Álex Moreno, la gran evolución

Álex Moreno, que con 28 años ha alcanzado su etapa de madurez, no sólo marcó el 1-0 ante el Mallorca el pasado domingo, sumando esa diana a las tres que ha hecho en el presente curso previamente (tras el gol que anotó ante el Rayo en la primera vuelta liguera y los dos frente a la Real en el Villamarín). A ello le añade cuatro asistencias (tres en LaLiga y una en la Copa), que indican a grandes rasgos su aumento de protagonismo en el volumen ofensivo bético. Es el defensa más goleador de los verdiblancos en LaLiga desde Jarni en la 97-98 y estamos hablando del segundo lateral que más anotaciones ha generado en la presente campaña liguera, sólo superado por Jordi Alba.

Sus datos, según se observa en las gráficas generadas por BeSoccer Pro, recalcan que el área de influencia de Álex Moreno está bien distribuida por toda la banda izquierda, incluidos eventos sin balón como desmarques, faltas (cometidas y recibidas) y fueras de juego. Su participación se ha incrementado al haber batido la competencia con Juan Miranda, que le superó el pasado curso, y está a punto de igualar el tiempo y partidos de juego que tuvo en la 2019-20 cuando llegó como fichaje: con Rubi disputó 2.444 minutos repartidos en 33 partidos y ahora, en febrero, ya suma 2.277 en 32 encuentros.

La evolución de Álex Moreno en su etapa bética se refleja en su activa participación en la contrapresión / recuperación tras pérdida, algo que demanda Manuel Pellegrini a todo su grupo. En ese sentido destaca sobre el resto de jugadores en su posición, lateral zurdo, que compiten en LaLiga, Copa del Rey o Liga Europa. Crea numerosas ocasiones de gol ya que tiene facilidad para centrar al área con pases clave y busca con insistencia los espacios detrás de los defensas rivales para que los delanteros puedan pelear por la posesión del balón en zona ventajosa, algo que aprovecha muy bien Juanmi.

Las aceleraciones y progresiones exitosas con balón siguen siendo el punto fuerte de Álex Moreno, una referencia en los pases en profundidad al espacio de futbolistas de buen pie como Canales o Fekir para activar el ataque en los metros finales. Además, está entre los que más rivales supera en el uno contra uno ya que tiene habilidad en los regates. Eso sí, aún ha de mejorar a la hora de defender, aunque es un punto en el que sigue progresando y en la que se nota que su formación en escalafones inferiores fue la de extremo y delantero.

Lejos quedan ya los momentos en los que en el Betis arreciaban las críticas contra Álex Moreno. Ahora apunta a la selección española por su capacidad y superioridad en la banda pero no hace tanto era un imán de infortunios con penaltis cometidos con las manos, errores en la salida de balón y poco acierto ofensivo. Se le afeaba hasta su constante presencia en las redes sociales y muchos pidieron su traspaso al Galatasaray, pero en el Betis vieron que el club turco no alcanzaba el valor de mercado que entendían en Heliópolis que tenía su lateral y que se ajustaba a la necesidad de equiparar o superar el coste de su adquisición en su momento, cuando el lateral hasta casi se declaró en rebeldía para salir del Rayo por siete millones de euros.

No estaba Álex Moreno entonces bien orientado aunque con Rubi alternó buenos partidos con etapas más irregulares, como le sucedió al equipo en general, en una competencia directa con Alfonso Pedraza, ahora destacado en el Villarreal. Pero Álex ha ido atendiendo a las mejoras que le ha sugerido el cuerpo técnico de Pellegrini, con quien han progresado también otros elementos importantes del plantel como Bartra, Juanmi, Edgar o Borja Iglesias. Una de las cuestiones en las que más se aprecia la nueva capacidad de Álex Moreno es su toma de decisiones en el tercio ofensivo, donde ya ha dejado atrás las precipitaciones para levantar más la cabeza y elegir la opción más correcta.

Álex Moreno se formó como delantero en la UE Sant Sadurní y en el Fundació Atlétic Vilafranca y en esa demarcación aterrizó en el juvenil A del FC Barcelona cuando marcó seis goles en 20 partidos. En la Llagostera, ya en Segunda B en 2012, pasó a la banda izquierda para aprovechar su desborde y velocidad. Un año después, en 2013, recaló en el Mallorca B pero jugó sobre todo en el primer equipo compartiendo vestuario con Thomas, Asensio o Gerard Moreno. Jugó 32 partidos pero volvió a cambiar de aires, esta vez hacia el Rayo, donde sí tuvo más continuidad.

En Vallecas debutó en Primera pero Paco Jémez no le dio los minutos que esperaba y necesitaba en su etapa de formación. Se marchó cedido al Elche, donde Rubén Baraja le hizo jugar por vez primera como lateral ante el Mirandés ante las bajas de los habituales en esa demarcación. El técnico luego recaló junto a Álex en el Rayo al sustuir a Sandoval, que empleaba al catalán como revulviso. Y ya se asentó en el carril del tres. Míchel lo afianzó ahí y Jémez, de vuelta, también. Había anotado Álex el tanto del ascenso del Rayo y con el retorno a Segunda se le abrieron las puertas del Betis en el verano de 2019.

Ahora vive su momento de madurez disfrutando del calor de una afición que sí le ha abrazado por su entrega, desborde y determinación. Decía Rafael Gordillo que a veces le daba instrucciones sobre cómo tenía que centrar desde la banda y comportarse en sus incorporaciones. Sin duda, el mejor maestro que puede tener Álex Moreno en el Betis. Ahora, recién renovado y llamando a las puertas de la selección, la evolución de Álex Moreno está siendo sensacional. Su valor de mercado pasó de los siete millones que abonó el Betis a los entre diez y quince actuales que señala el observatorio CIES o Transfermarkt. Uno de los futbolistas más rápidos del campeonato y con protagonismo casi exclusivo en la izquierda ante la lesión de varias semanas de Miranda. Álex juega siempre y sus compañeros le buscan una y otra vez porque se ha convertido en uno de los mejores recursos ofensivos del Betis de un Pellegrini que ya hizo volar a Emerson el pasado curso y que ahora lo hace con el lateral zurdo que ha explotado como todos querían.