El Rey habla al mundo desde Sevilla antes de la Cumbre de la ONU: «Millones de personas están atentas a esta conferencia»

«Es un honor y les traslado la mayor bienvenida al Alcázar y a este Patio de las Doncellas. Este entorno es «un magnífico ejemplo de todo lo que representa la ciudad: un auténtico crisol de orígenes, culturas y corrientes de pensamiento, cuya apertura y cordialidad no son solo rasgos externos, sino una auténtica forma de ver el mundo», apuntaba en primer lugar, antes de citar al filósofo cordobés Averroes. «La ignorancia conduce al miedo, el miedo al odio y el odio a la violencia», comentaba, diciendo del mismo modo que «esta ecuación, tan simple como preocupante, puede explicar algunos de los conflictos de nuestro tiempo», y «también puede explicar en parte la erosión del mundo multilateral». En un discurso marcado por la búsqueda de la cooperación internacional, Felipe tildaba lo esencial que es que siga sobreviviendo el multilateralismo pese a sus infinitos detractores: «Con tantas voces que acusan al mundo multilateral de ineficiencia y estancamiento, esta conferencia demuestra que, aunque no siempre sea la ruta más directa ni la más rápida, el multilateralismo sigue siendo el mejor y más duradero camino hacia la paz y el progreso, porque nos incluye a todos y da voz a todos», desgranó.

Confía el monarca en que la Cumbre de la ONU que está a punto de descubrir la capital de Andalucía será «de enorme valor, precisamente porque la ecuación que la hace posible y le da contenido es todo lo contrario», al tiempo que el Rey valoraba que en «un momento en el que a menudo se dice que se están derribando los puentes del diálogo, esta conferencia reúne a más de diez mil personas de todos los lugares y orígenes para debatir cómo modernizar el marco de financiación del desarrollo y hacerlo más eficaz, ambiciosa y resiliente para afrontar los complejos retos de un mundo en constante cambio», añadía.

Asimismo, reflejaba Felipe VI que mientras muchos afirman que el sistema de la ONU «sufre de fatiga crónica, esta conferencia refleja la importancia constante de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tal como se establecen en la Agenda que la ONU adoptó hace una década. Dicha Agenda, a tan sólo cinco años de su fecha límite, sigue siendo un referente para nuestra ambición y dedicación como ciudadanos del mundo», proseguía el Rey, sirviendo de anfitrión para quienes le escuchaban atentamente: «España les da la bienvenida como un país que cree que el pragmatismo nunca debe ir en contra de los principios y los valores. También creemos que solo mediante una amplia participación el mundo tendrá la verdadera oportunidad de superar desafíos globales como el hambre y la pobreza extrema, la igualdad de género, el cambio climático y muchos más. Por todas estas razones, la ONU, con los valores de su Carta, sus agencias, sus normas y su presencia sobre el terreno, es más vital que nunca», enumeraba antes de enfilar la parte final de su intervención.

Y remataba Felipe VI desde el Alcázar, esperando que Fibes sea «un espacio para dialogar, en un momento crucial, sobre la financiación y la gobernanza global del desarrollo, los sistemas fiscales, la financiación privada y la maximización del impacto de la AOD. Esperamos con interés la adopción, por consenso, del Compromiso de Sevilla y el lanzamiento de la Plataforma de Acción de Sevilla (PAS). A partir de hoy, estas serán la hoja de ruta para revitalizar el marco de financiación para el desarrollo», indicaba el monarca, antes de hacerle un guiño a Antonio Machado y su «hoy es siempre todavía», haciendo una llamada a actuar «ahora, no más tarde. Hagámoslo aquí y ahora», sentenciaba, no sin firmar sobre la capital andaluza: «En Sevilla, en España, en 2025. Millones de personas están atentas a esta conferencia. Sus esperanzas y necesidades merecen resultados, y ciertamente no merecen el fracaso ni la decepción. ¿Qué mejor lugar y qué mejor momento para recuperar su confianza?, apostillaba retóricamente.