Un paso adelante

La reciente apuesta del club verdiblanco por varios futbolistas está resultando decepcionante habida cuenta de lo que vienen ofreciendo en el campo. Y hace falta que den ya ese paso adelante para que el fútbol del equipo no dependa tanto de una figura, en este caso Lo Celso. El ejemplo más paradigmático en ese sentido es el de Fornals, que recaló en Heliópolis el pasado enero tras el abono al West Ham de ocho millones de euros para poder firmar un contrato hasta 2029. Ha gozado de muchos minutos el castellonense prácticamente desde que llegó, pues Pellegrini le tiene enorme consideración, pero ni jugando por el costado derecho, donde ha carecido del necesario desborde, ni los ratos que se ha colocado en el centro del ataque se ha mostrado resolutivo ni ha dado fluidez cuando todo estaba atascado. Es indudable que tiene buen pie y que es un jugador con grandes posibilidades por bagaje y calidad, y quizás por eso la frustración con este caso particular es mayor. Queda competición para encontrarlo, no obstante. Algo similar ha ocurrido con el Chimy Ávila, al que también le han lastrado los problemas físicos, ciertamente. Sin embargo, no puede achacarse a ellos su pobre nivel hasta la fecha, tanto en la faceta anotadora como en su propio juego. Arrancó su etapa como es él, de forma fulgurante, pero el brillo fue fugaz, se acabó demasiado pronto y con la camiseta verdiblanca no ha sido aún capaz de estar a la altura esperada ni responder a la inversión realizada también en el último mercado invernal, en el que la entidad bética pagó a Osasuna cuatro millones más el diez por ciento de la propiedad de Raúl. De momento, lleva más goles Raúl. El argentino es ya claramente un suplente. En este grupo hay que incluir también a Marc Roca, centrocampista que jugó cedido la campaña pasada y comprado por algo más de cuatro millones al Leeds este verano. Ofreció una buena primera mitad de campaña cuando llegó, pero una neumonía y después una lesión cortaron en seco su progresión y desde su regreso no ha sido el mismo, ni mucho menos. Las carencias en esa zona sensible del campo, el doble pivote, tienen mucho que ver con su bajada ostensible de rendimiento.

Ninguno de esos tres, por citar a los más 'señalados', ha dado ese esperado paso hacia delante que tanto necesita el Betis para olvidarse de la excesiva dependencia de Lo Celso. El caso de Abde, que sí ha levantado la mano una vez ocupado el sitio de Ayoze, es la excepción a esta regla general que está lastrando al equipo. O ayuda más gente a levantar la casa o ésta puede acabar cayéndose.