Heliópolis, tierra quemada

Heliópolis, tierra quemada

Traicionando uno de los principios fundamentales de la receta básica para el ascenso de la categoría, la fortaleza en territorio propio, pintarán bastos para un Betis que se encuentra a seis puntos de la zona de ascenso, que tiene situada en la cota de los ... setenta nada menos el único objetivo que justificaría este calvario de la Segunda, y que ahora afronta una doble oportunidad de reivindicarse a favor de querencia con las visitas, en apenas cuatro días, del Las Palmas y el Villarreal B. De momento, la debilidad generalizada del conjunto de Antonio Tapia en la práctica totalidad de los factores del juego tiene su perfecta radiografía en su discretísimo, por no decir directamente pobre, rendimiento como local, en el que debiera ser fortín del Ruiz de Lopera, talón de Aquiles que arrastra desde la pasada temporada y que, lejos de resolverlo, se ha acentuado desde su desembarco en la Liga Adelante.

Desde el 3 de septiembre

Los datos son esclarecedores. El Betis no gana en su domicilio desde el 3 de septiembre (3-0 al Recreativo) y aunque no ha cedido, eso sí, una sola derrota en Liga (sí en la Copa, ante el Córdoba), son ya seis puntos del total de quince en disputa los que han volado del coliseo de La Palmera tras los empates ante Cartagena, Real Unión y Celta. Ni que decir tiene que con este ratio de puntos en casa, el ascenso se presenta en el horizonte como una auténtica quimera para el tercer peor equipo a favor de querencia de Primera y Segunda división si se contabilizan los datos acumulados de la pasada temporada y los de las jornadas que han transcurrido ya de la presente en las dos categorías.

Como puede observarse en la tabla estadística de la derecha de esta página, el Betis ocuparía la antepenúltima posición de una clasificación que englobase a los inquilinos de Primera y Segunda de estos dos últimos ejercicios (lógicamente, son 38 al excluirse los descendidos a Segunda B y los ascendidos desde esa categoría a la de Plata) si se atendiera en su confección al porcentaje de puntos amarrados del total de los disputados en la morada propia.

Del Ruiz de Lopera, esta temporada, ya le han birlado seis de quince, pero es que la pasada la derrama se elevó hasta los 37, ya que el cuadro albiverde sólo pudo facturar 20 de los 57 en juego para un pírrico 35 por ciento en la proporción que, por una parte, explica el dramático desenlace del ejercicio y, por otro, representa la cuota más baja en la historia reciente de la entidad heliopolitana. Si se le suman los cinco encuentros celebrados esta campaña en su estadio, el porcentaje de puntos amarrados en casa se sitúa en el 40,2, marca que en las dos primeras categorías del fútbol español sólo empeoran el Recreativo de Huelva (28 puntos de 75 en total computados en el periodo estudiado para un 37,3 por ciento) y el Racing de Santander, cuya desenvoltura en su domicilio no tiene parangón con la de ningún otro conjunto. Esta temporada sólo ha logrado retener uno del Nuevo Sardinero (ha perdido 14) mientras que en la anterior apenas pudo sumar tres más que el conjunto verdiblanco (23 de 57, lo que unido al 1 de 15 que firma este año descubre un 33,3 por ciento). Quiere esto decir que la cancha racinguista se ha convertido en la más rentable de Primera para los equipos forasteros: de cada diez puntos se escabullen siete.

Precedentes cristalinos

El Betis, pues, a fin de enderezar el torcido rumbo de los acontecimientos, debe enmendar la plana cuanto antes porque con este ritmo de producción en su domicilio, la proyección de puntos se revela insuficiente en aras a la consecución del preciado botín del ascenso. Sin embargo, si persiste en esta dinámica tan sólo hay que tirar del archivo y comprobar su rendimiento casero en sus dos últimos precedentes como equipo de Segunda división para evidenciar que sin fortificación del territorio propio no hay manera de engancharse a la tropa cabecera de la clasificación.

En la 93-94, temporada que culminaría con el ascenso en Burgos, el Betis sumó 35 de los 38 puntos como local, y se da la circunstancia de que los únicos tres que no pudo embolsarse en el zurrón se le escaparon antes de la jornada decimotercera, la última que se ha disputado precisamente en la campaña en curso. En la 00-01, la colecta se situó en 45 de 63 para un impecable 71,4 por ciento al que el Betis, desde entonces, sólo se ha arrimado en la 04-05 (41 de 57 para un 71,9), la del título de Copa del Rey y la clasificación para la Champions.

  

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