«Si me cambian una sola coma en mis libros, enviaré al Cocodrilo Enorme a que los engulla»
Sale a la luz una conversación que mantuvieron en 1982 el escritor Roald Dahl y el pintor Francis Bacon sobre la censura en sus obras
Así se reescribe a Roald Dahl: los ejemplos más llamativos de sus libros políticamente correctos

«He advertido a mis editores que si cambian una sola coma en alguno de mis libros, no volverán a ver una palabra mía. Jamás. Jamás. Si eso ocurre cuando me haya ido, desearé que el poderoso Thor les golpee muy fuerte en la cabeza ... con su Mjölnir o enviaré al Cocodrilo Enorme para que los engulla».
Son palabras de Roald Dahl, el autor de novelas como 'Matilda', 'Charlie y la Fábrica de chocolate' y 'El cocodrilo enorme' (al que se precisamente se refería) que parecían presagiar los polémicos cambios en sus textos que ha anunciado que iba a llevar a cabo en las nuevas ediciones de sus libros la editorial Puffin.
Se trataba de una amenaza para sus editores, y el escritor la hizo durante una conversación que mantuvo con el pintor Francis Bacon en 1982 en casa de Dahl, en Great Missenden (Buckinghamshire). La conversación, que ha revelado el diario británico The Guardian, fue grabada -con permiso de los dos-, por Barry Joule, amigo de Bacon, al que había acompañado a pasar un fin de semana con el escritor.
Dahl, de ascendencia noruega -de ahí su referencia al dios de la mitología nórdica-, siguió: «Sólo espero por Dios que eso nunca le ocurra a ninguno de mis escritos mientras descanso cómodamente en mi tumba vikinga». Bacon asintió: «No debe haber cambios en la obra original de un artista, por ningún motivo, cuando haya muerto».
Joule -un escritor canadiense amigo de Francis Bacon, que custodia buena parte de su archivo tras la muerte del artista- ha recordado aquella conversación. Según su testimonio, Dahl y Bacon estaban «agradablemente engrasados por la bebida y de buen humor», y mantuvieron un debate ruidoso y apasionado sobre la línea roja que suponía cambiar la obra de cualquier arista tras su muerte.
Según Joule, Dahl «golpeaba con el puño tan fuerte que todas las copas temblaban y el vino se derramaba» y que Bacon golpeó también su copa de vino con tal fuerza que «pensé que la rompería».
Roald Dahl acababa de publicar, ha contado el canadiense, el libro 'Cuentos en verso para niños perversos' ('Revolting Rhymes' en el original inglés), y les regaló a él y a Bacon un ejemplar del libro mientras criticaba la «basura de la corrección política» que iniciaron en 1917 Marx y Lenin y que se estaba «colando en este país».
«De repente, cogió mi ejemplar -testimonia Joule- y pasó varias páginas con brusquedad hasta llegar a una en la que aparecía un dibujo de Quentin Blake de Caperucita Roja con un pesado abrigo de piel de lobo. Por ejemplo, mire esto: '¡Bragas!', exclamó [estaba escrito: 'Ella saca una pistola de sus bragas'], y presionó la uña de su dedo índice bajo la palabra con tanta fuerza que quedó una huella... '¡Supongo que si la Policía de la Corrección Política pudiera hacerse con esto, cambiarían al instante esta palabra sucia por 'ropa interior femenina'! Francis frunció el ceño y luego sonrió ampliamente ante tan escandalosa posibilidad».
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La conversación se ha hecho pública unos días después de saberse que la editorial británica Puffin iba a reeditar las obras de Dahl con modificaciones en palabras y frases para hacerlas «menos ofensivas y más inclusivas» (cuestiones referidas, por ejemplo, al peso, la raza, el género o la salud mental). Ante la polémica generada, la editorial tuvo que rectificar y anunció que reeditará también los textos originales del autor británico.
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