Tomás Gómez se blinda en el PSM con una Ejecutiva de fieles

Tomás Gómez se ha tomado la revancha y ha dejado prácticamente fuera de la dirección del PSOE de Madrid a todos los elementos críticos, ajustando así cuentas con ese 40 por ciento del partido que hace poco más de un mes le dio la espalda para ponerse en Sevilla del lado de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Más «barón» que nunca, el reelegido secretario general del PSM utilizaba el domingo el ajustado 59 por ciento de respaldo conseguido en el congreso como poder absoluto para configurar en su territorio una Ejecutiva de leales, a prueba de asaltos de grupos disidentes y de Ferraz. Únicamente tres de los 50 miembros han salido de las filas de su rival en el cónclave, la exdiputada regional Pilar Sánchez Acera. Y ninguno ocupará puestos de gestión, sino solo vocalías.

A pesar de ello, Gómez clausuraba ayer el cónclave proclamando que el PSM ha terminado «más unido y más fuerte», una afirmación avalada por el dato de que la Ejecutiva fue finalmente aprobada por el 74,37 por ciento de los votos. Pero la cifra estaba calculada descontando que la lista registró en las urnas 226 en blanco, lo que significa que casi una cuarta parte de los 963 delegados prefirió callarse su opinión.

La desconfianza de Tomás Gómez hacia las «familias» que periódicamente se confabulan con o sin el «aparato» del PSOE para poner a prueba su liderazgo es máxima. Y lo ha demostrado pertrechándose de fieles y disponiéndose a controlar por completo el partido desde arriba, aún a costa de borrar de su mapa el concepto de «integración». Como secretaria de Organización ha situado a su más estrecha colaboradora, Maru Menéndez, que a su vez se convierte en la única pieza que la Ejecutiva madrileña tendrá en común con la federal de Alfredo Pérez Rubalcaba. Gómez ha prescindido de hacer cualquier otro guiño a Ferraz, alejándose incluso del gesto que tuvo en el congreso de 2007, cuando incluyó en la Dirección del PSM a Trinidad Jiménez y Beatriz Corredor, miembros entonces del equipo orgánico de José Luis Rodríguez Zapatero.

La ascensión de Menéndez ha sido a costa de Trinidad Rollán, la exalcaldesa de Torrejón de Ardoz condenada por prevaricación, a la que el secretario madrileño rindió ayer «eterna gratitud» ante el plenario retratándola como «víctima de un sistema judicial que hay que cambiar desde abajo». Menéndez es también portavoz adjunta a Tomás Gómez en la Asamblea de Madrid, función que probablemente abandonará, y que según algunas fuentes podría recaer en Óscar Iglesias, un destacado miembro del «sector crítico» transfugado a última hora, que de momento ya es secretario de Política Autonómica.