El PP de León, a «pico y pala» contra el Gobierno

«Un ejercicio de reflexión», «humildad», «sensibilidad» y, sobre todo, que «rectifique en su error». Éstos son los deberes que ponen al Gobierno las cuencas mineras. Las tareas llevan el sello del PP. Y es que estas palabras corresponden a líderes populares de León, a los que no les frena compartir siglas políticas con Mariano Rajoy y que no tienen ningún reparo en clamar a los de sus filas que cambien su postura respecto al carbón. En Madrid, no «comprenden lo que el sector significa» es el reproche a La Moncloa, un gigante que no achanta a una provincia con corazón de polvo negro que «exige» con «valentía», en declaraciones a ABC, una salida para los «tajos» a los que su formación está dando la espalda.

«Estoy viviendo este problema con la máxima preocupación», señala la presidenta del PP León, Isabel Carrasco, quien anima a los suyos a levantarse a favor de sus tierras, aunque ello sea contra un Gobierno amigo. La proclama es clara: «Exigir» que se aumenten los fondos disponibles para este año y, «si no fuera posible, que se optimicen los recursos existentes, de manera que las partidas consignadas en el propio Plan del Carbón, cuya ejecución no se agote, puedan ser puestas a disposición de las empresas en forma de ayudas».

El trasvase de fondos dentro al que se refiere Carrasco es un ejemplo de que en Madrid no escuchan con atención a los populares leoneses, ya que esta propuesta ha sido defendida por senadores y diputados de León durante varias semanas. El planteamiento se trasladó a Industria, pero no se pone encima de la mesa cuando llega la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón. En respuesta a si se siente arropado y escuchado por los suyos en este asunto, uno de los parlamentarios que —junto a Luis Aznar y Alfredo Prada— ha llevado la voz cantante en la defensa de la minería, el berciano Eduardo Fernández, señala que «sentimos que el discurso que ha mantenido siempre el PP de León y de Castilla y León es insostenible con la posición del Gobierno». Además, apostilla, que «reconozco al PP en la Junta, Diputación y pueblos mineros, pero no lo reconozco en el Gobierno, que no se pone a analizar el trasvase de fondos. Es más fácil explicar que no se puede poner dinero».

Los parlamentarios populares leoneses mantienen contacto con distintos responsables de Industria, incluido el ministro, intentando «hacerles ver que ésta no es una situación cualquiera, que sólo en la provincia de León la minería supone el treinta por ciento del PIB. No hablamos de una huelga cualquiera, tiene un significado mucho más profundo», afirma Luis Azar, quien «entiende» los problemas económicos por los que pasa el Gobierno, «pero un buen gobernante tiene que saber distinguir unas cosas de otras», sentencia.

La lucha minera cuenta con el respaldo de la Diputación. El portavoz del equipo de gobierno popular, Jaime González, explica que en estos momentos, lo que se reclama al Ministerio es «que logre mantener el empleo en las cuencas. Todo el PP lo está pidiendo y lo hace con valentía. Del mismo modo, tenemos que mostrar todo nuestro apoyo a las gestiones que está realizando en este sentido el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera». Y es que los leoneses no caminan solos en esta guerra, el Ejecutivo autonómico ha repetido por activa y por pasiva que el Gobierno se «equivoca». El leonés Antonio Silván, consejero de Fomento y Medio Ambiente, no olvida sus raíces y apoya al PP de su provincia en el rechazo unánime al recorte de fondos. Reclama a Industria «sensibilidad con una actividad que está en el ADN de los leoneses y de los palentinos» y recuerda que, pese a que no comparta la decisión de su partido en el Gobierno, fue el PSOE el que «perdió años en demostrar su apoyo al carbón, en el Ejecutivo y en Europa, guardando un silencio cómplice».

En la Diputación, en la Junta y en los ayuntamientos de toda la provincia brindan su apoyo al sector y alzan la voz contra el Gobierno. Lo hacen en la carbonera comarca del Bierzo, regidores como los de Toreno y Ponferrada, Pedro Muñoz y Carlos López Riesco. El primero pide a Soria —al que pidió disculpas por llamarle «tonto del culo»— que tenga «humildad y que, como otros hacemos, sea capaz de rectificar sus errores». El segundo ve «imprescindible un ejercicio de reflexión por parte del Ministerio de Industria», porque la cuestión «no es un simple recorte presupuestario. Si lo tenemos que repetir quince veces, como si son 5.000, pero el Ministerio tiene, de una vez por todas, que entenderlo».

No menos sensibilidad hacia la problemática se tiene en León capital, desde donde el regidor, Emilio Gutiérrez, pidió al Ejecutivo central que «reconsidere su decisión», porque, tras el «cierre de la minería, no existe alternativa para cuencas» —algo que conoce «por experiencia» por el cierre de Sabero-Cistierna de donde procede—. A ello, el portavoz de su equipo de Gobierno, José María López Benito, añade que el Gobierno «debe sentarse a negociar para buscar una salida, para la que creo que hay todavía margen».