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Sevilla - Betis

El despertador del derbi le sonó antes al Sevilla (2-1)

Rakitic, de penalti, y Munir adelantan a los de Lopetegui en la primera parte y la reacción bética llego demasiado tarde

William Carvalho le protesta a Del Cerro Grande por amonestar sólo con amarilla a Acuña tras lesionar a Fekir en el derbi Sevilla - Betis Raúl Doblado
Mateo González

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A los derbis hay que llegar con los deberes hechos y la mente en su sitio. Todo a su hora. Las distracciones se penalizan. El Sevilla entró como un tiro, lanzado buscando las proximidades de Bravo. Cada balón discutido era suyo y así se vio ... gigante frente a un Betis timorato, descompuesto. El resultado de este ataque sin cuartel fue un 2-0 en la primera mitad que dejaba el derbi con poco que contar luego. No es este partido amigo de revolcones. Las distancias se negocian en pasos cortos y los de Lopetegui se habían ido a leguas por el camino de la intensidad, la fe y la ambición. Al límite y a veces sobrepasándolo, como la entrada de Acuña a Fekir, al que dejó lesionado. Como la de Víctor Ruiz a Galarreta hace unos días. Ambas merecían roja, las dos se quedaron en amarilla. Eso pudo condicionar el derbi pero el Betis tiene más que lamentarse de su puesta en escena que del árbitro. Mal Bravo, inestables los centrales y sin claridad arriba. No aprovechó la teórica debilidad atrás de un Sevilla que había hecho recuento de bajas y se protegía con el mermado Diego Carlos que sólo llegó al descanso y el reubicado Fernando. Le bastó porque la carrera de En-Nesyri para el penalti de Bravo estuvo precedida de una cadena de errores de la zaga y Munir se quedó demasiado solo para cruzar ante el chileno, manos blandas. El Betis no tiró a portería en la primera mitad y el Sevilla ya llevaba dos goles. Lo que quedaba era plantearse una proeza para el Betis, pero no estaba la tarde para ello con la vuelta de la semifinal de la Copa del Rey en un rato. Pellegrini ya pensó en el jueves y eso lo notó su equipo, que coleccionó ocasiones en ese regalo de dominio que hace el Sevilla de Lopetegui cuando el marcador le sonríe pero fue fugaz su esperanza de vida cuando Canales anotó en el alargue y ya sólo quedaba el triple pitido final de Del Cerro Grande.

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