El mensaje del Coosur Betis a Pau Gasol y su vínculo con Sevilla y el pabellón San Pablo

El catalán, líder espiritual y también en la pista, ha sido mascarón de proa de una generación, la de 1980, preñada de talento y competitividad que se va agotando, porque los años no perdonan, pero sin la que no se entiende el baloncesto español de la contemporaneidad. Pau abrió fronteras, eliminó complejos, invitó a soñar, alcanzó cimas que parecían imposibles (¡dos anillos de la NBA y un oro en el Mundial de 2006!) y dio una lección de vida en cada derrota , como la ha dado la selección española en los últimos quince años cada vez que hincó la rodilla. Las derrotas contra Estados Unidos tras épicas batallas olímpicas engrandecieron aún más una generación de jugadores que representa como nadie el pívot de San Boi, del que esta tarde se han despedido los clubes de la ACB aprovechando el anuncio oficial de su retirada. Deja el baloncesto en activo pero continuará ligado al deporte, al que le ha dedicado toda su vida.

El Coosur Betis, en un día tan especial e histórico, le ha dedicado una creatividad en sus redes sociales en la que, enmarcado por un enorme «Gracias, Pau!», se observa al pívot con la camisetas de los equipos que han definido su trayectoria: Barcelona, Memphis Grizzlies, los Ángeles Lakers (acompañado de su amigo Kobe Bryant), Chicago Bulls y, por supuesto, la selección española . También aparece mostrando el anillo de campeón y, debajo, una leyenda más que reza así: «Hoy se nos va un trozo de nuestra historia en el baloncesto».

Curiosamente, cabe recordar que la primera Liga ACB que se le contabiliza a Pau Gasol en el currículum, aunque de aquel Barcelona apenas participara aún por su juventud, es la de la temporada 1998-1999 (no jugó en la final), que el conjunto azulgrana le acabaría ganando al Caja San Fernando de Javier Imbroda en San Pablo por 3-0. Con el factor cancha a su favor, el Barça de Aíto resolvió los dos partidos en el Palau y en Sevilla finiquitó la final (56-60). El tercer y último episodio se escenificó en el pabellón hispalense el 21 de mayo de 1999 ante 7.900 espectadores, según marca la ficha del partido que aún puede visualizarse en la página web oficial de la ACB. Es decir, un lleno en toda regla para apoyar a un equipo, el Caja de Imbroda, tremendamente competitivo e integrado por jugadores legendarios como Richard Scott, André Turner, Mike Smith, Chuck Kornegay, Nacho Romero, Salva Díez ... un Caja que aún se recita de memoria porque permanece muy vivo en el recuerdo.

Después de aquella primera Liga ACB, Gasol y la generación del 80 se impuso ese mismo año, 1999, en el Mundial de júnior de Lisboa y a partir de ahí comenzó a escribirse la historia. Una historia de dos decenios que deja un legado inmenso. Más de veinte años después, con la carrera ya hecha pero el deseo ferviente de retirarse del baloncesto jugando, en la pista, Pau Gasol se recuperó de una lesión grave y regresó a las canchas de la mano del Barcelona para cerrar definitivamente el círculo. Lo hizo ganando una nueva ACB, la tercera de su palmarés: 1999, 2001 y 2021.

El pasado 9 de mayo, en la antepenúltima jornada de la fase regular de la campaña 2020-2021, el Barcelona de Jasikevicius visitó al Coosur Betis y pasó por encima de los verdiblancos (58-109). Gasol disputó 14 minutos, logrando seis puntos, tres rebotes y dos asistencias . Fue su último partido como profesional en el pabellón San Pablo, donde ha sido aclamado como un héroe, lo que representa para el baloncesto español, cada vez que pisó el parqué del vetusto recinto sevillano con la camiseta de la selección, como sucedió en el verano de 2007, cuando Sevilla fue la sede de España para los encuentros de la fase de grupos del Eurobasket ante Croacia, Letonia y Portugal .

A Pau, en la hora de su adiós en las canchas, sólo cabe darle las gracias por haber cambiado la historia del basket español. Se va el deportista, nace la leyenda. Con el Barcelona, Gasol fue tres veces campeón de la ACB (1999, 2001 y 2021) y campeón de la Copa del Rey (2001). En la NBA salió dos veces campeón con Los Angeles Lakers (2009 y 2010) y con España sumó dos platas olímpicas (Pekín 2008 y Londres 2012), un bronce (Río 2016), un oro en el Mundial de baloncesto (Japón 2006), tres oros del Eurobasket (Polonia 2009, Lituania 2011 y Francia 2015), dos platas en el Eurobasket (Suecia 2003 y España 2007), y dos bronces en este torneo (Turquía 2001 y Turquía 2017). Y por encima de todo esto, se ganó el respeto de todo el mundo allá por donde fue: de compañeros y rivales. Es el mayor triunfo de un jugador que ha logrado ya trascender el paso del tiempo.