JURADO POPULAR
Juzgan a un hombre que estranguló a compañero piso en Miguel Esteban

Un jurado popular juzga a partir de este lunes, al ciudadano mejicano J.M.M.M., de 36 años, acusado de estrangular a su compañero de piso, cuyo cadáver fue hallado en el sótano de la vivienda tres días después de su muerte, ocurrida el 14 de noviembre de 2007 en la localidad toledana de Miguel Esteban. La sesión se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo.
Además, el procesado también está acusado de robar un total superior a los 1.600 euros a la víctima y a los propietarios de la vivienda que compartían los cuatro.
La Fiscalía de Toledo solicita para el acusado una pena total de dieciocho años de prisión, quince por un delito de homicidio y tres por robo con fuerza, además de una indemnización para la familia del fallecido con 200.000 euros, según el escrito de acusación pública. Los hechos, que se juzgarán durante cuatro días en la sección segunda de la Audiencia toledana, ocurrieron durante la madrugada del 14 de noviembre de 2007 en la vivienda que el acusado compartía con el fallecido, identificado con las iniciales de F.U.E., y con el matrimonio propietario del inmueble, H.S. y R.P.B.
Varios golpes
Según el fiscal, el fallecido recibió varios golpes con un objeto contuso, duro y sin salientes afilados, lo que le causó múltiples contusiones y heridas, y posteriormente fue estrangulado con una soga hasta causarle la muerte. El cuerpo del fallecido fue encontrado tres días después de su muerte, es decir, el 17 de noviembre, en el sótano de la vivienda junto con una bolsa de deportes, informes médicos, su nómina y una caja de un teléfono móvil. El día en que tuvo lugar el crimen, el inculpado aprovechó que se encontraba solo en la vivienda con la víctima, ya que los dueños de la casa se habían ausentado.
Este día el acusado rompió el candado de la puerta del dormitorio del matrimonio propietario y sustrajo del bolso de ella un total de 700 euros. Además, el fiscal sostiene que también pudo robar el salario que el fallecido cobró días antes de los hechos, ya que los 900 euros de sueldo no han aparecido. Se da la circunstancia de que horas después del crimen, el acusado fue sometido a un control de la Guardia Civil y se le descubrió que portaba una cartera con 1.615 euros y dos móviles apagados, uno de ellos similar al de la víctima.
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