La Ley de Residuos no convence a nadie

La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que en breve quedará definitivamente aprobada por el Congreso, introduce un cambio en el régimen jurídico institucional de los Sistemas Integrados de Gestión de residuos (SIG) que ha llevado la polémica al sector del reciclaje. El asunto se abordó en el II Foro ABC Natural «El reciclado de envases en España», celebrado en la Casa de ABC.

La nueva norma obliga a los SIG a constituirse en asociaciones que deben dar cabida a todos los productores que forman parte de estas sociedades sin ánimo de lucro, y propone el voto ponderado en función de la cuota de mercado de cada uno. Como explicó durante el foro Pedro Poveda, socio responsable de derecho ambiental en el despacho de abogados Gómez Acebo&Pombo, en primer lugar la cuota de mercado es secreta. Además, contrariamente a lo que afirman desde la Administración en cuanto a que esto no repercutiría en la forma de organización de los SIG, estos deberían modificar su capital social cada año para solventar los nuevos requerimientos.

«No existe en el ordenamiento jurídico español ni en el de la UE nada similar. El único ejemplo en el que encaja como un guante es el modelo de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores). Y es que otra similitud que comparten la Ley de Residuos y la Ley de Protección Intelectual es que, a su vez, las asociaciones pueden constituir o contratar entidades administradoras para la gestión, en este caso de residuos, que no tienen por qué ser sin ánimo de lucro», explicó el abogado.

Una línea en la que ahondó Melchor Ordoñez, director general de Ecoembes, SIG encargado de la recogida y recuperación de los residuos de envases para su posterior tratamiento, reciclado y valorización, la nueva Ley generará, por tanto, «indefinición e inseguridad jurídica» para las empresas. Desde Ecoembes no se entiende la modificación, pues la eficiencia del sistema está avalada por unas cifras de reciclaje que superan en más de 11 puntos los objetivos fijados por la Comisión Europea. Así, los españoles reciclaron 1.214.727 toneladas de envases de plástico, latas, briks, cartón y papel en 2010, lo que representa un 66% de todos los envases que gestiona Ecoembes.

Otra de las novedades que la nueva norma trae consigo es la posibilidad de estudiar la implantación en nuestro país de un Sistema de Deposito, Devolución y Retorno (SDDR). El sistema funciona en algunos países para la reutilización de los envases, pero en el caso español lo que se está planteando desde la Fundación Retorna, que promueve la iniciativa, es que los envases recogidos de dicha forma vayan a reciclaje. «Nadie ha inventado un SDDR para mejorar el reciclado, que solo está justificado para fomentar la reutilización», comentó Carlos Martínez-Orgado, presidente del Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos (ISR).

En este sentido, Ordóñez señaló que Francia y Reino Unido lo han rechado «por caro». En España, la inversión inicial en maquinaria (unas 20.000 máquinas en grandes y medianas superficies) rondaría los 470 millones, según los datos aportados por Paloma Sánchez, directora del Departamento Técnico y de Medio Ambiente de la Federación Española de Industrias de Alimentos y Bebidas (FIAB). «Una cuantía que incrementaría en no más de un 2% la tasa de reciclado», comentó, dado que el sistema de depósito aceptaría un flujo de envases muy determinado (unas 300.000 toneladas, de las que se ocupan los SIG).

Por su parte, desde la Unión de Consumidores de España (UCE), su gerente, Marina Heredia, considera que supone una nueva tasa indirecta al ciudadano, que se ha calculado en 25 céntimos de euro para cada envase, cuando el usuario ya está pagando el punto verde para el reciclaje. Para Manuel Toharia, director científico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, «el futuro del reciclaje pasa por facilitar la labor del ciudadano e implicar a los políticos, que son los que tienen el poder real».