HJK Helsinki - Betis
Teoría y práctica de la abstracción (0-2)
El Betis se sobrepone a la lesión de Juanmi y al césped artificial para vencer en Helsinki con un doblete de Willian José
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Iniciar sesiónEl gesto de Juanmi pidiendo el cambio nada más caer al suelo heló a los béticos en Helsinki. No fueron las temperaturas, sino esa constatación de la gravedad del compañero caído. Camilla y al hospital. En el campo se quedó la preocupación. No sólo por ... cómo estaba un jugador tan querido y valioso, sino por la sensación de que no sería el único. Ya estuvieron hablando en el vestuario sobre los riesgos del césped artificial. Cuidado con los apoyos, necesidad de hacer un buen calentamiento. No fue por la superficie por lo que se rompió Juanmi pero ya estaba rondando el peligro por las cabezas y ahí se quedó un rato, desdibujando el fútbol bético. No lo aprovechó el HJK Helsinki, que había empleado la carta del suelo sintético teniendo al lado del Bolt Arena un estadio mayor y con hierba natural. Le costó un rato al Betis hacer el ejercicio de abstracción que merecía el duelo para solventarlo, meter en la maleta los tres puntos y salir pitando hacia Sevilla casi sin mirar atrás. Ahí quedó el doblete de Willian José, con el segundo gol al estilo Juanmi, y un partido que nunca debió jugarse en esas condiciones.
Ganó el Betis, sí, pero no había ninguna cara de felicidad. Al acabar el encuentro todos preguntaban por Juanmi. La abstracción duró hasta el pitido final. Le costó centrarse al grupo de Pellegrini. Había entrado Rodri. Y el HJK se soltaban descarado entre el desconcierto. Víctor Ruiz veía pronto la amarilla. Quizás era una manera de despertarse. El más joven, el último en llegar, fue el que tiró del carro. Encarar es lo que se le pide a Luiz Henrique y eso hizo una y otra vez para irse de Browne, Raitala o Väänänen e ir afinando la puntería con diferentes versiones del mismo disparo, cada vez más ajustado hacia la portería. Se espabiló el Betis para darle trabajo a Hazard, que en Helsinki es norirlandés y juega de portero.
Con Luiz Henrique el Betis tiene un desatascador. Le falta aún finura para funcionar en todos los terrenos pero va por buen camino. Finura por no decir cuajo. Si centra su tensión será más incisivo aún. Y ahora el Betis le va a necesitar más con la lesión de Juanmi. Se recorta una línea que ya perdió a Lainez, Tello y Rober en el intercambio veraniego. A ver el tiempo de baja del malagueño pero restarle al Betis sus goles garantizados no es buena noticia. Pero es momento de que otro compañero levante la mano. Eso hizo Luiz Henrique, como decimos. Fue el telonero de los mejores, porque del impacto anímico se pasó a la furia, a la necesaria constatación en el marcador de la diferencia de calidad. Luiz Henrique hizo el campo más grande y ahí William Carvalho dio el paso adelante que necesitaba el equipo. Se mudó el Betis al área del HJK y fue llegando ocasión tras ocasión. El portugués remató al larguero tras desvío del meta y también el 14 se iba al suelo cuando entre recorte y recorte le pisaron. Sólo lo vio el VAR. El árbitro israelí se fue a la pantalla y nadie sabía qué estaba revisando. Penalti y gol de Willian José justo antes del descanso. Al fin.
En el intermedio, preguntas sobre Juanmi y petición de cabeza fría. Había que resolver y salir de Helsinki cuanto antes. Víctor Ruiz también había caído, éste sí por el césped. El equipo local buscaba su ocasión pero le costaba generar y la defensa bética era un muro infranqueable, resistente a rebotes y balones al segundo palo. Ya quería el Betis a un rival más abierto, que permitiera transiciones. Salta Canales en lugar de un apagado Joaquín, que no le coge la onda a la mediapunta. El cántabro se presenta con un uy. Willian José homenaje a Juanmi tras cazar un balón suelto en el área después de un córner en el que Pezzella quería regatearse a todos y entrar en la portería. Responden con gol los locales y les da tiempo a celebrarlo mientras el VAR revisa y lo anula por centímetros. Mejor para evitar tensiones innecesarias. Lo pudo hacer Willian de nuevo tras enorme pase de Canales pero el partido ya se quedaba ahí. Con el 0-2 y con el parte médico. Con la sensación de que el Betis es un equipo maduro y que es capaz de abstraerse de lo malo para hacer lo que fue a buscar tan lejos de Heliópolis: ganar.
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