Baloncesto
La fragilidad en el Buesa Arena se castiga con la derrota (93-72)
El Coosur Betis sufrió una desconexión fatal al final del segundo cuarto y, penalizado por las pérdidas y su mal día en el triple, tampoco aguantó el tirón baskonista tras colocarse a dos (52-50)
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Iniciar sesiónAl Coosur Betis, que llegaba con la moral elevada tras el par de triunfos enlazados en San Pablo, le sobraron pecados y le faltó solidez competitiva para que la mañana se le atragantara en el Buesa Arena al Bitci Baskonia, que acabó disfrutando. ... Por problemas que pudiera tener el galeón azulgrana, un equipo de esa dimensión, acostumbrado a medirse cada semana a los equipos más poderosos de Europa, exige para toserle una actuación pluscuamperfecta y por supuesto sin las lagunas que lastraron al baloncesto del conjunto verdiblanco .
Resultó un Coosur Betis guadianesco y bicéfalo (sólo Wiley y Pasecniks horadaron el aro baskonista con facilidad), excesivamente cándido por momentos, sin amenaza perimetral y demasiado dadivoso. Extravió el equipo verdiblanco quince balones , sólo acertó dos triples de doce intentos y se marchó de Vitoria con seis de sus jugadores con el casillero anotador a cero, en blanco.
Fue de más a menos, dibujando una trayectoria descendente en el primer tiempo con un colapso clave, de enorme peso . Una desconexión fatal de dos minutos y medio, los últimos del segundo cuarto, le complicaron sobremanera la existencia al Coosur Betis en el Buesa Arena, echándole tierra al gran trabajo de los 17 minutos previos y agua al vino de las esperanzas que habían generado la puesta en escena verdiblanca en tan encopetado escenario. En una cancha así, y con esta lección aprendida ya acudía la tropa de Casimiro a Vitoria, están prohibidos esos apagones por la sencilla razón de que delante hay un rival de tamaño Euroliga que castiga y huele la sangre.
El partido estaba muy igualado, con 32-32 tras canasta de Evan s, hasta que Costello anotó de nuevo, el base bético erró de tres y Almazán concedió dos tiros libres a Costello, martillo pilón. Casimiro pidió tiempo muerto. Sabía lo que podía venirse encima. Una avalancha baskonista en la recta final del segundo acto, para marcharse con tranquilidad al descanso. La intentó evitar el manchego rogando a sus jugadores que no hicieran regalos porque cada personal, en medio de un arbitraje descompensado (faltas muy discutibles en contra del visitante) que desquició al propio Casimiro, suponía una visita al 4,60 para el Baskonia. Wiley, que estaba literalmente en ignición, cargando con el peso anotador del Coosur Betis, se quedó en el banquillo tomando aire tras un esfuerzo hercúleo y a partir de ese momento vino el cortocircuito del Betis , que con Evans, Almazán, Bertans, Leslie, Báez y Pasecniks en la pista no dio una a derechas. Dos minutos y medio de absoluto desatino, tanto en ataque como en defensa.
Sumó cuatro pérdidas el conjunto verdiblanco, que no levantaba ni el tiro, mientras Fontecchio y Costello se aunaban en una sociedad limitada que desatascó al Baskonia y dejó en la estacada al Coosur Betis tras un parcial de 14-0 que estableció el 46-32 al intermedio. Desde que Wiley enfiló el camino del banco para descansar, con 16 puntos en el zurrón y una serie impecable en el tiro (8/8), su equipo ya no anotó más y se desinfló. Un pinchazo en toda regla. A diferencia del choque contra el Urbas Fuenlabrada, el Coosur Betis no estaba corriendo. Y eso lo penalizaba. En transición y en segunda oportunidad acumulaba cero puntos por los once y los doce que el Baskonia había sumado, respectivamente, tras pérdida y rebote de ataque. Esos dos factores y el mayor acierto perimetral del conjunto azulgrana, más afilado desde el 6,75, marcaron la diferencia.
La hipotensión del epílogo del primer tiempo no podía repetirse en la reanudación si el Coosur Betis pretendía volver al partido y no plantarle la alfombra roja al Baskonia. Casimiro repitió el quinteto titular, sin Wiley, y Pasecniks tomó el testigo del californiano para cargar el rebote, asumir tiros, hacerse grande en la pintura y jugar el bloqueo y continuación con Evans . Y qué respuesta del letón. Él puso el punto final a las jugadas de su equipo, redivivo, que no cejó en su empeño por anudarse al encuentro lijando la diferencia. Picó piedra el Betis, Pasecniks martilleó el aro convirtiendo diez puntos de una tacada y Evans, de discreta aportación hasta ese momento, asestó un triple para casi culminar un parcial de 6-17 que puso a su equipo a tiro de triple (52-49) . La reacción verdiblanca era un hecho. Brown, desde el tiro libre, aún ajustó más el marcador (52-50).
Bertans entonces cometió la cuarta falta y el Baskonia, como si se activara pulsando un botón al sentir el aliento de su rival en el cogote, se reseteó con la misma fórmula que al borde del descanso: Fontecchio y Costello . Sin solidez defensiva no hay puntos que valgan. La conexión entre ambos resultó de nuevo letal para la frágil defensa verdiblanca. Se lo puso demasiado fácil el Coosur Betis, que encajó un parcial de 11-0 para volver a la casilla de salida (63-52). El Baskonia le ganaba por oleadas. Con Pasecniks descansando, el equipo de Casimiro se atascó en una situación parecida al efecto que tuvo el respiro de Wiley en el tramo final del segundo cuarto. Giedraitis amplió a doce y Cvetkovic, desde el tiro libre, dejó la desventaja en diez a falta del último segmento. Necesitaba puntos el Coosur. Solo había metido un triple y, más allá de Pasecniks y Wiley (36 puntos entre ambos), nadie levantaba la mano para unirse a ese trabajo. Hacían falta más voluntarios. Y no los encontró.
Se rompe el partido
Con Torres y Cvetkovic pilotando al Betis, Kurucs puso los quince (71-56) y Casimiro les pidió a sus hombres puntos desde la defensa, que se acabaran los regalos y que siguieran trabajando porque había tiempo. Mas la realidad en la pista era tozuda. De convicción y fuerzas estaba justito al equipo, tal vez notando también el esfuerzo de los dos últimos encuentros en San Pablo. Dos jugadas después, la misión era ya casi imposible . Las vigilancias defensivas brillaron por su ausencia y hasta Wiley regaló el balón para que el Baskonia apuntillara (75-56).
Pasecniks, que había anotado 18 puntos en 14 minutos, llevaba mucho tiempo sentado, así que Wiley se enchufó de nuevo para acaparar los galones en una dinámica de partido ya irreversible , con la defensa verdiblanca descuajaringada y el Baskonia canjeando en cada llegada. Pasecniks volvió y siguió en la misma dinámica de acierto, pero el partido estaba ya roto (máxima de 23, 87-64), con el Baskonia jugando a placer y haciendo de cada ataque en un concurso de triples . Así, con más facilidades de las esperadas, se esfumaron las opciones del Coosur Betis, cuya mejoría en San Pablo no pudo ratificarla ante un conjunto de nivel Euroliga y a domicilio. Para ese nivel, como podía preverse, no le alcanza. Sigue en descenso, donde hubiera continuado en caso de victoria, pero a dos triunfos de la permanencia, que está en siete.
Ficha técnica:
Bitci Baskonia (22+24+20+27): Baldwin (5), Marinkovic (-), Giedraitis (18), Fontecchio (27), Costello (20), -quinteto inicial-; Raieste (-), Barrera (-), Sedekerskis (2), Granger (8), Enoch (7), Peters (-), Kurucs (6).
Coosur Betis (17+15+24+16): Evans (11), Bertans (-), Leslie (3), Brown (5), Pasecniks (24) -quinteto inicial-; Torres (-), Cvetkovic (5), Burjanadze (-), Almazán (-), Wiley (24), Báez (-), Pozas (-).
Árbitros: Perea, Caballero, Olivares. Baldwin, eliminado por cinco faltas personales. Vigésima segunda jornada de la Liga Endesa. Buesa Arena, ante 5.107 espectadores.
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