo fichaje invernal, Akor Adams.
El Sevilla escribió un tranquilo epílogo del segundo mercado de fichajes del curso, el cuarto desde que está Víctor Orta al frente de esta esencial parcela dentro del club de Nervión, en una jornada casi de baño y masaje. El club había adelantado ... lo máximo posible sus deberes en esta ventana invernal con el objetivo de cerrar dos operaciones de calado y mejorar su gran asignatura pendiente de la primera fase de la temporada, que no es otra que el gol. Rubén Vargas y Akor Adams han sido las apuesta del director deportivo para ofrecerle nuevas y mejores alternativas a su entrenador, al que se le ha quedado el regusto amargo de que no se ha firmado todo lo necesario. Como si no hubiesen ido tan de la mano Pimienta y Orta. Todo por esa necesidad que entendía el técnico catalán de reforzar el lateral izquierdo, donde su primera opción es un Adriá Pedrosa en el que no confía ciegamente, dejando como suplente a un central como Kike Salas. Nada más. La salida de Valentín Barco, el último de esa lista y con el que no se contaba, provocó que Pimienta se ilusionase con un último regalo, sin contar realmente que el club en el que está actualmente no puede desperdiciar un euro más. Tendrá que mirar al futuro con lo que tiene. 16 jornadas de Liga para ver el resultado final de una plantilla con carencias, aunque con más argumentos que el 1 de septiembre, cuando se cerró al anterior mercado de fichajes.
Esto al menos es lo que se piensa en el Sevilla. En resumidas cuentas, el club ha suplido la marcha de Ocampos (con el mercado de verano cerrado) y la última de Iheanacho (Middlesbrough) con Vargas y Akor Adams. Otras posiciones y dorsales se han quedado en el limbo, como el del propio Valentín Barco, el del retirado Jesús navas o el '8' de Pedro Ortiz, quien hizo las maletas rumbo a Córdoba. Se queda el Sevilla con un menor número de jugadores, pese a que se entienda que son de mayor entidad. Al menos así hablan las inversiones realizadas. Como ocurriese en verano, el Sevilla se ha gastado ocho millones. Eso no indica que se haya aumentado el coste salarial del plantel. Todo lo contrario. Cada jugador que sale por algún montante de traspaso, como el caso de Gonzalo Montiel, alivia terriblemente la economía en el Sánchez-Pizjuán. Los nuevos contratos no tienen nada que ver con los firmados años atrás.
En resumen, García Pimienta se encuentra en la segunda vuelta de la Liga con menos opciones dentro de su vestuario. No alzará la voz, ya que sí lo ha hecho durante el tiempo que ha durado el mercado abierto, siendo consciente del lugar en el que dejaba a los dirigentes. Y es que realmente el entrenador piensa que con los ajustes en su plantilla podía conseguir que el Sevilla aspirase a posiciones europeas. Sigue sin estar lejos, aunque le está costando un mundo avanzar de esas posiciones que le tienen situado desde hace tiempo en la segunda mitad de la clasificación. Cada vez pierde menos, pero el ratio de victorias tampoco aumenta y es un lastre. Tanto es así, que los cuatro puntos que ha dejado volar en casa ante Valencia y Espanyol, donde seguro mereció más, ha podido ser también la causa de ese frenazo en el sprint final de la clasificación. En el Sevilla se audita hasta el último euro de gasto. Sin Europa como posible vía cercana, el plan sigue siendo el de ahorrar sin descanso.
Una vuelta a la zona de ataque
Los refuerzos en la parcela ofensiva sí que han sido motivo de debate durante todo el mercado. Tanto es así, que de cara al exterior es Víctor Orta quien se juega algo más que su prestigio. En el club siguen confiando en su labor al frente de la dirección deportiva, aunque le exigen resultados individuales, es decir, que no provoque desafección por culpa de apuestas como Barco o Iheanacho. Quien llegue, y más mediante traspaso, debe demostrar que está preparado para jugar en el Sevilla. Los casos de Peque y Agoumé son lanzados como argumentos de peso para afearle a Víctor Orta su labor. Se ha gastado lo mismo con sus adquisiciones entre Akor Adams y Vargas. Con el suizo existe cierta tranquilidad de que pueda triunfar. Tiene experiencia internacional y ya ha demostrado cuáles son sus principales cualidades. Le toca a Akor.
El nigeriano pasa directamente a engrosar la lista de los delanteros que ha firmado Orta para el Sevilla. La mayoría han sido jugadores libres o cedidos. La de Adams es su gran inversión para reforzar la delantera nervionense. Sólo se le ha podido ver unos minutos contra el Getafe. Difícil es todavía evaluar qué le dará a Pimienta. Al menos se trata de un futbolista distinto a Iheanacho y también a Isaac. Un hombre más de área que incluso puede permitir que un segundo punta se mueva por detrás de su posición. Le toca al entrenador ir explorando todas esas posibilidades. Al menos el Sevilla se ha quitado buena parte de los casi dos millones que debía percibir Iheanacho hasta final de curso. El problema llegará cuando en verano se presente el primer día de pretemporada. También Rafa Mir. Errores propios y ajenos que han provocado que el club andaluz apenas tenga margen para la inversión. O al menos una parecida a la de otras épocas. Por esto mismo no se ha ido con todo al mercado invernal viendo que las plazas europeas están al alcance de la mano de muchos clubes y el que apriete se la podrá adjudicar. Pimienta sabe con qué cartas juega. También el propio Sevilla.
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