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FORMACIÓN PROFESIONAL
stimular el espíritu emprendedor de los jóvenes que están cursando Formación Profesional y apoyar la creación de nuevas empresas centraron el seminario impartido días atrás en Salamanca por la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial de Castilla y León (ADE), en el que participó medio centenar de alumnos de distintos ciclos formativos de grado superior matriculados en el Centro Integrado de Formación Profesional Rodríguez Fabrés de la capital salmantina.
En él se hicieron diversas simulaciones de la puesta en marcha de nuevos negocios vinculados a las disciplinas de especialización de los chicos, para situar el trabajo por cuenta propia entre las opciones de desarrollo profesional de los estudiantes de FP.
De «gran interés para el alumnado» califica el director del Rodríguez Fabrés, Santiago Elvira, la actividad con el objetivo de «ir creando una cultura emprendedora que tiene que ir progresivamente integrándose en lo que es la formación de los jóvenes».
«De lo que se trata -apostilla- es de que los estudiantes conciban que una de las salidas actuales en España es a través de la creación de empresas y de ahí que este tipo de seminarios vayan encaminados a establecer nichos de empleo y a salir adelante con los alumnos que lo necesitan».
Recalca que la FP es «decisiva y el eje vertebrador, sobre todo el nivel de grado medio, donde más posibles puestos de trabajo se van a crear». En consecuencia, «el Gobierno de España y las instituciones autonómicas tienen que apostar decididamente por los estudios de FP».
Precisamente, en este centro, «el 10% de los estudiantes -escolariza a unos 650- llegan como titulados universitarios porque no sale empleo en esas profesiones, tienen que buscar una alternativa al empleo y ésa la da la FP». De ahí que el director abogue por «incrementar la oferta para formar, para insertar a estos alumnos en los yacimientos de empleo que se vayan creando».
Asimismo, señala que el próximo año está previsto que, además de la oferta reglada, se impartan estudios de formación a personas en desempleo, aprovechando los recursos del centro, al tiempo que apuesta por «incentivar a las empresas que, al igual que se crea cultura emprendedora entre los jóvenes, también las compañías deben tener una cultura de participación activa en los centros integrados de FP; tenemos que ir en comunión. Nosotros tenemos que saber cuáles son las necesidades de los negocios y éstos tienen que participar decididamente en los centros», concluye.
Con futuro
Álvaro Sánchez, uno de los alumnos participantes en el seminario, creó junto a sus compañeros una empresa ficticia de rehabilitación integral de edificios, tanto locales como viviendas. Piensa que en las actuales circunstancias «hay sectores que emprendiendo sí que tienen futuro», por ejemplo, el de «las energías renovables».
Por su parte, Yoselín Quintero, considera este tipo de enseñanzas «muy interesantes para el futuro» porque les «ayudan a caminar hacia lo que queremos y a desarrollar las ideas innovadoras para poder montar nuestro negocio y así no tener que trabajar para terceros». Les tocó diseñar «un centro de estética», que es, además, su proyecto de futuro.
En la misma línea se expresa Raquel Gutiérrez, que tildó de «muy beneficiosa» la actividad promovida por la ADE y confiesa que primero piensa «trabajar para otras personas», pero luego «abriría» su empresa, es su «sueño», aunque lo ve «difícil con la crisis».
La experiencia práctica llegó de la mano de Jesús Antonio García y Narcisa Carvajal, quienes expusieron a los alumnos cómo decidieron crear su empresa, Jesnar 2011, dedicada a la reparación de apiladores, carretillas, tijeras y plataformas, así como al alquiler, venta y mantenimiento de máquinas de limpieza en general, tanto viales como industriales, y a la regeneración de baterías.
«De la noche a la mañana», ambos se quedaron sin trabajo y «por no seguir cobrando el paro o esperar a que la prestación se acabara», asevera Narcisa Carvajal, se plantearon «la idea» de trabajar para ellos. Así, unieron la experiencia de Jesús Antonio García como electromécanico y la de ella como administrativa y tras sondear los negocios que ya existían en Salamanca, ciudad a la que regresaron desde Málaga, se inclinaron por «la maquinaria de limpieza y de altura», explica García.
Coinciden en destacar que los alumnos del Rodríguez Fabrés a los que les expusieron su experiencia «mostraron su interés, nos hicieron preguntas, pero sobre todo les hemos dicho que no pueden dejar de estudiar nunca porque como un día te quedes dormido, al siguiente no puedes tocar una máquina». También les han incentivado a que «si tienen ideas, que las desarrollen, ya que a veces no se les da importancia» y que «no hay idea tonta». Un ejemplo que pusieron: la persona que ideó los palillos.