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cumbre europea

Rajoy admite que la reforma laboral le va a costar una huelga general

El Gobierno aprobará esta semana la reforma financiera y la próxima, la nueva regulación del mercado de trabajo

Rajoy admite que la reforma laboral le va a costar una huelga general afp

PALOMA CERVILLA / MARIBEL NUÑEZ

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tardará tiempo en olvidar su estreno en una cumbre europea. La tecnología le jugó una mala pasada. Las cámaras de televisión, durante un «mudo» que realizaban antes del comienzo de la reunión del Consejo Europeo, captaron que el presidente español le decía a su homólogo finlandés , Jirky Katainen, en español y mediante traductor, que «ahora viene lo más duro porque la reforma laboral me va a costar una huelga general» . En la misma línea, y ante el mismo micrófono de las cámaras que tomaban imágenes del encuentro, Rajoy le comentó al primer ministro holandés, Mark Rutte, que «me han dejado una herencia muy mala», en referencia a la subida de impuestos y recorte de gasto público por importe de 15.500 millones, que tuvo que hacer el 30 de diciembre.

Sin embargo, al término de la reunión, y ya públicamente, Rajoy aseguró que le era igual que la conversación privada con su homólogo finlandés hubiera trascendido. « La reforma del mercado laboral hay que hacerla . Les pedí un acuerdo a los agentes sociales en este tema y no ha sido posible, con lo que el Gobierno tiene que tomar sus decisiones. De todos modos, hay que recordar que también se la hicieron al PSOE por una reforma laboral que no sirvió para nada. Soy consciente de que muchas de las decisiones que hemos tomado y vamos a tomar no le van a gustar a mucha gente», explicó el Presidente.

El ajuste de diciembre, explicó ayer Rajoy al resto de socios europeos, fue inevitable dada la desviación de dos puntos porcentuales, del 6% previsto a alrededor del 8%, en el déficit público cuando tomó posesión del cargo.

En materia laboral, el presidente explicó a sus homólogos que será la próxima semana cuando su Gobierno apruebe la esperada reforma que dará la imprescindible flexibilidad a las relaciones laborales en España , tal y como han reclamado desde hace muchos años varios organismos internacionales, desde el FMI a la propia Comisión Europea.

En este área Rajoy explicó ayer en Bruselas que los agentes sociales han alcanzado un acuerdo en materia de rentas salariales que incluye un aumento de los sueldos en España de un 0,5% este año y un 0,6% en 2013 y 2014, independientemente de lo que suba la inflación.

Ahora, una vez «atada» la moderación salarial que hará que la economía española gane en competitividad y que fue alabada la semana pasada por la canciller alemana, Angela Merkel, le toca el turno a la reforma laboral, cuyas últimas pinceladas prepara estos días el Ejecutivo antes de su aprobación final, prevista para el viernes 10 de febrero. En este contexto, Rajoy pidió ayer a los sindicatos «buena disposición , porque España está en una situación compleja».

La idea del Gobierno, expresada por la vicepresidenta, Soraya Sáenz, es introducir mayores mecanismos de flexibilidad en las empresas para permitir que, en situación de crisis, se mantenga el empleo aunque sea a tiempo parcial, como sucede en otros países europeos, y no como hasta ahora en España, donde todo el ajsute se ha hecho por la vía del empleo.

Reforma de «línea dura»

Sin embargo, y tras el «desliz» de Rajoy de ayer en Bruselas, todo apunta a que finalmente el Gobierno podría optar por una «línea dura» en esta reforma , que pasaría por reducir de manera drástica la larga lista de contratos, y fijar una indemnización por despido sensiblemente inferior a la actual, lo que ha sido rechazado ya por los sindicatos.

España, con 5,2 millones de parados a finales de 2011, encabeza la lista de países con mayor tasa de paro de toda Europa y es alrededor del doble de la media comunitaria, datos que han hecho que España aparezca mencionada de manera habitual en Europa como ejemplo de mal funcionamiento de un mercado laboral.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE aprobaron ayer que los fondos estructurales que no hayan sido utilizados aún, aunque estuvieran destinados a otros fines, se empleen en crear empleo en Europa, y especialmente empleo para los jóvenes . En España, los cálculos de la Comisión Europea son que podrían destinarse a este fin alrededor de 10.700 millones de euros, aunque mediante programas cofinanciados en un procentaje por determinar aunque sería alto ya que en el caso de Irlanda fue del 65%.

Mariano Rajoy también anunció ayer a sus homólogos europeos que este viernes aprobará la reforma del sector financiero. La idea original, anticipada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, es obligar a la banca a aumentar en 50.000 millones de euros las provisiones , de tal modo que puedan afrontar las eventuales pérdidas derivadas de su exposición a los activos inmobiliarios, ahora denominados «tóxicos» en el argot especializado. El Gobierno pretende que haya un nuevo proceso de consolidación para que finalmente en el mapa financiero español queden en el entorno de seis entidades.Y como no quiere destinar ni un euro de dinero público al saneamiento de la banca, incentivará las fusiones permitiendo que aquellas entidades que opten por la unión tengan más plazo para provisionar y además puedan hacerlo no solo con cargo a beneficios, sino también a capital. Rajoy explicó ayer que «en princioio» no tiene previsto pedir ayuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES) para sanear la banca española.

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