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EDITOR DE LAS OBRAS COMPLETAS DEL APÓSTOL DE ANDALUCÍA

Juan Esquerda: «San Juan de Ávila abrió la Iglesia a la modernidad»

El máximo especialista en la obra del futuro doctor de la Iglesia destaca la enorme influencia de su pensamiento, pese a su tardía canonización

ANTONIO VARO

La proclamación de San Juan de Ávila como doctor de la Iglesia supondrá un gran acontecimiento para la diócesis puesto que en Córdoba y Montilla pasó la mayor parte de su vida sacerdotal. Como preparación al acontecimiento —que podría ser en la próxima primavera—, el profesor Juan Esquerda ha dictado una conferencia en el Palacio Episcopal —que se puede ver ya en www.canaldiocesis.tv— y dirigió ayer una jornada de formación permanente del clero.

—¿Cómo comenzó su trabajo con San Juan de Ávila y qué le atrajo de su figura?

—Desde mis años en el Seminario de Lérida, ya mis formadores hablaron mucho de él y nos leían sus textos. Luego proseguí y en realidad no he dejado de estudiarlo.

—Su último libro se llama «Confío en Dios». ¿Cuál es su contenido?

—Es un resumen de la obra de San Juan de Ávila en cien frases o párrafos que considero muy significativos. Es una forma de introducir al lector no especializado en su espiritualidad.

—¿Qué representa para la obra de San Juan de Ávila su reconocimiento como doctor de la Iglesia?

—Se va a reconocer que tiene una doctrina completa en lo teológico y lo espiritual. Hasta ahora hay sólo 33 doctores, todos menos Santa Teresita con una obra muy amplia y profunda. Él será el 34.

—¿Cuál es el sello personal, la principal aportación de San Juan de Ávila al corpus doctrinal de la Iglesia?

—Yo creo que es que contempla el misterio de Cristo como una forma de iluminar y llenar de sentido la vida del hombre. Parte del amor de Dios para explicar al hombre en una época, la suya, muy difícil, en un mundo que se abre. El mismo Papa, cuando era el cardenal Ratzinger, afirmó en cierta ocasión que junto con San Ignacio y Santa Teresa abrieron la Iglesia a la modernidad.

—¿Ha «perjudicado» a San Juan de Ávila el hecho de ser contemporáneo de otros dos doctores de la talla de San Juan de la Cruz y Santa Teresa?

—No, simplemente su reconocimiento se retrasó. En su época fue muy conocido y su obra se tradujo pronto a las lenguas europeas. Su influencia fue enorme, influyó nada menos que en Santa Teresa de Jesús o en el Cura de Ars, por poner sólo dos ejemplos. Pero luego hubo un parón: no fue beatificado hasta 1894, Pío XII lo nombró patrón del clero español en 1946 y Pablo VI lo canonizó en 1970.

—¿Qué es lo que tiene más vigencia hoy de la espiritualidad y la teología de San Juan de Ávila?

—Yo creo que es su permanente tono de esperanza confiada en la misericordia de Dios. Su época, como la nuestra, fue muy difícil para el mundo y para la Iglesia, y él vio que la esperanza ayuda a vivir al hombre. Además, él no se limitaba al clero, hablaba a todo el mundo, tenía mucha relación epistolar con políticos y hombres de gobierno, a los que aconsejaba desde la fe para el bien común.

—San Juan de Ávila es patrón del clero español. ¿Cree que su doctorado podrá «proyectar» su figura y su obra al conjunto de la Iglesia?

—Lo de ser patrono del clero español no lo podemos tomar como una limitación. De hecho, yo creo que la proclamación supondrá el reconocimiento del valor universal de su doctrina.

—Dígame, para terminar, una frase o una idea del santo que le parezcan especialmente atractivas o sugerentes para los cristianos de hoy.

—«Démoslo todo, que es chico nuestro todo, por el gran todo que es Dios». Llama a compartir: uno que cree en Dios ve que la humanidad no tiene futuro si no cree en Dios y no comparte lo que tiene con los demás.

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