La frustración de Rafael Moneo

«Supone una frustración para mí empezar algo y no acabar». Así de contundente se expresó ayer el prestigioso arquitecto Rafael Moneo en Zamora, cuando fue preguntado por su deseo de ejecutar el proyecto concebido por él para el Castillo de la capital zamorana. Hay que recordar que el Ayuntamiento de Zamora encargó a Moneo —hace unos cinco años— un proyecto de rehabilitación de la fortaleza medieval que permitiera albergar la obra del escultor Baltasar Lobo. «Mi proyecto se terminó a tiempo», aseguró el arquitecto navarro, pero no pudo ejecutarse porque en el transcurso de las obras «los arqueólogos observaron restos arqueológicos que debían de ser puestos en valor». Así las cosas, se argumentó que lo primordial sería «respetar» los hallazgos y meter en el cajón la idea de Moneo. Además de acabar a tiempo unas obras —que necesitaron varias prórrogas— financiadas por la Unión Europea para no perder este dinero.

Finalmente, el Ayuntamiento de Zamora decidió realizar un proyecto de rehabilitación que contemplaba salpicar la fortaleza con alguna escultura de Lobo, pero no el gran espacio museístico concebido inicialmente. «Si la situación actual es transitoria, no me parece mala», opinó el arquitecto.

Sin embargo, Moneo consideró que la «impronta del Castillo estaba más presente con la vieja Escuela de Arte (antes de acometer la rehabilitación) que ahora con el paisaje desolado de ruinas», ya que habría que recuperar sus muros y el patio, dos señas de identidad de la fortaleza zamorana. Rafael Moneo, que acudió a Zamora para impartir una conferencia sobre la arquitectura del siglo XXI, explicó que lo ideal sería unir los muros para obtener de nuevo el patio que junto con una remodelación de la Casa de los Gigantes se obtendría el espacio museístico necesario para la obra y legado de Baltasar Lobo. Con la situación actual «está sin resolver por completo», apostilló ante los periodistas.

En otro orden de cosas, Rafael Moneo también aclaró que el Ayuntamiento de Zamora aún no le ha pagado la totalidad del proyecto inicial que se le fue encargado: «Parte sí me deben, pero no recuerdo cuánto»

La conferencia de Rafael Moneo se enmarca en el ciclo de conferencias organizadas en el marco de la exposición «ZAXXI, arquitectura zamorana del siglo XXI», abierta en la iglesia de La Encarnación hasta mañana viernes.

En su extensa e importante obra destaca el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (1986), la Estación de Atocha de Madrid (1992), el Museo Thyyssen Bornemisza de Madrid (1992), el Kursaal de San Sebastián (1999), el Museo de Arte Moderno de Estocolmo,Suecia (1998), el Museo de Bellas Artes de Houston, USA (2000), la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles en Los Ángeles, USA (2002) o la ampliación del Museo del Prado en Madrid (2007), entre otras.

Moneo es también el único español poseedor del premio Pritzker (el Nobel de la Arquitectura) y fue durante varios años decano de la Escuela de Arquitectura de Harvard, la más prestigiosa entre todas las de arquitectura del mundo. La intervención de Rafael Moneo sirvió como colofón al ciclo de conferencias que ha acompañado a la exposición de arquitectura «ZAXXI , arquitectura zamorana del siglo XXI», que se puede ver hasta mañana en la iglesia de la Encarnación de la capital zamorana. El objetivo de la muestra es realizar un diagnóstico de la arquitectura zamorana de este siglo para conocerla y difundirla y está organizada por la delegación de Zamora del Colegio Oficial de Arquitectos de León y la Diputación de Zamora y comisariada por el arquitecto zamorano Rubén García Rubio.