Un camino más directo

Resulta evidente que el fútbol del cuadro verdiblanco ha ido girando hacia un modelo con mayor dosis pragmática. No descargado de la esencia del catecismo de Pellegrini, por supuesto, pues la iniciativa y la escasa especulación con la pelota no se negocian, pero sí con mucha menos elaboración, circulación de balón en el centro del campo y horizontalidad. Las ausencias de Carvalho, Isco y Lo Celso han obligado a modificar el plan en varias fases sucesivas y ahora el movimiento del esférico cuando se ataca es más veloz y directo buscando a los dos extremos y en segundo término a los dos puntas que ahora se disponen arriba en lugar del delantero único. Balón arriba lo antes posible, con una buena dosis de pases largos filtrados por Altimira y el entonadísimo Cardoso y a resolver. Triangulaciones justas, limitadas y para agilizar los centros al área. Mediante este nuevo modelo, el número de ocasiones se ha elevado incluso contra un enemigo que se ha caracterizado en los últimos años por su solidez atrás y no conceder casi nada. Veinticuatro remates el domingo. Sin embargo, no sólo está cimentado ese nuevo camino en lo meramente estratégico sino en un cambio de actitud que resulta clave para explicar, por ejemplo, cómo se pasó por encima esta jornada pasada de un conjunto más poderoso que disputa la Liga de Campeones año tras año. Los jugadores béticos mostraron una garra que casi no se recordaba, mordían en cada balón dividido, presionaron a todo lo que daba el campo y apretaron a sus oponentes con una fuerza que hizo imposible asentarse a los de Simeone. Frente a las bajas y a la supuesta superioridad rival, empuje, anticipación y verticalidad. Un método que en la Liga está aportando eficiencia y resultados para salvar aquel bache que culminó con la derrota en Nervión. Dirán los puristas y los estetas que el Betis mantenía un estilo y que no se debe renunciar a él, y menos después de perder un derbi pues suena a complejo, mas las circunstancias mandan. Por encima de todo es necesario ganar partidos, y en eso el Ingeniero y los suyos son especialistas. Nadie en Heliópolis presenta sus estadísticas de choques ganados. Por algo será.